Ademola Lookman celebra el título de la Liga Europa junto a su madre AFP
Leverkusen-Atalanta

Trotamundos Lookman, el nuevo santo de Bérgamo al que marcó la tragedia

El británico, internacional por Nigeria, comparte tras su triplete al Leverkusen olimpo junto a la Dea, la diosa de la región de Lombardía y símbolo de la Atalanta

Isaac Asenjo

Madrid

Jueves, 23 de mayo 2024, 10:00

Inglés, nigeriano, héroe de Marvel y santo en Bérgamo. Ademola Lookman se gustó más que su nombre en la jerga juvenil y escribió su apellido en la historia del Atalanta junto a la Dea, la diosa de la región de Lombardía, que comparte olimpo con este trotamundos del fútbol que finiquitó con su triplete de goles al hasta ahora invicto e intocable Leverkusen de Xabi Alonso. El británico -campeón del mundo sub 20 con Inglaterra pero que en 2022 decidió jugar con el país de sus padres, Nigeria- fue el artífice de que el grupo dirigido por Gian Piero Gasperini conquistara su primer título europeo con un partidazo en Dublín. «El apoyo y el amor que recibo de esta gente es increíble. Las primeras conversaciones con el técnico me hicieron ver el fútbol de forma diferente. Hizo las cosas simples para mí. Este club es mi familia. Les debo mucho», admitió.

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Cinco clubes diferentes de tres países distintos en los últimos seis años: Everton 2018/2019, RB Leipzig 2019/2020, Fulham 2020/2021, Leicester City 2021/2022 y Atalanta 2022/2023. Así ha sido la complicada trayectoria del autor del primer hat-trick en una final de Europa League desde Jupp Heynckes en 1975 con el Mönchengladbach, y al que le costó un mundo asentarse allá por donde iba. La revelación de la Serie A y de esta Liga Europa nació en Londres en 1997, y ha encontrado en Bérgamo, donde pagaron 15 millones por él, la continuidad que nunca tuvo. Lleva anotados 18 goles en los 50 partidos que ha disputado este curso, incluidos seis encuentros con Nigeria, con quien anotó tres dianas en la última Copa de África, donde perdió la final ante Costa de Marfil.

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El internacional nigeriano fue un ciclón ante el campeón de la Bundesliga. Lanzó su primer golpe en el minuto 12, cuando a centro de Zappacosta se tiró con todo para enchufar a la red. Catorce minutos después repitió con el segundo con un disparo imparable y firmó una obra maestra de las que se recuerdan en el 75. Fue la noche de un tipo que no lo ha tenido fácil y al que ha marcado la tragedia.

«Mi madre realizaba trabajos precarios y vivíamos en una zona desfavorecida de Londres. Era difícil porque la nevera siempre estaba vacía. A menudo iba a comer a casa de amigos». De ahí que su madre fuera el centro de sus celebraciones junto a otros familiares en el verde de Dublín. «Me enseñó lo que significa la palabra sacrificio, le estoy muy agradecida. Nunca se quejó ni mostró ningún síntoma de debilidad». Una bellísima imagen de sonrisas y bailes para el ariete que decidió ser el villano de la bonita historia que estaba escribiendo el Leverkusen esta temporada.

«Cuando tenía 14 uno de mis compañeros murió y en ese momento también nos llevó a estar más unidos como equipo, fue todo muy repentino, siempre que entrábamos al campo o hacíamos algo junto lo hacíamos por él, intentábamos hacerlo todo mejor. Fue un momento duro, no solo para mi sino para el equipo y los entrenadores«, recordaba aún siendo jugador del Everton de Ronald Koeman en una entrevista con FourFourTwo. Al atacante ese momento le cambió la vida, lo mismo que dos años más tarde, cuando un ojeador del Charlton lo reclutó para ser una de las grandes joyas de su cantera antes de viajar a Goodison Park, donde llegó siendo el jugador más caro en salir de la League One, la tercera división de Inglaterra.

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