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En pleno debate musical sobre el clásico, a vueltas con que si el Barça representa a los Rolling Stones y el Real Madrid a los Beatles por aquello del 'Hey Jude' en honor a Bellingham, el Atlético sigue empeñado en demostrar que existe una tercera ... vía futbolística y musical. Y es que el equipo de Simeone maneja con solvencia varios libretos y desde que hizo el ridículo en Mestalla no para de ganar.
Para cerrar el domingo, venció al Alavés tras un primer tiempo de puro rock and roll y una segunda parte más medida, y ya se ha instalado en la tabla con un punto de ventaja sobre los culés y a tres de blancos y del Girona. Le falta el partido aplazado ante el Sevilla que se jugará el 23 de diciembre ante el Sevilla en el Metropolitano.
Koke lleva la batuta, Griezmann maneja el ritmo y Morata, autor de un gol y una asistencia, ejecuta. Noche cómoda, decimocuarto triunfo consecutivo del Atlético en casa, cifra récord, y descollante actuación de Riquelme, quien descerrajó al animoso rival partiendo del lateral izquierdo.
Atlético
Oblak, Molina (Azpilicueta, min. 81), Savic, Witsel, Hermoso (Giménez, min. 819, Riquelme, Koke, De Paul (Barrios, min. 67), Saúl (Llorente, min. 58), Griezmann y Morata (Correa, min. 66).
2
-
1
Alavés
Sivera, Gorosabel, Sedlar, Abqar, Duarte, Antonio Blanco (Benavidez, min. 84), Guevara, Guridi (Hagi, min. 63), Rioja (Rebbach, min. 63), Álex Sola (Javi López, min. 46) y Samu Omorodion (Kike, min. 73).
Goles: 1-0: min. 26, Riquelme. 2-0: min. 45+6, Morata. 2-1: min. 90+7, Guevara
Árbitro: Muñiz Ruiz (Comité Gallego). Amarilla a Llorente, Duarte, Giménez y Hagi
Incidencias: Partido de la 11ª jornada disputado en el Metropolitano. Noche lluviosa.
Salió a escena muy valiente el Alavés, presionando la salida del Atlético, pero fue un espejismo porque enseguida los rojiblancos se hicieron con el dominio absoluto en todas las facetas del juego. Más intensos, ganadores en los duelos individuales, más técnicos, muy abiertos con dos laterales larguísimos como Nahuel y Riquelme, y muy rápidos en las combinaciones a pocos toques, llevaron el partido a su terreno.
Las ocasiones locales fueron llegando, con los vitorianos corriendo desesperados detrás del balón. Solo cuando podía controlarlo Omorodion, propiedad ya del Atlético, sus compañeros respiraban algo. Pero el once del Cholo no daba tregua bajo la lluvia. El gol parecía solo cuestión de tiempo, aunque en este juego la trama suele chocar con el desenlace, y lo selló Riquelme, el mejor junto a Griezmann y Morata.
El canterano, otro invento del Cholo para el lateral izquierdo en ausencia de Reinildo y el reconvertido Samu Lino, recortó a Gorosabel y definió ante Sivera con la habilidad y el temple de un delantero. Demostró por qué fue titular en lugar de Javi Galán. El ex del Celta es el defensa zurdo más específico del Atlético, pero aún no le convence a Simeone, que lo señaló al retirarlo en el descanso de Celtic Park.
Ya en ventaja, el equipo madrileño bajó el pistón, lógico porque ese ritmo era endiablado, pero supo gobernar la situación a través del balón, una de las virtudes de la que el Atlético carecía en otros tiempos del Cholo. A punto de cerrarse el telón el primer acto, cuando los de Mendizorroza se daban con un canto en los dientes con una derrota mínima, Koke vio el desmarque de Morata, se la puso en largo y el ariete de La Roja hizo el resto. Recorte algo afortunado y tremendo disparo con la zurda a la escuadra. Su sexta diana en esta Liga.
Se reanudó el choque con un cambio de jugador y de sistema en el Alavés con la entrada de Javi López por Álex Sola. Luis García Plaza trató de contrarrestar al Atlético, su equipo de cuna, con un dibujo similar y lo cierto es que los babazorros sufrieron menos. También porque los del Metropolitano contemporizaron. Entraron luego Rebbach y el hijo de Gica Hagi, palabras mayores, pero el equipo del Cholo vivía tranquilo. Tanto que el argentino comenzó a gestionar los minutos de algunos jugadores muy desgastados como Morata.
La noche estaba tranquila, pero el público se soliviantó con el árbitro por una jugada difícil. Duarte trató de placar a Llorente, que se lo quitó de encima con un manotazo. La jugada terminó en gol de Griezmann, pero el juez había cortado el juego antes por falta de los visitantes y amonestó tanto a Llorente como a su defensor. Y el pleito murió con cierta incertidumbre por el inesperado gol de Guevara en el descuento. Sin algo de sufrimiento, no sería el Atleti.
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