Algunos de los incidentes del derbi madrileño. Dazn

Antiviolencia propone el cierre total del Metropolitano durante dos semanas

Además, el organismo estatal pide una multa de 65.000 euros al Atlético, club al que el Comité de Competición ya ha condenado con la clausura de la zona baja del Fondo Sur por tres partidos

Ignacio Tylko

Madrid

Martes, 15 de octubre 2024, 14:41

Dicho y hecho. El Gobierno ya advirtió sobre la necesidad de imponer al Atlético de Madrid una sanción ejemplarizante por los incidentes ocurridos en el derbi del pasado 29 de septiembre y este martes la Comisión de Antiviolencia ha propuesto el cierre total del estadio Metropolitano durante quince días, además de una multa de 65.000 euros al club rojiblanco.

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Una petición más efectista que efectiva porque este organismo estatal no tiene capacidad ejecutiva y estos mismos hechos ya han sido juzgados por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol, que castigó al Atlético con tres partidos de clausura parcial del recinto, solo de la zona baja del Fondo Sur, y sanción económica accesoria de 45.000 euros.

Todo ello a causa del bochorno ocasionado por los violentos del Frente Atlético en dicho partido, cuando varios radicales lanzaron mecheros a Thibaut Courtois después de que el portero belga celebrase el gol de Éder Militao dirigiéndose con gestos a la grada donde se ubican los cafres que avergüenzan en primer lugar al resto de seguidores del Atlético y en segundo lugar a todo el fútbol español.

El guardameta recorrió medio campo para entregar esos primeros objetos que cayeron en su área al colegiado Busquets Ferrer y como los insultos y el lanzamiento de encendedores arreciaron tras el primer aviso por megafonía del estadio, el árbitro balear tuvo que aplicar el protocolo, enviar a los jugadores al vestuario e interrumpir el partido durante unos 20 minutos.

«Un antes y un después»

Hace solo dos semanas, Antiviolencia, cuya presidencia alternan el Ministerio del Interior y el Consejo Superior de Deportes, ya se reunió para analizar los sucesos. Entonces, sus integrantes calificaron los hechos como «muy graves» y, por ello, ya avanzaron su deseo de que las sanciones marcasen «un antes y un después» en todo el deporte español. Tal y como explicó el propio CSD en un comunicado, tildaron «inaceptable» lo sucedido en el Metropolitano.

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«En ningún caso es admisible que se normalicen conductas que están alejadas del buen orden público, siendo necesaria la colaboración de todos los asistentes para mantener el fútbol como un espectáculo deportivo seguro. El deporte debe ser un espacio de convivencia y respeto, donde las aficiones animen a sus equipos con pasión, pero siempre en cumplimiento de las normas de respeto, civismo y seguridad», expone Antiviolencia.

De este modo, el Gobierno cumple con la promesa que la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, trasladó días después del derbi. En dicha intervención, Alegría anticipó una sanción contundente y severa para el club rojiblanco. Ahora, la Secretaría de Estado de Seguridad será el organismo encargado de ratificar esta propuesta sanción.

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Probablemente se trate de una sanción más efectista que efectiva. Liso y llanamente, puro postureo. El problema reside en que las propuestas de Antiviolencia suelen caer en saco roto. Además, en este caso los hechos ya han sido juzgados hace solo dos semans por el tribunal deportivo de primera instancia y recurridos por el Atlético ante Apelación por considerar la condena «desproporcionada». Si no prosperan sus alegaciones, la sanción se aplicará a los tres próximos partidos que el Atlético juegue en casa: frente a Leganés, Las Palmas y Alavés.

En su defensa, el club que preside Enrique Cerezo argumenta que condenó públicamente los hechos, que actuó con celeridad y que ya ha expulsado a cuatro socios identificados e involucrados en el lanzamiento de objetos a Courtois. A uno de ellos se le incautó el arma blanca que portaba en el interior del estadio.

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Entienden desde el Metropolitano que «el comportamiento inaceptable de unos pocos no puede suponer un castigo tan desmedido hacia una gran mayoría que no cometió ninguna falta». Sostienen que en esa zona del estadio acuden a presenciar cada encuentro unas 8.000 personas y que, ya solo con el cierre de la parte baja del Fondo Sur, pagarían justos por pecadores.

«Desproporcionada»

Más desproporcionado sería todavía, a juicio del Atlético, si se consumara un cierre total, toda vez que los aficionados del resto del estadio abuchearon de forma mayoritaria a los ultras y también reprocharon que los jugadores saludasen al término del partido a los hinchas de esa grada como es habitual en el inicio de la especie de vuelta de honor a todo el recinto.

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En contra de lo que todo indica tenor de los hechos y, sobre todo, el negro historial del Frente Atlético, el Atlético niega que ampare y proteja a los delincuentes o a esos violentos que presencian los partidos escondidos en los pasamontañas pese a que el acceso a esa zona es con huella dactilar los abonos no son transferibles y se supone que no pueden pasar al estadio ni condenados, ni hinchas con antecedentes penaltis. Recuerdan además fuentes del Atlético que este grupo de ultras no existe como peña oficial del club desde que se produjo el asesinato de Jimmy en los aledaños del Vicente Calderón tras una reyerta entre hinchas radicales llegados de diversos puntos de la geografía española con ocasión de un partido entre los rojiblancos y el Deportivo de La Coruña.

Tirar de hemeroteca

Es victimismo tradicional colchonero y pregonar en el desierto porque los tiempos y sobre todo la legislación han cambiado, pero fuentes del Atlético comparan en privado todo esto con dos hechos históricos que no tuvieron sanción a los clubes implicados ni tanto revuelo mediático, ni mucho menos comparecencias de ministros reclamando sanciones entonces para el club blanco.

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El primero tuvo lugar en el clásico de enero de 2013 en el Santiago Bernabéu. Gerard Piqué recibió un mecherazo y cuando se dirigía al árbitro para advertirle de lo sucedido, Puyol le arrebató el objeto, lo lanzó fuera del terreno de juego e instó a su compañero a seguir jugando.

El segundo, más curioso, tuvo lugar en la final de Copa de ese mismo año. El propio Courtois, entonces héroe del triunfo Atlético en feudo del terno rival, cayó al suelo y tuvo que ser atendido tras recibir el impacto en la cabeza de un mechero lanzado desde el Fondo Sur del Santiago Bernabéu. Tras el encuentro, el belga restó importancia a lo ocurrido y dijo textualmente que «hay que entender la frustración de los hinchas».

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