Dos gestos marcaron el duelo entre Villarreal y Atlético de Madrid en La Cerámica, un partido que más que eso era una reválida para el líder de la Liga. La rabia de Joao Félix tras su gol y la celebración efusiva de Simeone ... por la victoria una vez acabado el duelo reflejaron a la perfección lo que estaba en juego y la importancia que se le daba al compromiso en feudo amarillo en el vestuario colchonero.
Publicidad
Ya sin las emociones a flor de piel, la versión oficial atribuye las palabras y la agresiva gestualidad del portugués, que mandó callar a alguien en la zona de banquillos, a un pique con su compañero Renan Lodi, que habría tratado de motivar al luso pidiéndole más intensidad para revelarse ante la situación después de más de un mes sin ver puerta, con coronavirus incluido de por medio.
Llamó la atención la vehemencia de un futbolista al que por ahora se le ha visto más potencial y talento que determinación para demostrarlo. Es evidente que el carácter del ex del Benfica y el de Simeone, todo ímpetu, parecen chocar. Esa sensación también quedó después de las declaraciones del técnico argentino en la sala de prensa de La Cerámica. «Tendríamos que preguntarle a él. Cuando le toque hablar, le preguntáis. Hizo un gran partido. Me encanta que los jugadores se rebelen y busquen estar fuertes. Es muy importante para nosotros», valoró el preparador rojiblanco respecto a la llamativa celebración del portugués.
No es la primera señal desde el vestuario atlético de que se tiene la sensación de que a Joao Félix le sobra calidad pero le falta una intención clara por manifestarla sobre el césped. Una opinión que ya fue captada por las cámaras en el túnel de vestuarios del Metropolitano al descanso del partido de Champions frente al Salzburgo, a través de una conversación entre Oblak y Saúl, que compartían la admiración por el talento del '7' colchonero pero coincidían también en pedirle un paso al frente.
Más información
Bien es cierto que no resulta fácil la adaptación a las exigencias de Simeone, especialmente en el apartado táctico y de trabajo colectivo que demanda el sistema del argentino, pero también que ha pasado ya temporada y media desde la llegada de Joao Félix al Atlético y los 127 millones de su traspaso pesan y mucho. Ahora, después de dejar a un lado esa apatía que muchas veces se le reprocha y levantar la voz a través de una celebración que durante unas horas ha copado tertulias y movido ríos de tinta, queda la duda sobre su hipotética titularidad en el derbi madrileño del próximo domingo en el Metropolitano.
Publicidad
Los tres puntos ante el Villarreal resultaban fundamentales después de haber sumado solo cinco de los últimos doce en juego, una condición que había permitido a Real Madrid y Barça meterse en la pelea por el título de Liga. A esa racha negativa se unía la derrota frente al Chelsea en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones, un tropiezo que multiplicó las dudas en el entorno con el planteamiento táctico de Simeone.
No se puede afirmar que se tratase de un salto cualitativo en cuanto al juego desplegado, pero permitió recuperar esa sensación de solidez que venía exhibiendo el Atlético en Liga, basada en la pegada y en volver a dejar la puerta propia a cero, algo que no conseguía en las últimas siete jornadas. Los tres puntos permiten además mantener cierto colchón sobre el Madrid ya en semana de derbi y afrontar con mayor tranquilidad y reforzado un duelo que puede tener la condición de decisivo en la lucha por el campeonato.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Los Reyes, en el estand de Cantabria en Fitur
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.