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Julián Alía
Madrid
Lunes, 15 de enero 2018, 00:21
«El objetivo es clasificarse entre los cuatro primeros». Toni Kroos fue el primer jugador del Real Madrid en reconocer que ya no piensa en ganar la Liga. Los madridistas atraviesan una crisis que se ha fraguado sobre todo en los últimos meses, en los ... que han cosechado tres victorias, tres empates y tres derrotas en los últimos nueve partidos de Liga, alternando los resultados y rompiendo su única racha positiva, en la que acumuló cuatro triunfos consecutivos.
Una crisis producida, en mayor o menor medida, por la falta de gol. «El balón no quiere entrar, lo intentamos de todas las maneras y no quiere entrar», decía el técnico Zinedine Zidane tras la derrota ante el Villarreal. Y es que el Real Madrid no marca cuando el juego fluye, más, por lo general, en las primeras mitades, ni cuando es incapaz de encadenar varios pases seguidos; esa pegada que antes lo caracterizaba y que mitigaba cualquier déficit asociativo, porque, al fin y al cabo, el fútbol va de goles. Sin embargo, el conjunto blanco despilfarra el juego y las ocasiones en los primeros 45 minutos y se acaba desangrando en los segundos sin remedio alguno, en los que ha llegado a perder ocho puntos.
Una falta de puntería global, y particular, tan exagerada que incluso Cristiano Ronaldo, máximo goleador histórico del club, atraviesa su peor momento como realizador desde la temporada 2005/2006, en la que únicamente anotó un gol en la primera vuelta con el Manchester United. Cuatro goles en catorce partidos, unos datos que contrastan drásticamente con la Liga de Campeones, donde ya lleva más del doble de tantos (9) en menos de la mitad de encuentros (6).
Curiosamente, la temporada blanca actual es muy similar a la de 2006, que acabó con el primer mandato de Florentino Pérez. Durante aquella primera vuelta, entre Vanderlei Luxemburgo, que duró catorce jornadas como técnico blanco ese curso, y José Ramón López Caro, el Madrid consiguió 33 puntos. A estas alturas, pero con un partido aplazado por el Mundialito, Zidane suma 32.
Lo mismo podría ocurrir en la Copa del Rey. Una vez destituido Luxemburgo, López Caro alcanzó las semifinales, donde cayó frente al Zaragoza tras perder en La Romareda por un histórico 6-1 en la ida que hizo insuficiente el 4-0 de la vuelta, con tres goles a los diez minutos de partido y el último en el minuto 60.
En la presente campaña, Zidane ha alcanzado los cuartos de final, donde este jueves se medirá al Leganés tras eliminar al Fuenlabrada, que milita en Segunda B, y al Numancia, que lo hace en Segunda, sin ser capaz de vencer a ninguno de los dos en el Bernabéu.
Para más inri, como si ya fuera poco el calvario madridista, en la Champions de 2006, el conjunto blanco sucumbió en los octavos de final ante el Arsenal, continuando la racha que había comenzado el año anterior y que perduraría hasta 2011 con la llegada de José Mourinho, que no sólo superó los octavos tras seis años, sino que alcanzó las semifinales, donde fue eliminado por un Barça que se coronaría campeón en Wembley.
Ahora, el Madrid prepara el duelo que lo enfrentará el 14 de febrero a un PSG que cuenta con Kylian Mbappé, el frustrado sueño veraniego del presidente blanco. El jovén francés aterrizará en Chamartín con muchas papeletas, sobre todo por las sensaciones mostradas en los últimos meses, de poner un clavo en el ataúd de una temporada que, una vez dada por perdida la Liga, se aferra a la esperanza de una nueva 'orejona'.
En la segunda vuelta del ejercicio 2005/2006, López Caro sólo consiguió cuatro puntos más (37) que en la decepcionante primera y acabó en segunda posición con 70 puntos, dos menos de los que consiguió el Sevilla la temporada pasada y con los que ocupó esa cuarta y última plaza de puestos Champions que marca como objetivo Kroos.
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