El Atlético recupera la senda del triunfo

El partido comenzó con el Atlético volcado. El Cholo puso en liza su ya clásico 5-3-2 con Saúl como novedad en la medular y con Nahuel Molina y Carrasco como carrileros largos con los que avasallar a un rival que prometía un repliegue intensivo y un centro del campo extremadamente poblado.

El plan funcionó y los rojiblancos empezaron mandando en campo contrario y con hasta cuatro llegadas claras en los primeros compases. Griezmann en dos ocasiones y Saúl se toparon con la madera y Morata vio como le anulaban dos goles por claro fuera de juego. Esa lluvia fina que caía sobre los rojillos no le gustó nada a un Jagoba Arrasate que instó a los suyos a tener más la pelota y así amansar a un rival indomable. Y es que el Atlético cedió metros y cuando los navarros salieron de la cueva dieron un zarpazo al contragolpe antes del descanso con Griezmann como asistente a la carrera y con Carrasco como finalizador a placer.

Tras la reanudación, Morata se quedó en el banquillo por problemas cervicales tras recibir un golpe de David García en la jugada del gol y Arrasate varió el sistema al 5-3-2 con la entrada de Juan Cruz para protegerse mejor en los costados. La idea del técnico vasco era soltar más en ataque a sus laterales, un plan que cuajó con dos llegadas de peligro que terminaron en las manos de Grbic y en la grada después de un cabezazo desviado de Budimir.

Fue el peor momento de un Atlético al que en la segunda vuelta todo le sale de cara, y así fue una vez más. Saúl recogió un balón en el área y fusiló con un derechazo a Sergio Herrera para ampliar la ventaja y encarrilar un choque que sentenció en la recta final Ángel Correa tras un balón a la espalda de los centrales. Con este triunfo, el Atlético se resarce de la inesperada derrota en Elche y se garantiza de forma matemática plaza Champions.