El Barça naufraga en Almería y reabre la Liga

«Tenemos que aprender de estos partidos. No podemos estar pendientes del jueves, aunque sea un clásico de Copa. Tenemos que estar enfocados en competir mañana», afirmó Xavi este sábado en la rueda de prensa previa al duelo de su equipo frente al Almería. El técnico de Tarrasa sabe de la importancia de dejar atrás el varapalo de la Europa League antes del duelo ante el Real Madrid el próximo jueves, un encuentro que puede cerrar una semana trágica en caso de derrota o todo lo contrario, allanar el camino a un nueva final.

El partido ante el Almería es además una oportunidad para el Barça de comenzar a cerrar la herida sufrida en Old Trafford. Los culés cayeron en Europa por cuarta vez en poco más de un año y sufrieron un nuevo revés en la moral de un grupo que ya sentía que podía competir con los más grandes. No ha sido así ni en Champions ni en Europa League y ahora Xavi debe levantar a un equipo que mantiene, eso sí, intacta la buena inercia en Liga, donde ha sumado 59 de los primeros 66 puntos en juego, y donde puede dar un nuevo golpe encima de la mesa si logra ganar de nuevo a domicilio, un hábitat en el que Xavi se ha mostrado especialmente cómodo desde que aterrizara en el banquillo culé.

Para ello, el técnico de Tarrasa no podrá contar con dos futbolistas fundamentales en el engranaje de su equipo y otro que apuntaba a serlo, pero que de momento está a medio camino. Pedri, Dembélé y Ansu Fati no estarán por lesión y su ausencia condicionará un once en el que la principal novedad será el regreso de Gavi tras su baja por sanción en la Europa League. El joven centrocampista jugará en la medular junto a Busquets, Frenkie de Jong y un tercer integrante que saldrá de la dupla Kessié-Sergi Roberto. La otra duda para Xavi está en la zaga. Ronald Araujo se tuvo que retirar en Old Trafford por problemas físicos y puede ser uno de los jugadores que tenga descanso en favor de Eric García ante el trascendental encuentro copero que los culés disputan ante el Real Madrid el próximo jueves en el Santiago Bernabéu.

Enfrente estará un equipo en horas bajas y que necesita como el comer empezar a sumar puntos para huir de la quema del descenso. El Almería se ha metido en las últimas jornadas en serios problemas después de tres tropiezos consecutivos ante Rayo Vallecano, Betis y Girona. Especialmente complicado fue el duelo ante estos últimos con un 6-2 que Rubi calificó como «el día más duro» de su carrera como entrenador y que ha provocado un terremoto en un grupo que espera asomar la cabeza nada más y nada menos que ante el líder de la competición, todo un Barcelona. Para ello, Rubi podrá contar con todos sus futbolistas a excepción de Gonzalo Melero, que continúa con problemas en la rodilla. Será la única ausencia en un equipo que sigue con problemas defensivos -solo el Elche ha recibido más goles- y que, pese a ello, podría repetir el 4-3-3 tan característico del técnico.

Paso atrás del Barça en su lucha por el título de Liga. El conjunto que dirige Xavi cayó este domingo en Almería en un partido en el que los azulgranas no estuvieron cómodos en ningún momento y en el que apenas fueron capaces de inquietar la portería de Fernando. Un gol de El Bilal en la primera mitad castigó al líder del campeonato, que desperdició la oportunidad de abrir brecha en la Liga y llegará al clásico copero del jueves en el Bernabéu después de dos derrotas consecutivas.

Con un ojo puesto en Old Trafford y otro en la eliminatoria de Copa del Rey frente al Real Madrid. Así salió el Barcelona a jugar frente al Almería. Xavi dispuso un once en el que dio descanso a teóricos titulares como Araujo, Koundé, Balde o Raphinha y eso degeneró en un mensaje erróneo para un equipo que salió a medio gas. Los culés no fueron capaces de igualar la intensidad en los primeros instantes de un Almería que ganó la batalla en la medular gracias al 4-4-2 sorpresa de Rubi y a una presión adelantada que asfixió a los Christensen, Eric García y compañía. Los andaluces ganaron todos los duelos y en uno de ellos se asociaron Luis Suárez y El Bilal Touré en una jugada de manual a la espalda de los centrales para que el punta de Mali fusilara a placer a Ter Stegen, abriera el marcador y castigara el mal inicio azulgrana.

El tanto local puso justicia a una primera mitad en la que el Barça estuvo desdibujado y en la que no tuvo la fluidez habitual en la circulación de pelota. Ni siquiera después del gol de El Bilal Touré se pudo ver la mejor versión de un equipo incapaz de meter a su rival en campo contrario, de encontrar pases que consiguieran superar líneas y de lograr ventajas para que Ferran Torres o Jordi Alba pudieran desbordar desde los costados. Los culés estuvieron espesos y se fueron al descanso con malas sensaciones y sin un solo remate entre palos para desgracia de Xavi, que negaba con la cabeza ante la ocasión que los suyos estaban desperdiciando de darle un nuevo mordisco a la Liga.

Tras la reanudación, Xavi quiso dar una vuelta de tuerca al partido. Su 4-4-2 había gripado en la primera mitad ante la réplica táctica de Rubi y su equipo necesitaba soluciones para desactivar la trampa del Almería. La apuesta del técnico de Tarrasa fue dar entrada a Raphinha en el extremo diestro en lugar de Kessié y cambiar de banda a Ferran Torres. Los cambios, que viraron el sistema hacia el 4-3-3, le sentaron bien a un conjunto que se enfrentaba a un encuentro totalmente diferente. Los culés ahora sí eran capaces de ensanchar el terreno de juego y de embotellar a su rival en su propia área, pero ahora se enfrentaban a un equipo que había reculado y que convivía en muy pocos metros con el objetivo de aguantar una segunda parte que prometía ser un asedio sin cuartel de los de Xavi.

Ese nuevo escenario fue otro escollo más para los azulgrana, que seguían sin encontrar inspiración ante el orden de su rival. El Almería, que también tenía plan B, cedió los costados y eso degeneró en un sinfín de centros laterales que se toparon una y otra vez con la zaga local, salvo en dos ocasiones en las que Raphinha apareció por sorpresa. En la primera remató desviado y en la segunda no llegó a un balón medido de Ferran.

Después de 70 minutos el Barça seguía sin probar a Fernando y eso hizo que Xavi apostara por poner toda la carne que le quedaba en el asador. Defensa de tres con Araujo y Marcos Alonso en el campo, con cuatro centrocampistas y con Alarcón para acompañar a Lewandowski en el área. El Barça hizo entonces toque de corneta, pero fue demasiado tarde. Alarcón y Araujo tuvieron sendas ocasiones en la recta final, pero no evitaron la debacle del Barça, que llegará al clásico de Copa en plena zozobra después de dos derrotas consecutivas en apenas cuatro días y con su ventaja en la Liga ante el Real Madrid reducida a siete puntos.