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Julián Alía
Madrid
Miércoles, 20 de diciembre 2017, 08:38
Siete internacionales, como mínimo y en circunstancias normales, coparán el clásico del sábado. La defensa habitual de la selección lo hará al completo, con dos jugadores en cada bando. Gerard Piqué y Sergio Ramos serán los principales encargados de proteger el área mientras que Dani ... Carvajal y Jordi Alba se verán las caras en el mismo carril; diestro para uno y zurdo para el otro. Mucho más liberado el de Leganés que en encuentros pasados, donde tenía que ingeniárselas para frenar a un Neymar que nunca rehuye el uno contra uno. Ni siquiera tendrá que hacerlo ante Paco Alcácer, descartado por su lesión ante el Deportivo de La Coruña en la última jornada después de que hubiese recuperado ese nivel que le hizo ser internacional tanto con Vicente del Bosque como con Julen Lopetegui.
Ambos centrales saben lo que es marcar al eterno rival. Lo hizo el de Camas en el último minuto de la ida del año pasado, instantes antes de que el propio Carvajal le dedicase un 'fortuito', según él, corte de manga a los aficionados culés del Camp Nou. En la vuelta, a punto estuvo el capitán blanco, el más expulsado de la historia de los clásicos (5), de repetir tanto pero la madera prefirió que fuese Casemiro el encargado de que el 1-0 subiese al marcador. Por su parte, el defensa catalán marcó su último gol oficial (también anotó en la pretemporada en Estados Unidos) ante los blancos en abril de 2016, pero no es tan recordado como el 2-6 de 2009. Los aficionados madridistas también recuerdan que lo hizo en la ida de la Supercopa de España, pero en la portería equivocada en lo que acabó resultando, casi con toda seguridad, su peor clásico: siempre presente en la foto de los goles madridistas.
Más ilustres nacionales habrá en el centro del campo, que será el sitio de batalla para Sergio Busquets, tan fijo y necesario para su equipo como desapercibido en cuanto a grandiosas jugadas contra los blancos; de Andrés Iniesta, asiduo a perforar la portería en estos duelos para lo que su promedio goleador indica, y de Isco Alarcón, aparente relevo generacional del manchego y que todavía no le ha marcado al Barça con la elástica blanca. Además, el malagueño acabó expulsado, por una patada a Neymar, en el duelo que dirigió Rafa Benítez, con gol de Iniesta incluido, y cuyo resultado (0-4) acabaría significando el despido del técnico y la llegada de Zinedine Zidane al banquillo.
Justo en esa posición comenzarán el enfrentamiento tanto Marco Asensio, con buen recuerdo de la Supercopa de España, como los polivalentes Nacho Fernández y Sergi Roberto, cuya galopada en el Santiago Bernabéu, con el tiempo reglamentario ya cumplido, sigue hoy en la retina de los madridistas y acabó entonces en el definitivo 2-3 de Leo Messi, tras asistencia de Jordi Alba, que atravesó sus corazones y les mostró su nombre en la camiseta en una imagen para la historia.
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