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Agüero marcó el único gol del Barça cuando el clásico ya estaba resuelto a favor del Real Madrid. reuters
Un Barça sin gol
Jornada 10

Un Barça sin gol

El conjunto de Koeman volvió a perdonar varias ocasiones claras y lo pagó caro en el clásico ante un Madrid más hecho

Daniel panero

Domingo, 24 de octubre 2021, 18:40

El Barcelona pecó este domingo ante el Real Madrid una vez más de falta de efectividad de cara a la portería rival. El conjunto que dirige Ronald Koeman gozó de varias ocasiones a lo largo de todo el choque, pero fue incapaz de materializarlas y ... lo acabó pagando con una derrota ante el eterno rival. Ni Dest, ni Piqué, ni Ansu, ni Coutinho evitaron que los culés se quedaran secos en ataque hasta el último minuto, cuando el partido ya agonizaba. El duelo ante los blancos puso de manifiesto el gran lunar culé en lo que se lleva disputado de temporada, la falta de gol.

«No se puede perdonar tanto. Nos jugábamos la vida y perdonamos. Hay que ser más efectivos», afirmó Koeman tras el partido que su equipo venció por la mínima en Champions League ante el Dinamo de Kiev el pasado miércoles. Sus palabras, que ya las había dicho en encuentros anteriores, eran un aviso a navegantes ante el compromiso que su equipo tenía el fin de semana ante el Real Madrid, un rival contra el que no te puedes permitir ese tipo de concesiones si quieres sumar los tres puntos.

Lo dijo Koeman y dio en el clavo. El Barcelona saltó al terreno de juego del Camp Nou sin miedo a su rival. Dispuso del balón en la primera mitad y gracias a una buena circulación gozó de ocasiones, pero una vez más se topó con un muro. El caso más evidente fueron los siete minutos que transcurrieron entre el minuto 25 y el 32. En ese lapso de tiempo cabe un abismo. Sergiño Dest recibió totalmente solo ante Thibaut Courtois para disparar a placer, pero mandó el balón a las nubes ante la desesperación del Camp Nou. La siguiente ocasión fue para el Real Madrid en un contragolpe y David Alaba no perdonó. El defensa austriaco soltó un latigazo desde la frontal al segundo palo imparable para Ter Stegen.

Esos siete minutos marcaron el partido para el Barcelona y cargaron de argumentos a Koeman. El conjunto culé es en la actualidad un equipo que apunta muchas cosas y que incluso por momentos juega bien al fútbol, pero que no es resolutivo en las áreas, donde se ganan los partidos. Así fue contra el Dinamo de Kiev y así volvió a ser ante el Real Madrid. La inoperancia del Barça en ataque llevó a los culés a quedarse a cero en los dos test más importantes que había tenido esta temporada contra el Bayern y el Benfica y a punto estuvo de hacerlo contra los blancos si Agüero no hubiera marcado cuando el partido ya agonizaba.

La falta de pegada del Barça tuvo su consecuencia inmediata con el gol de David Alaba pero continuó durante todo el choque. El Camp Nou asistió a un ejercicio de paciencia primero y de frustración después. Piqué, Ansu Fati, Memphis Depay o Philippe Coutinho probaron fortuna ante la portería de Courtois a lo largo de todo el partido pero lo hicieron sin el acierto que precisaba el Barça para abrir a un Real Madrid que se mostró cómodo ante la falta de eficacia de los de Koeman. El colmo para los culés ocurrió en el descuento cuando se volvió a repetir la misma escena que en la primera mitad. Los culés tuvieron una ocasión, perdonaron y en el contragolpe Lucas Vázquez cerró el partido.

En total, el Barça realizó un total de doce remates a lo largo de todo el choque, de los cuales solo dos, uno de Ansu Fati al poco de iniciar la segunda mitad y el de Agüero que acabó en gol fueron entre los tres palos de la portería defendida por Courtois. El resultado a esa batería de ocasiones fue un Barça frustrado que a punto estuvo de quedarse a cero como ya ocurriera ante Bayern de Múnich, Cádiz, Benfica o Atlético de Madrid.

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