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Jornada 30

El Madrid reafirma su liderato en medio de un escándalo

Courtois, un doblete de Benzema, tres penaltis a favor del líder y un gol anulado al Celta marcaron un duelo en Balaídos que traerá cola

Ignacio Tylko

Madrid

Sábado, 2 de abril 2022, 10:06

Karim Benzema regresa al rescate del Real Madrid. El delantero francés será el gran refuerzo del líder ante el Celta, una cita trascendental tras el severo correctivo que recibieron los blancos en el clásico del Bernabéu. El conjunto de Chamartín, que aprovechó el parón ... internacional para recuperar efectivos y digerir una derrota que hizo sangre en el vestuario, aspira a curar sus heridas en Balaídos para mantener la cómoda renta que sigue teniendo en la Liga respecto a sus perseguidores, contener el empuje de un Barça crecido y cargarse de moral de cara a la visita que rendirá el próximo miércoles a Stamford Bridge en la ida de cuartos de final de la Champions frente al Chelsea.

En los cuatro últimos partidos que Benzema se ha perdido por lesión, el Real Madrid solo ha sido capaz de marcar un gol, el misil con el que Asensio descerrajó al Granada en el Santiago Bernabéu. De ahí que la vuelta del actual Pichichi de Primera, autor de cinco dianas en sus cuatro últimas apariciones en el estadio del Celta, sea la mejor de las noticias posibles para una escuadra que está obligada a desactivar cuanto antes la alarma que disparó el Barça y enfilar en buena disposición un desenlace del campeonato en el que el cuadro de Carlo Ancelotti todavía tendrá que afrontar desplazamientos envenenados al Ramón Sánchez Pizjuán y al Wanda Metropolitano, entre otras citas trampa.

Salvo milagro de última hora, el preparador de Reggiolo, que dio positivo por coronavirus el miércoles, tendrá que ceder la batuta en la banda a su hijo y asistente Davide, un meticuloso estudioso del fútbol que ha crecido profesionalmente a la vera de su progenitor desde los tiempos en los que Carletto entrenaba al PSG y deberá superar una prueba de fuego, por más que los antecedentes sean halagüeños para el Real Madrid: doce triunfos, un empate y solo una derrota en sus catorce visitas más recientes a Balaídos en Liga.

Para ello, los blancos necesitarán mantener la buena dinámica que registran en la presente temporada tras las interrupciones motivadas por los compromisos de las selecciones, siendo la derrota sufrida a manos del Athletic en cuartos de final de la Copa del Rey la única excepción a una respuesta notable al 'virus FIFA' que en los tres casos restantes deparó goleadas frente al Granada, el Shakhtar y el Celta.

En la primera vuelta, el cuadro olívico fue la víctima propiciatoria de un Real Madrid pletórico en el retorno del fútbol al Santiago Bernabéu tras el exilio motivado por la pandemia y las obras de remodelación del recinto de Chamartín. Aunque el Celta se marchó 1-2 arriba al descanso, un 'hat-trick' de Benzema, al que se sumaron los goles de Vinicius y el debutante Camavinga, abrocharon a mediados de septiembre el triunfo de un bloque que comenzó la Liga como un tiro, pero al que ahora consumen las cuitas que aventó la debacle ante el Barça.

Sin experimentos

A diferencia de lo que sucedió frente al cuadro azulgrana dos semanas atrás, el líder no tendrá que recurrir esta vez a experimentos porque tiene a casi todo el grupo en estado de revista y podrá conformar un equipo de gala. Benzema y Mendy han superado las lesiones musculares que arrastraban y podrían ingresar directos al once, donde también se espera a Kroos, repuesto ya de la fuerte gastroenteritis que sufrió al comienzo de la semana. Salvo Hazard, operado el martes para retirarle la placa del tobillo derecho; Jovic, tocado en un tobillo con Serbia, e Isco, al que la espalda sigue atormentando, el parón de selecciones se superó sin mayores contratiempos físicos que el lógico cansancio para los internacionales. Pero con el Chelsea asomando a la vuelta de la esquina, el Real Madrid tendrá que medir esfuerzos.

No tendrá ese condicionante Eduardo Coudet, cuyo Celta camina en tierra de nadie pero aspira a rematar la Liga con buena nota. El conjunto gallego acumula tres empates y dos derrotas en las seis últimas jornadas que le han dejado sin opciones de pelear por puestos europeos, aunque la permanencia está virtualmente asegurada. El técnico argentino tiene la baja de Hugo Mallo, que se perderá lo que resta de campaña por una lesión en su rodilla derecha, pero incluyó en la lista a Santi Mina, pese a que el atacante no pudo entrenar esta semana a causa del proceso en su contra debido a un presunto delito sexual por el que la Fiscalía pide ocho años de cárcel para el futbolista. Coudet dejó claro que el vigués «será uno más mientras no haya una sentencia» y pidió que Balaídos no establezca juicios paralelos.

Dicen los clásicos que los árbitros nunca deben ser los protagonistas, pero con el asturiano González Fuertes resulta difícil poner el foco en los jugadores. Vaya por delante que el Real Madrid ganó en un territorio hostil como Balaídos un partido clave para reafirmar su liderato tras ser vapuleado en el clásico y que Benzema firmó otro doblete determinante, esta vez fruto de sendos penaltis. También, que el equipo merengue eleva su moral pensando en la cita que le espera el miércoles en Stamford Bridge ante el Chelsea, que sucumbió en su feudo en la Premier frente al Brentford. Pero eso no puede obviar que el Real Madrid ha entrado en una fase de indefinición peligrosa, que su centro del campo sufre sin balón, que su defensa no es tan solvente y que Courtois es la estrella. Y tampoco que la contienda estuvo marcada por los tres penaltis señalados a favor del equipo grande, el último inexistente de todo punto, y el gol anulado al Celta por un fuera de juego posicional en el que intervino el VAR.

El partido estaba caliente desde días antes, cuando el equipo local lo promocionó recordando un piscinazo de Cristiano Ronaldo en 2014, y el ambiente se tensó todavía más desde el primer acto. Un penalti por derribo de Nolito a Militao, con los papeles cambiados en el área viguesa, y el gol anulado a Galhardo a instancias del VAR por una posición antirreglamentaria de Aspas, indignaron a los celestes y a la concurrencia y permitieron al Madrid llegar ya con ventaja al descanso. Mucho premio porque el Celta había sido superior, pero chocó contra Courtois, un gigante a pesar de molestarle el sol. Le faltaba la gorrita al belga, como en los viejos tiempos y como sí hizo Dituro en la segunda parte.

Cuatro cambios presentó el Real Madrid respecto al clásico, pero sobre todo disfrutó de Karim Benzema, su jugador diferencial. Es un equipo con el francés y otro sin él. Y no ya porque sea el pichichi del campeonato con 24 dianas, sino porque es el pegamento que une el ataque con el centro del campo, el temple personificado, el recurso si el equipo tiene que salir con un balón largo, el poder de intimidación para el adversario y la pegada. Su sola presencia pone ya de los nervios a sus defensores. De las modificaciones, la más sorprendente fue la de Lucas Vázquez por Carvajal en el lateral derecho. Un aviso para el dueño de ese carril, internacional con Luis Enrique pero venido a menos en los últimos tiempos por las lesiones.

Celta

Dituro, Kevin, Aidoo, Murillo, Javi Galán, Fran Beltrán, Brais Méndez (Pineda, min. 81), Denis Suárez, Nolito (Santi Mina, min. 72), Iago Aspas y Galhardo (Cervi, min. 60).

1

-

2

Real Madrid

Courtois, Lucas Vázquez (Carvajal, min. 61), Militao (Nacho, min. 85), Alaba, Mendy, Modric (Valverde, min. 74), Casemiro, Kroos (Ceballos,min. 85), Asensio (Rodrygo, min. 61), Vinicius y Benzema.

  • Goles: 0-1: min. 19, Benzema, de penalti. 1-1: min. 52, Nolito. 1-2: min. 69, Benzema, de penalti.

  • Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró amarilla a Javi Galán, Galhardo y Murillo.

  • Incidencias: Partido de la 30 jornada, disputado en Balaídos. Prácticamente lleno.

Fiel al estilo valiente del Chacho Coudet, con similitudes al de Marcelo Bielsa, el Celta salió con esa presión y marcajes casi al hombre por todo el campo que le caracterizan. Una fórmula vistosa para el espectador porque suele generar partidos de ida y vuelta. Y así ocurrió en Balaídos. Enseguida, Aspas le ganó la espalda a Alaba, pero su tiro golpeó en el austriaco y salió fuera. A continuación, gran centro de Lucas y cabezazo en escorzo de Benzema, que salió desviado. Más adelante, fue Casemiro el que vio el desmarque de Vinicius, cuyo disparo abortó Dituro. El gol estaba al caer para cualquier lado, peró llegó en una jugada absurda. Nolito midió mal, Militao hizo el resto, el árbitro dudó pero se fue al punto fatídico, y Karim engañó al portero con suavidad y casi por el centro. Sangre de horchata corren por sus venas.

Hubo más en ese primer período loco, muy entretenido. El paradón tremendo de Courtois tras un golpe franco ejecutado por Aspas que se acercaba a la escuadra y ese tanto de Galhardo que no subió al marcador. Su remate se fue al poste, lo tocó Courtois y entró junto al otro palo. Pero ocurrió que el delantero de Moaña, aunque no tocó el balón, sí fue hacia él y los jueces interpretaron que evitó así que Alaba pudiera llegar a despejar bajo palos. Salieron los celestes enrabietados tras la reanudación y pronto igualaron. Gran y rápida combinación, nefasto repliegue defensivo del Real Madrid y remate a placer de Nolito, que enmendó su error en la acción del penalti.

Davide Ancelotti, el hijo de Carletto, ausente por covid, no lo veía nada claro y cambió pronto la banda derecha. Fuera Lucas y Asensio, dentro Carvajal y Rodrygo. Precisamente el brasileño protagonizó muy pronto otra acción polémica. Recibió un taconazo genial de Modric, se internó y, a juicio del trencilla, fue derribado por Murillo. Le adivinó la intención Dituro. ¡Más madera! González Fuertes volvió a los once metros, esta vez por otro supuesta infracción de Kevin sobre Mendy que solo vieron él y el VAR. Marcó Benzema y Balaídos se lo tomó a broma. «¡Otro, otro! ¡Penalti, penalti!», gritaban. Murió el duelo con el Madrid encerrado, Santi Mina en el campo y no en los tribunales, donde la Fiscalía pide para él ocho años de prisión por una agresión sexual en Mojacar, y el árbitro yéndose al túnel de vestuarios de los primeros cuando tiene que ser el último. Una tarde de locos. El Madrid es más líder.

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