Jesé amarga el estreno de Escribá en el banquillo del Celta

El empeño de la directiva que preside Carlos Mouriño en alargar su estancia a pesar de haber ganado únicamente uno de sus últimos diez partidos -fue cesado tras sumar una nueva derrota ante el Eibar- deja al técnico valenciano sin margen de error, pues coge un equipo roto, sin Iago Aspas y con un solo punto sobre la zona de descenso.

La ausencia del internacional español, que sigue sin recuperarse de la rotura fibrilar que sufrió en el gemelo derecho, es un notable contratiempo para el Celta, que necesita la victoria para coger aire antes de visitar el Santiago Bernabéu.

Enfrente un Betis que tampoco atraviesa su mejor momento, después de caer eliminado en la Copa del Rey y Europa League, provocando los primeros cánticos de un sector del beticismo contra su entrenador: «¡Quique vete ya!», se escuchó en el Villamarín tras la derrota ante el Getafe.

Escribá no ha dado pistas sobre el once que alineará pero, en principio, marcado por la baja de Aspas, jugará con el uruguayo Maxi Gómez como único delantero centro, con una línea de tres volantes por detrás, que estaría formada por Boudebouz y Boufal en las bandas, con Brais Méndez como enganche.

La otra posibilidad es que apueste por jugar con tres centrocampistas para dotar al equipo de mayor equilibrio en la medular. En ese caso, Okay Yokuslu estaría acompañado de Beltrán y Lobotka, con Brais Méndez y Boufal junto a Maxi Gómez en la línea de ataque.

Con Olaza fuera de la convocatoria, David Juncá se mantendrá en el lateral izquierdo de una defensa que completarían Hugo Mallo en el costado derecho y la dupla Araujo-Hoedt por dentro, sin descartar que el canterano David Costas entre por el central mexicano.

Mientras, el Betis llega a Vigo con la firme intención de salir de la depresión en la que se ha instalado en las últimas semanas pero con con el problema de contrarrestar el efecto Fran Escribá que pueda tener el Celta, que estrena entrenador con el propósito de alejarse de la zona de descenso.

El domingo pasado perdió como local en la Liga ante el Getafe, lo que motivó el enfado de la grada del estadio Benito Villamarín y gritos contra el entrenador, Quique Setién.

El Betis ya solo se centra en LaLiga, en la que está situado en la octava posición de una apretada clasificación y, por primera vez en mucho tiempo, ha tenido toda una semana para compaginar el descanso con la preparación de la cita del estadio Balaídos.

Setién tiene para este partido dos bajas seguras, las del lateral izquierdo hispanodominicano Júnior Firpo y el lateral derecho Antonio Barragán, ambos lesionados, mientras que el preparador cántabro no ha citado en esta ocasión al delantero Sergio León y al central marroquí Zou Feddal.

El resto están condiciones de participar, incluido el extremo Cristian Tello, quien ya jugó el pasado domingo los últimos minutos del partido ante el Getafe tras llevar parado muchas semanas por una lesión.

El entrenador santanderino, para este partido, una de las doce 'finales' que disputará hasta la conclusión del curso en busca de repetir la clasificación europea de la pasada campaña, utilizará su equipo de más garantías.

Pese a ello se plantean algunas dudas de cómo montará la zona de los laterales, en los que podría entrar otra vez Joaquín Sánchez por la derecha y el mexicano Andrés Guardado o el propio Tello por la izquierda.

En la delantera, los que mas opciones tienen de jugar son Loren Morón y Jesé Rodríguez, ya que Setién tiene menos confianza en Sergio León, que no está ni en la lista, y aún no se las da todas al joven mexicano Diego Lainez.

El Betis venció en Balaídos con un gol de Jesé (0-1) y amargó el debut de Fran Escribá como entrenador del Celta, incapaz de frenar su grave crisis de resultados en un partido que dominó con claridad el conjunto de Quique Setien, que se mantiene vivo en la lucha por un plaza europea en la Liga.

El Betis acaparó la posesión de la pelota durante la primera parte, aunque ese dominio no fructificó durante una mitad escasa en ocasiones claras de gol. El Celta, que sigue sin el adorado Iago Aspas, olvidó con Fran Escribá la defensa de tres centrales que había asentado Miguel Cardoso en la últimas jornadas.

Contuvo sin demasiados agobios el ataque del equipo de Setien, aunque cada pequeño error defensivo provocó suspiros en Balaídos, como demostró Jesé al robarle la pelota a Okay cerca del área y obligar a una buena estirada al portero Rubén.

El Celta prefirió esperar atrás al Betis; se atrevió poco en ataque, pese a que, superada la mitad del primer tiempo, creó peligro cuando lo hizo con confianza. Su mejor aproximación llegó tras un robo de pelota -pocas veces presionó con decisión la salida del conjunto andaluz- y una triangulación entre Boufal, Brais y Maxi Gómez que finalizó con un tiro cruzado del delantero uruguayo. Ese disparo y otro muy alto de Brais fueron las únicas oportunidades celestes.

El equipo de Escribá ofreció mejores sensaciones con el paso de los minutos. Sin embargo, el dominio fue bético, dominio con escasa pegada, concentrada en los quince minutos finales hasta el descanso en un lejano lanzamiento alto de Carvalho, otro desviado de Jesé y un cabezazo de Guardado.

El partido abrió la segunda parte con más ritmo. El Celta se estiró, movió la pelota con más rapidez e intentó ser más vertical. Primero avisó a Pau López con un testarazo de Araujo; minutos después, Boudebouz resolvió un peligroso contragolpe con un mal disparo. Pero ese acoso celeste duró diez minutos. Luego, mandó el Betis.

El equipo de Quique Setien apretó y ahogó al Celta en su campo. Tello, tras una pared con Guardado, se plantó solo a seis metros de la portería de Rubén pero definió mal. Fue algo más que un susto para el Celta. Durante veinte minutos quedó sometido al ritmo del Betis, un equipo superior, con desborde, con el monopolio de la pelota pero que acumuló ataques sin ser capaz de finiquitarlos dentro del área, pese al peligro de Lo Celso, Tello, Jesé y Canales.

El Celta, que apenas asomó por el área andaluza, quedó aplastado por el Betis, que concretó su dominio abrumador cuando, a diez minutos del final, el explosivo Tello aprovechó un desajuste defensivo en la banda de Hugo Mallo: Tello se coló en el área, Rubén rechazó su tiro y Jesé aprovechó el rechace para marcar el tanto de la victoria. El árbitro Estrada Fernández anuló la acción por fuera de juego pero el VAR validó el desenlace del gol.

No reaccionó el Celta al tanto de Jesé, pese a que Escribá refrescó su ataque con Apeh y Jensen. Solo dispuso de un tiro flojo de Sisto, nada que alterase el cómodo guión del Betis.