Ansu Fati toma el irreductible Balaídos

El nuevo Barça de Ronald Koeman necesita acabar con esa psicosis para que deje de afectar mentalmente a los jugadores. Y debe hacerlo ya, este jueves, en un estadio maldito para el equipo azulgrana, pues desde la temporada 2014-15 (0-1) no gana en Balaídos a un Celta que le ha perdido el respeto. Viaja, eso sí, con la ilusión de la buena imagen mostrada en el estreno liguero ante el Villarreal (4-0) y con la tranquilidad derivada del positivo mensaje de Leo Messi en una entrevista en la que da por acabado el conflicto con el club, llegando a pedir perdón a los culés.

«Luego de tantas desavenencias, me gustaría poner punto y final. Debemos unirnos todos los barcelonistas porque lo mejor está por venir. Asumo mis errores que si existieron fueron para hacer un Barça más fuerte y mejor», manifestó Messi al diario Sport solo cinco días después de cargar contra Josep Maria Bartomeu por las forma del club en el adiós de su amigo Luis Suárez al Atlético. Se intuye que lo que está viendo en el Barça 2020-21 le gusta y quiere centrarse ya en la que puede ser la última temporada en el club, pues acaba contrato en 2021. También tendrá que demostrar con hechos sus palabras muy pronto, concretamente en Vigo, donde no marca desde la temporada 2012-13.

4-1 en la 2015-16, 4-3 en la 2016-17, 2-2 en la 2017-18, 2-0 en la 2018-19 y 2-2 en la 2019-20, además de un 1-1 copero en enero de 2018. Ya son seis visitas consecutivas las que lleva el Barça sin ganar al Celta en su estadio. La última, 2-2, comenzó a alejarle del título el pasado mes de junio. Iago Aspas, autor de ese empate en los últimos minutos con un diabólico lanzamiento de falta, ha marcado seis goles al equipo azulgrana en Balaídos durante ese tiempo. Es una pesadilla.

Ronald Koeman no podrá contar con los lesionados Ter Stegen, Umtiti y Junior. Tampoco ha llegado a tiempo el último fichaje, Sergiño Dest, lateral derecho norteamericano de 19 años procedente del Ajax, club que dio facilidades para que el Barça pueda pagar a plazos 20 millones más 5 en variables. Pasó la revisión médica y será presentado en breve. El técnico holandés todavía confía en que antes del cierre del mercado el 5 de octubre puedan llegar un delantero centro y un central, pero entiende que la economía lo dificulta. Memphis Depay (Lyon) y Eric García (Manchester City) son los primeros de la lista en ambas demarcaciones.

«Es muy positivo que el capitán pida unidad, ojalá podamos estar más tranquilos ahora», apuntó Koeman, quien avanzó que no hará rotaciones ante el Celta («un cambio, quizás»). Recupera a Braithwaite y no citó a Rafinha, señal de que es transferible en estos últimos días de mercado. En Vigo se reencontrará con Óscar García, con quien coincidió como jugador en el Barça de Johan Cruyff. «Me ayudó mucho», recordó el técnico catalán.

El Celta lleva una victoria en casa y dos empates fuera en las tres primeras jornadas, con protagonismo absoluto para su estrella, Iago Aspas, autor de los tres goles del equipo.

Algo ha cambiado en el Barcelona, y no es solo el entrenador. En Balaídos cedieron Luis Enrique, Ernesto Valverde y Quique Setién. Tres derrotas y tres empates en los últimos cinco años. Quince goles en contra. La sensación de estadio maldito. En su primera visita a Vigo, Koeman y su renovado equipo se llevan

El técnico neerlandés repitió el once que venció al Villarreal en su debut. Para qué tocar lo que funciona. Y lo que mejor funciona en este Barcelona, con diferencia, es

Apenas transcurrían once minutos cuando se adelantó el Barcelona. Ante el Villarreal habían pasado quince. Empezar los partidos con más revoluciones que el rival va camino de convertirse en una seña del nuevo proyecto azulgrana. Al contrario que en el debut, en Balaídos el empuje ni se prolongó ni se cobró más goles. Es más, el 0-1 avivó las intenciones del equipo de

Lo que apuntaba a una primera parte tranquila, manejada por la posesión azulgrana, derivó en un tramo final accidentado. Se saldó con dos lesionados, una expulsión que no llegó a ser y otra que sí terminó dándose. El Celta vio cómo se le llenaba la enfermería mientras se vaciaba su defensa, primero Fontán y ya al filo del descanso Aidoo. El Barça pudo quedarse sin centrales, justo ahí que no anda sobrado de efectivos. Piqué vio la roja directa por trabar la carrera de Denis Suárez, pero Del Cerro Grande no necesitó al VAR para retractarse. Le bastó con echar un vistazo al banderín levantado de su asistente. El exmediapunta del Barcelona, eso sí, acabaría mandando a la ducha a Lenglet. Ya con una amarilla, no parece que el braceo del francés sobre el pecho del gallego mereciese la segunda.

No sentenció el Barcelona entonces ni tampoco sufriría después. Solo Baeza, que se topó con el larguero en un disparo desviado por Sergi Roberto, puso en aprietos a Neto. En el descuento,