daniel panero
Domingo, 5 de marzo 2023, 00:35
El Barça busca reencontrarse consigo mismo. El conjunto que dirige Xavi se mide al Valencia en el Camp Nou con el objetivo de recuperar las buenas sensaciones que el equipo tenía hace un par de semanas y, como mínimo, mantener la distancia de 7 puntos ... que conserva en el liderato respecto al Real Madrid. Tendrá que hacerlo una vez más con las bajas de Lewandowski, Pedri y Dembélé, tres ausencias capitales a las que se une la de Gavi por sanción. Será un partido para pasar página del duelo de Copa y centrarse en una Liga que encara su recta final y para la que está en una posición inmejorable.
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«Hemos de cambiar el chip de la Copa. El Barça es el club más difícil del mundo, ganas al Real Madrid y no convences y si es al revés es fiesta nacional. Ya lo dije el año pasado y me dieron hostias como un piano», afirmó Xavi en la rueda de prensa previa al partido de su equipo contra el Valencia. El técnico catalán quiere pasar página en una semana en la que se ha hablado más del estilo que del golpe encima de la mesa que los suyos han dado en la Copa ante el eterno rival.
Y es que frente a los blancos el Barça salió ileso de un momento de incertidumbre. Los culés firmaron una semana 'horribilis' antes del clásico copero cayendo en Old Trafford primero y en Almería después. Fueron dos pinchazos que hicieron saltar todas las alarmas en un grupo que solo cuatro días después removió todos sus cimientos y firmó un partido nunca antes visto en el Santiago Bernabéu. Los culés renunciaron a su ADN ante las bajas de jugadores fundamentales y cuajaron un partido en el que solo tuvieron un 35% de posesión, dispararon dos veces y realizaron un encuentro basado en una defensa numantina. El Barça se reinventó y ahora, con los mismos ausentes, tendrá que decidir qué equipo quiere ser, si el de antaño o el que le ha servido para sacar las castañas del fuego en un momento crítico de la temporada.
Para ello, Xavi deberá sobreponerse de nuevo a la ausencia de algunos de los jugadores que dan sentido al estilo culé. No estarán de nuevo por lesión Robert Lewandowski, Pedri y Ousmane Dembélé, tres bajas de futbolistas clave a las que se suma la de Gavi, que cumple sanción tras ver la quinta tarjeta amarilla ante el Almería. Todas estas bajas condicionarán un once en el que el técnico de Tarrasa dirime de nuevo entre el 4-4-2 o el 4-3-3, un dibujo que cobra fuerza ante la plaga de bajas. En el primer caso, Sergi Roberto y Franck Kessié podrían ser los acompañantes de los fijos Busquets y Frenkie de Jong, mientras que en el segundo se abriría la posibilidad para un tridente formado por Ferran Torres, Raphinha y Ansu Fati, que tendría una nueva oportunidad para ganarse un sitio en la rotación.
Enfrente estará un equipo que la semana pasada recuperó el pulso, pero que sigue con respiración asistida. El Valencia es antepenúltimo, en puestos de descenso, y está viviendo una auténtica pesadilla durante toda la temporada. De Gattuso se pasó a Voro y ahora a Rubén Baraja, un hombre de la casa con el que recuperar el ADN y sacar a la entidad del atolladero en un momento crítico. Hasta ahora, ha firmado una derrota en Getafe y una sufrida victoria en Mestalla ante la Real Sociedad. Fue un partido que sirvió para empezar a creer en dar la vuelta a la situación. Y eso es precisamente lo que los che quieren hacer en el Camp Nou, dar un golpe encima de la mesa en uno de los escenarios más complicados de la competición, lograr un punto de inflexión y comenzar una remontada liguera que aleje el fantasma del descenso, ese que lleva deambulando desde agosto por la capital del Turia.
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Para ello, Baraja deberá hacer encaje de bolillos con un equipo en el que no paran de acumularse los problemas. El Pipo no podrá contar por lesión con Jaume Doménech, Gabriel Paulista, Gayà, Marcos André, Nico y es probable que tampoco pueda hacerlo con Edinson Cavani, aquejado de problemas musculares. Ante estas ausencias, el Valencia podría apostar por guardar la ropa y buscar el contragolpe gracias a la velocidad de jugadores como Samuel Lino, Hugo Duro, Castillejo o Kluivert, un plan que ya le suena a Xavi como propio y con el que el Valencia pretende hacer sonar la traca en el Camp Nou.
El Barça dio este domingo ante el Valencia un paso más hacia el título de Liga. El conjunto de Xavi se impuso en el Camp Nou por la mínima y pidiendo la hora en un partido en el que nuevamente no exhibió su mejor versión, pero en el que tampoco la necesitó. Un tanto de Raphinha en la primera mitad fue suficiente, pese a la expulsión de Araujo en la segunda y el penalti fallado por un negado Ferran, para lograr tres puntos que permiten recuperar la buena dinámica en el campeonato doméstico y descontar una semana más en el calendario en busca del título.
Cerrar de un portazo el debate sobre el estilo. Esa era la obsesión de Xavi desde que terminara el duelo en el Bernabéu y eso se notó desde antes de empezar el choque con un once que era una declaración de intenciones. El de Tarrasa se olvidó del 4-4-2 y retomó el clásico 4-3-3 culé, con Busquets y De Jong en la sala de máquinas y con un tridente novedoso en el que Raphinha, Ferran y Ansu Fati tenían una reválida más para dar un paso al frente.
El plan de Xavi, que contaba con ser dominadores de la pelota ante un rival replegado, fue de inicio una idea previsible para el Valencia. Rubén Baraja cedió metros, redujo espacios y demostró en los primeros compases que tenía armamento de sobra en ataque para poder dar algún susto. Ese esperanzador inicio fue un resumen de lo que los valencianos han sido este curso, un equipo que apunta maneras pero que recibe golpes, uno tras otro, cuando menos se lo espera.
Barcelona
Ter Stegen, Koundé, Araujo, Christensen, Balde, Busquets, Sergi Roberto (Eric García, min. 81), Frenkie de Jong (Kessié, min. 46), Raphinha (Alarcón, min. 87), Ansu Fati (Marcos Alonso, min. 61) y Ferran Torres.
1
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0
Valencia
Mamardashvili, Correia (Castillejo, min. 62), Cenk, Cömert (Diakhaby, min. 55), Jesús Vázquez, Hugo Guillamón, Ilaix Moriba (Fran Pérez, min. 62), Almeida (Musah, min. 78), Foulquier, Samuel Lino (Kluivert, min. 78) y Hugo Duro.
Gol: 1-0: min. 15, Raphinha.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castellano-manchego). Expulsó a Araujo (min. 59).
Incidencias: Partido disputado en el Camp Nou ante 89.644 espectadores.
En esta ocasión el golpe fue directo al mentón y vino en una jugada aislada después del primer cuarto de hora. Busquets pilló a la defensa rival saliendo del fuera de juego y puso un balón medido a Raphinha para que el brasileño hiciera el primer gol tras una salida en semifallo de Mamardashvili. Ese tanto fue el preludio de lo que se veía venir. El Valencia tenía pies de barro y el Barça al tran-trán tuvo dos buenas ocasiones en los pies de Raphinha y Ferran, que esta vez si logró desbaratar el meta georgiano. Fueron dos chispazos en una primera mitad de ritmo lento en la que los culés no encontraron la fluidez de antaño y en la que tuvieron tiempo de contener el aliento tras dos remates desviados de Correia y Lino.
Tras la reanudación, Xavi aceleró el paso. Introdujo a Kessié, más llegador, por De Jong y cambió de posición a Ansu Fati y Ferran para que el ex del City pudiera tener el desborde que demostró ante el Cádiz. La jugada le pudo salir muy bien de no ser por los pequeños detalles, esos que hicieron que Militao marcara en propia puerta y que ahora, sin embargo, se le volvieron en su contra. El palo evitó que Ferran desde el punto de penalti y Ansu Fati en una jugada asociativa ampliaran la renta y acto seguido se produjo una jugada desgraciada que terminó con Araujo expulsado. Al central uruguayo no le quedó otra que agarrar a Hugo Duro para evitar que enfilara a Ter Stegen después de una mala cesión de Koundé.
Fueron apenas cinco minutos de vértigo que cambiaron por completo la disposición del choque. El Barça mutó en el equipo que asaltó el Bernabéu y el Valencia hizo todo lo contrario, se volcó en busca de un gol que le permitiera cambiar su historia esta temporada. En ese escenario se movieron mejor los culés. Xavi dispuso un improvisado 4-3-2 dando entrada a Marcos Alonso por Ansu, gris una vez más, y así parapetó a un equipo que logró sufrir lo mínimo. El conjunto de Baraja lo intentó pero se topó con el orden de un Barça que ya sabe cambiar los registros y que pasito a pasito, con el 1-0 grabado a fuego, sigue acercándose a su objetivo prioritario
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