El Atlético perdona, lo paga, pero salva los muebles

«El Villarreal es un gran equipo, tiene siempre muy buenos futbolistas y sobre todo ahora un grandísimo entrenador, que sabe competir muy bien y ha transmitido esto a su equipo», advirtió Simeone, lleno de elogios hacia la figura de Unai Emery, sobre un rival del que no se fía y que será la primera gran piedra de toque del curso para el campeón, que hasta ahora es junto al Sevilla el único equipo de la Liga que ha amarrado todos los puntos en juego.

La ruta comienza a tornarse más exigente y es por eso que Luis Suárez, hasta ahora de rodaje con sendas medias horas finales contra el Celta y el Elche, se alista para la batalla ante el 'submarino amarillo'. El uruguayo ha encontrado un gran relevo realizador a través de Correa, autor de las tres dianas del Atlético en lo que va de curso y que se ha hecho acreedor de un puesto en el once. También su compatriota De Paul, que gustó en el estreno en el Metropolitano y que junto con el regreso de Hermoso a la zaga dejaría en el banquillo a Saúl y Lemar, hasta ahora titulares incluso a pesar de las dudas sobre el futuro del ilicitano, finalmente más cercano a la continuidad.

Ya está a disposición la última adquisición colchonera, el brasileño Matheus Cunha, que aunque todavía arrastra ligeras molestias derivadas de su participación en los Juegos Olímpicos podría debutar con la rojiblanca ante el Villarreal. Mientras, el conjunto amarillo no podrá contar con dos pilares como Parejo y Chukwueze, pero se aferra a la inspiración de Gerard Moreno para romper su sequía en este inicio liguero y volver a pescar algo positivo en territorio atlético.

Difícilmente explicable el duelo del Metropolitano entre el Atlético y el Villarreal. Como el propio fútbol. Y es que el conjunto rojiblanco mereció una sólida ventaja en la primera parte, pero se fue sin premio al descanso. Luego se vio por debajo en el marcador con un golazo de Trigueros, reaccionó a través de Luis Suárez -al que al menos le sigue sobrando gol-, pero facilitó el 1-2 en un error de Giménez y Hermoso al alimón. Parecía definitivo, sin embargo quedaba otro fallo grosero de entendimiento, esta vez entre Mandi y Rulli, que ocasionó el autogol del primero para la igualada final con la que el campeón salvó los muebles.

Dominó con insistencia el Atlético en los primeros minutos, con un Villarreal pertrechado en su propia área ante el constante empuje rojiblanco derivado de una presión incansable. Correa, el hombre que monopolizaba el gol colchonero en el comienzo de Liga, llevaba el peso de una ofensiva continua, pero el que tuvo la más clara fue Lemar. El francés arrancó desde el centro del campo como una bala, descargó hacia la derecha para Trippier y atacó con determinación el remate a pase del inglés, aunque se topó con el paradón de Rulli y el palo cuando se cantaba el gol en el Metropolitano.

Solo una acción de Gerard Moreno en área rojiblanca, aunque mal resuelta por el delantero catalán, permitió al Villarreal respirar un poco, trasladando el foco del juego a una posición lejana de su área. Fue antes de que el duelo entrase en una fase áspera, especialmente con una entrada muy dura de Correa sobre Albiol, en la que predominaron los encontronazos y las protestas sobre el juego vistoso.

No obstante, antes del descanso volvió a tenerlas el Atlético, y bastante claras. El equipo de Simeone pilló desprevenida a la defensa del 'submarino amarillo' tras un robo de balón. Lemar la tocó de cabeza, Correa se la llevó ante la salida de Rulli y la dejó atrás para la llegada de Carrasco, que superó al guardameta argentino pero se topó con una maraña de piernas adversarias sobre la misma línea de gol. Ya sobre la hora, otra vez Lemar, hiperactivo, centró desde el costado izquierdo y Trippier remató de cabeza. Era de gol el testarazo del inglés pero se topó con el cuerpo de Mandi, providencial para desviar el balón.

Parecía cuestión de tiempo que el Atlético hallase recompensa a su dominio total, pero otra vez más el que perdona lo paga. El Villarreal se estiró al contraataque a través del desborde de Yéremi, que la puso hacia la frontal del área, donde Trigueros descerrajó un gran zapatazo para inaugurar la nómina de goles amarillos esta temporada y poner por delante al 'submarino' aunque ni mucho menos lo mereciese a tenor del global del partido.

Luis Suárez, hasta ahora de rodaje en el inicio liguero, activó su gen asesino a raíz de la compleja situación y demostró por qué Simeone apostó por su inclusión en el once en cuanto pudo. Correa la puso desde la derecha y el charrúa no dudó: remate seco y para dentro. La primera diana en su cuenta particular este curso.

Mientras Simeone tenía que prescindir de Carrasco y especialmente del goleador Suárez por aquello de la gasolina, Unai Emery, como fino analista, detectó que su gran problema estaba en el carril izquierdo de su equipo, por lo que lo varió por completo, con la entrada de Pedraza y Danjuma. El neerlandés de origen nigeriano, que ya vistiendo la camiseta del Brujas y en Champions dejó su impronta en el Metropolitano con un golazo, aprovechó la ausencia de entendimiento entre Giménez y Hermoso y el pase de Yéremi para definir aplomo, que tiene mérito ante Oblak.

El guion de partido parecía escrito. Así lo entendía incluso el aficionado atlético, cariacontecido en la grada, pero quedaba otro error grosero de vuelta en el último instante. Rulli salió a por un balón innecesariamente y Mandi, que no escuchó a su portero, la cedió atrás de cabeza. Ya no había nada que hacer, el esférico entró mansamente en la puerta amarilla permitiendo al campeón salvar un punto en un partido extraño.