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Machís celebra la remontada del Granada. P. V.
El Granada enseña los dientes en Eindhoven
Grupo E | Jornada 1

El Granada enseña los dientes en Eindhoven

El equipo nazarí remonta al PSV en el Philips Stadion en su debut en la Europa League, reponiéndose al tanto de Götze al filo del descanso con goles de Molina y Machís

RAFAEL LAMELAS

Eindhoven

Jueves, 22 de octubre 2020, 10:01

Tras superar tres previas con grandeza, el sorprendente Granada del gallego Diego Martínez, el técnico de moda, afronta este jueves su histórico estreno en la Liga Europa en el difícil feudo del PSV Eindhoven. Y lo hace con el hándicap de las siete bajas, si ... bien el rival también sufre notables ausencias a causa del coronavirus. Tan alto mira el equipo andaluz que de momento no está acusando ni tan siquiera desgaste en LaLiga, donde marcha en el pelotón de cabeza tras ganar tres de los cinco primeros partidos disputados, el último el pasado sábado ante el poderoso Sevilla.

Por tradición, el PSV se presenta como favorito en un grupo que también integran el PAOK de Salónica y el Omonia de Nicosia, rivales griegos y chipriotas a priori inferiores a un conjunto andaluz tan sólido que no renuncia a nada. Se presenta en Holanda con la moral por las nubes pero con una plantilla bastante mermada. Faltan tres hombres clave como el lateral Víctor Díaz, el central portugués Domingos Duarte y el delantero Roberto Soldado, los dos primeros por lesión y el veterano ariete tras dar el lunes positivo por covid-19. Tampoco podrán jugar el lateral Joaquín Marín Quini, el medio nigeriano Ramon Azeez, el central colombiano Neyder Lozano, los tres por lesión, y el media punta Fede Vico, que no está inscrito. Además, es seria duda el central Jesús Vallejo, que ya jugó ante el Sevilla arrastrando un ligero problema muscular.

Enfrente, el PSV también disfruta de un buen momento, ya que pasó con facilidad las fases previas y va como líder en la Eredivisie, por delante incluso del Ajax, su tradicional rival local. Se presenta a la cita con 24 horas menos de descanso puesto que jugó el domingo su partido liguero a domicilio contra el modesto Zwolle (0-3). No contará con el apoyo de su caliente hinchada, ya que las autoridades del país han prohibido, igual que ocurre en España, la presencia de espectadores en las gradas. Se hablan maravillas del técnico alemán Roger Schmidt, que asumió el cargo del PSV en marzo y ha dotado a la plantilla de mucha mayor solidez.

Los neerlandeses también sufren las consecuencias del coronavirus. Han dado positivo este jueves el central Pablo Rosario, el extremo izquierdo Cody Gakpo y el portero suplente Maxime Delanghe y son duda delantero Eran Zahavi y el defensa Jordan Teze, pendientes de los resultados de la última PCR. Existen interrogantes sobre la titularidad de Mario Götze, campeón del mundo en 2010 con Alemania que, tras varias temporadas flojas en la Bundesliga, llegó por sorpresa a Eindhoven como jugador libre horas antes del cierre del mercado de fichajes. Debutó, con gol incluido, el pasado fin de semana, pero aún no está en forma.

Aunque el Granada se vista con colores que mariden mal a instancias de la UEFA, sigue siendo el Granada. Ese equipo abnegado y pletórico, irremontable y remontador. Europa ya conoce su piel, a pesar del negro y el azul de su indumentaria, y lució su dentadura de colmillos afilados en Eindhoven. Se las prometía felices el PSV bajo el magisterio de Mario Götze, genio que se trata de liberar de la oscuridad del dique seco por estas tierras, autor de uno de esos goles que hielan la sangre al filo del descanso. Pero este Granada es pasional en su interpretación del fútbol, pero pragmático ante cualquier adversidad. Jorge Molina, ungido para la cita de improvisto por la baja de Soldado, encontró la apertura para igualar el asunto y Machís compuso la parábola de la reacción definitiva. Hay fuego en la mirada de esta tropa de valientes, corajudos para responder, pétreos para guarecerse en el sufrimiento final.

Este conjunto no para de dejar con la boca abierta a sus aficionados, que lloran ante el televisor por no poder estar con sus chicos de cuerpo presente. Estrangulan todos los adjetivos porque encuentran siempre el camino de salida ante cualquier atolladero. En su presentación en sociedad, no quedan dudas de su vigor. Primera aparición y triunfo. Tres puntos ante el favorito del grupo. El supuesto favorito.

Seguramente Diego Martínez tenía un plan de partido en la cabeza con Roberto Soldado como titular, pero la Covid-19 le privó de emplearlo. En su descargo, el entrenador abogó por el delantero más parecido a sus características, Jorge Molina, más que floreciente Luis Suárez, con el que va gestionando su aclimatación al entorno. Yangel Herrera retornó a la medular, pero Luis Milla se sostuvo en el lugar de Montoro, aunque el valenciano saldría antes del descanso por el percance sufrido por Gonalons.

PSV Eindhoven

Mvogo; Dumfries, Baumgarti, Boscagli, Max; Götze (Viergever, m.46), Sangaré, Hendrix; Ihattaren, Malen y Mauro Júnior (Madueke, m.73).

1

-

2

Granada

Rui Silva, Foulquier, Germán, Vallejo, Neva; Milla (Brice, m.81), Herrera; Machís (Alberto Soro, m.81), Gonalons (Montoro, m. 35), Antonio Puertas; y Jorge Molina (Suárez, m.69).

  • GOLES: 1-0, m. 45+1: Götze; 1-1, m. 57: Jorge Molina; 1-2, m. 66: Darwin Machís.

  • ÁRBITRO: Felix Zwayer (Alemania): Amonestó al local Mauro Júnior (m. 45+3); y a los visitantes Jorge Molina (m. 45), Luis Milla (m. 45+2), Montoro (m. 49), Rui Silva (m. 92) y Luis Suárez (m. 95).

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 1 del grupo E de la Europa League, disputado en el Philips Stadion, a puerta cerrada para el público.

Con Machís por la izquierda, los nazaríes firmaron la primera llegada, con pies ágiles pero sin remate franco. Neva intentó que la acabara Puertas y Molina se retorció después pero sólo pudo provocar una falta.

El PSV impone por su nombre pero es un conjunto en continua regeneración, como suele pasar cuando sale una buena añada en los equipos neerlandeses. Tiene un equipo joven que insufla dinamismo en ataque, que ha enriquecido con la experiencia del alemán Mario Götze, uno de eso magos cuyo frac se ha hecho jirones por los problemas físicos. El campeón del mundo ha acabado en la Eredivisie pese a estar en edad de plenitud, con sólo 28, aunque quizás la elección no sea tan mala para recobrar las sensaciones que le llevaron a ser uno de los mejores mediapuntas de Europa. Los de Eindhoven juegan para él y lo potencian, con buen trato de balón, como le gusta.

Malen es uno de esos precoces artilleros que embisten con insistencia, aunque Rui respondió bien a su primer intento. Daba continuidad el árbitro, Felix Zwayer, tolerando algunos encontronazos para no cortar el ritmo del encuentro. El estadio añoraba a sus fans en la grada, y a los muchos visitantes que habrían aterrizado seguro. Hubo que conformarse con una pirotecnia exterior que ensordeció a los protagonistas durante un rato.

Pronto se contrastó que los locales se han agarrado al dictado de Götze, atento para interceptar y profundizar con pases afilados. Contestaba el Granada a la contra, por las dos orillas. Percutió Machís y casi acaba en la saca si Yangel afina un disparo impreso de potencia. Boqueaba Molina alrededor, desgastándose en la presión y las disputas.

No hay perdón en estas competiciones para los errores groseros, a veces tampoco para los menores. En una sucesión de pérdidas de Milla en tierra de nadie, Götze se colocó la chistera y movió la varita hacia Malen, que siguió sin precisar. En estas, Hendrix chocó con Gonalons y algo sonó mal en su rodilla, que se torció al engancharse los tacos de su bota en el césped. Los quejidos dictaminaron un dolor serio y obligaba al reemplazo inmediato. Salió Montoro a concurso. Milla dio un paso atrás para dar salida.

Con estos socios en la media, Yangel revolvió con menos ataduras. Culebreó hasta ver a Puertas y para rematar el centro bien le faltó una cuarta a Machís. La derecha ganó importancia en un tuya-mía entre Puertas y Foulquier con envío a Montoro y volea que Mvogo espantó como una mosca, incrédulo el granadinista.

Las alertas se rebajaron en el añadido del primer acto. Montoro sirvió una falta que Yangel volvió a imantar con su testa, pero el remate le pilló invalidado tras la retaguardia. Replicó el PSV con un envío largo que peleó Dumfries con Machís en vuelo, tocándole en la chepa más de lo conveniente, pero el colegiado no sopló el silbato y Götze se manifestó como un espíritu cambiando la batuta por una maza. Rui pestañeó y el balón ya estaba dentro. Sin VAR, no hubo revisión. Chocante que lo eludan en los primeros pasos de un torneo de este nivel.

Roger Schimidt guardó el tarro de las esencias de su paisano en el descanso y, sin Götze, los de Eindhoven menguaron. El gol parecía repeler a Jorge Molina, desafortunado en un rechazo tras una batalla entre Dumfries y Montoro que le botó como un conejo y no pudo patear. El error dejó perplejo al alcoyano, pero no decaído. El que peina canas sabe que las que se van, a veces vuelven.

Antes del empate, el equipo demandó la segunda amarilla a Mauro Júnior por un manotazo a Neva, pero el árbitro germano no quiso desnivelar las fuerzas, ante el estupor de los vestidos de negro. La combinación engañaba, pero pronto se vio que era el conjunto de siempre. Precisó Milla al costado y Puertas templó un envío sin dejarla caer que Molina enganchó. Toda la dicha que la faltó antes, la tuvo en ese instante. La pelota dio en el larguero y golpeó en Mvogo sobre la línea para entrar así en la tragona. También le valió veterano punta para festejar.

Embotellaban los visitantes y hasta Foulquier dejaba ver el látigo. Era un Granada a gusto en su ritmo endiablado y su presión infernal. Fútbol colectivista pero con versos sueltos que desestabilizan la partitura rival. Machís se inyectó con veneno en la jeringa y puso a la aguja en la misma escuadra. Una comba para voltear el asunto como con el Locomotive Tbisili.

Se cabrearon los anfitriones y Malen buscó las costuras de Rui, pero este escupió primero la bola y la atrapó con suspense entre el poste y la raya. El luso sigue imperturbable.

Mauro Júnior fue sustituido tras su tercer manotazo, y consiguiente indulto, y Suárez demostró poco después por qué le dicen el 'bisonte' en una estampida a pase de Germán a la que llegó con vigor, tiró casi sin ángulo y saltó hasta la valla publicitaria, atlético.

Se entraba en una fase de apretar la mandíbula, con acometidas constantes. Eteki y Soro aparecieron tras muchos encuentros sin actuar para que la escuadra no cediera comba. Vallejo lo barrió todo en una de sus actuaciones más convincentes y el PSV sometió a la angustia lógica del que se siente desahuciado en su hogar. Este Granada intratable sabe cómo sacar de quicio a todo el mundo. Salvó el día gris con el Atlético Madrid, sólo se dejó un empate en Cádiz. Lo demás, una secuencia favorable que abruma con apenas dos meses de andadura del nuevo proyecto. Es para delirar, pero en ese vestuario nadie flaquea ni se desvía del camino.

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