Alexander Sorloth, el trotamundos del gol sin final feliz

Triste final de temporada para Alexander Sorloth, que se encontraba hasta este sábado en el mejor momento de su carrera. El delantero noruego sufrió una lesión muscular en los isquiotibiales ante Osasuna, aunque todavía faltan pruebas médicas para confirmar el alcance total de la misma, y se despidió de la lucha por el Pichichi, ganado por el ariete del Girona Artem Dovbyk. No podrá incorporarse con su selección que juega un amistoso el 5 de junio ante Kosovo.

A sus 28 años, el delantero noruego ha jugado en diez equipos de ocho países diferentes. Apodado «El Vikingo», Sorloth llegó al Villarreal este año y en su primera temporada con el submarino amarillo ha anotado 26 goles y registrado seis asistencias en todas las competiciones, a pesar de un año complicado para el equipo groguet. El Noruego se quedó a las puertas de ser el máximo goleador en Primera División con 23 tantos, después de su inoportuna lesión en la última jornada y el triplete logrado por el delantero ucraniano ante el Granada. Su impresionante rendimiento ha puesto al noruego en la agenda de los grandes equipos de Europa, como el Atlético de Madrid.

Sorloth se formó en Noruega y comenzó su carrera en el equipo de su ciudad, el Rosenborg BK, donde disputó nueve partidos y anotó su primer gol. Luego se trasladó al norte, a Bodø, para unirse al FK Bodø/Glimt, donde tuvo una exitosa temporada, marcando 14 goles. Posteriormente, emprendió su primera aventura internacional al fichar por el FC Groningen de la liga de los Países Bajos. Sin embargo, en una temporada y media no logró adaptarse al país, anotando solo cuatro goles.

Tras una experiencia decepcionante en Países Bajos a un éxito rotundo en Dinamarca. Tras una breve y poco fructífera estancia en el FC Groningen, donde no logró destacar, Sorloth se trasladó al FC Midtjylland. En Dinamarca, encontró su mejor forma, anotando 14 goles en 25 partidos y ganando la Liga Danesa en solo un año.

Este desempeño lo catapultó a la Premier League, donde fichó por el Crystal Palace. Sin embargo, su tiempo en Inglaterra fue breve y poco productivo, logrando solo un gol con el club. Fue cedido en dos ocasiones: primero al Gent de Bélgica, donde tampoco logró destacar, y luego al Trabzonspor en Turquía. En el Trabzonspor, Sorloth vivió uno de sus mejores momentos, convirtiéndose en el máximo goleador de la liga turca con 24 goles y ganando la Copa de Turquía.

Tras su éxito en Turquía, el RB Leipzig de Alemania pagó 20 millones de euros por su fichaje. Sin embargo, Sorloth no logró replicar su éxito anterior en Alemania, anotando solo seis goles en una temporada. Fue cedido a la Real Sociedad, donde recuperó su forma, marcando 26 goles en dos temporadas y convirtiéndose en un jugador clave para el equipo vasco.

Cuando parecía que se quedaría en la Real Sociedad, Sortlh hizo un nuevo cambio, fichando por el Villarreal por 10 millones de euros. En el Villarreal, a pesar de un año difícil para el club con tres entrenadores, Sorloth ha alcanzado los mejores números de su carrera, con 26 goles en todas las competiciones. Especialmente desde la llegada de Marcelino al banquillo, el delantero ha brillado, anotando quince goles en los últimos once partidos, con un «poker« al Real Madrid.

Estos impresionantes números han llamado la atención de los grandes clubes de Europa, como el Atlético de Madrid, que necesita gol. La cláusula de rescisión de Sorloth es de 38 millones de euros, y su desempeño reciente sugiere que cualquier inversión en él podría ser altamente beneficiosa.

Desde pequeño, Sorloth mostró ser una persona polifacética, explorando deportes como el balonmano y el patinaje sobre hielo. Sin embargo, sus padres le hicieron elegir entre ambas disciplinas, y pronto descubrió que su verdadera pasión era el fútbol, destacando como el mejor desde temprana edad.

A pesar de su dedicación al fútbol, fue campeón de su ciudad en patinaje sobre hielo. Él mismo atribuye su excepcional coordinación y movimientos en el campo, inusuales para un jugador de 1,95 metros de altura, a las habilidades desarrolladas en el patinaje. Además, la explosividad requerida en el patinaje sobre hielo ha sido fundamental en su formación atlética.

Asimismo, el balonmano le enseñó a tener una buena visibilidad y a tomar decisiones rápidas, capacidades que ha integrado exitosamente en su juego de fútbol. Estas habilidades multifacéticas continúan definiendo a Alexander como una joven promesa en el mundo del deporte.

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