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Tras un parón de selecciones nacionales que para el Real Madrid ha sido más largo que nunca, pues no disputó su encuentro liguero ante el Athetic del fin de semana por la suspensión derivada de la triple fecha internacional Conmebol, el conjunto blanco retoma el ... pulso de la competición con un test trascendente ante el Shakthar en Kiev. Lo es por llegar tras tres duelos oficiales sin conocer la victoria, pero también porque entre esos tropiezos está la inesperada derrota ante el Sheriff de Tiraspol en el Bernabéu, que obliga a no volver a fallar en Champions para evitar apuros, y porque el conjunto ucraniano ya le complicó la vida de lo lindo a los madridistas con su doble victoria en los dos duelos de la fase de grupos en la última campaña.
El subcampeón de Ucrania, un clásico de las competiciones europeas en el siglo XXI, parece haber dado un pequeño paso atrás en los últimos tiempos, pues el Dinamo de Kiev le arrebató la hegemonía en el campeonato ucraniano en la última campaña y es ahora líder, tres puntos por encima de su gran rival nacional. Sin embargo, y a pesar de no alcanzar las eliminatorias de Champions el pasado curso, le dio emoción al grupo derrotando al Madrid en Valdebebas (2-3) con una primera parte portentosa y también en el Olímpico de Kiev (2-0), en un partido que originó una gran crisis e incluso hizo peligrar la continuidad de Zidane con el futuro en la máxima competición del viejo continente seriamente comprometido. El Madrid se reharía tras aquel mal trago para alcanzar las semifinales, pero el recuerdo sigue ahí frente a un rival que podría convertirse en el tercer equipo que es capaz de obtener tres triunfos consecutivos ante los grandes, algo solo al alcance de dos gigantes europeos como el Bayern y la Juventus.
Consciente del peligro de un adversario que solo tiene un punto en su haber y por tanto necesita imperiosamente de un resultado positivo para seguir con vida en la Champions, y también de que a pesar de la valiosa victoria ante el Inter en el Giuseppe Meazza en el debut ya no hay tampoco excesivo margen de acción después de la debacle frente al Sheriff, el Madrid viaja de sobra advertido por el pasado. Nada de confianzas.
Para evitar sustos Ancelotti recupera además efectivos, con el regreso de hombres como Mendy, Marcelo o Asensio, tiene a su disposición a los tocados por la ventana de selecciones, como Camavinga, Alaba y Militao, estos últimos dos puntales en una defensa bajo la lupa, y también cuenta con Casemiro, que no acudió a la llamada de Brasil por una infección dental y cuya presencia se antoja decisiva para dotar de equilibrio a un equipo que lo echó de menos y mucho en la primera hora de juego de la visita al Espanyol. Por cortar la sangría de ocasiones del rival pasa buena parte de la necesaria mejora de un Madrid que esta campaña encaja más de un gol por partido –12 tantos recibidos en diez encuentros– y solo ha dejado su puerta a cero en tres ocasiones a pesar del gran momento de Courtois.
No está Hazard y lo peor es que ya casi tampoco se le espera. Sufre una sobrecarga muscular después de su concurso con Bélgica en una semifinal de la Liga de Naciones ante Francia que debió abandonar antes de tiempo tras sus visibles problemas físicos después de una carrera y sus constantes lesiones no permiten correr ningún tipo de riesgo, tal y como han trasladado en varias ocasiones desde el club. Tampoco viajaron a Kiev Carvajal, Ceballos, Bale, Isco, que recayó de sus problemas en al espalda, y Jovic, con un golpe en el tobillo que prolonga el gafe del delantero serbio, al que nada parece salirle bien de blanco, ni dentro ni fuera del césped.
El que sí está y además al mejor nivel de toda su carrera, opositando incluso al Balón de Oro, es Benzema. El ariete galo prolongó su particular fiesta con Francia en la Liga de Naciones, con un papel decisivo como en el Madrid y un título más a su lustroso palmarés. Hasta doce goles y ocho asistencias en quince partidos oficiales suma entre club y selección esta temporada. Números y sensaciones de garantías para afrontar con confianza la visita a Ucrania, donde en hasta ahora ocho partidos, el Madrid solo logró la victoria en dos: ante el Dinamo en la Champions 1999-00 (1-2) y frente al propio Shakhtar en la Liga de Campeones 2015-16 (3-4).
El Olímpico de Kiev volvió a ser un territorio fértil para el Real Madrid. En el mismo escenario donde asaltaron la 'decimotercera', los blancos espantaron fantasmas frente al Shakhtar vengando las dos cornadas que el conjunto minero les propinó la campaña anterior, encarrilaron el rumbo en la actual edición de la Champions tras el inopinado tropiezo frente al Sheriff en la segunda jornada y se rearmaron anímicamente para el clásico, poniendo fin a la serie de tres partidos consecutivos sin conocer la victoria que acumulaban.
Liderado por un Vinicius estelar que firmó un doblete y asistió a su compatriota Rodrygo, y secundado por un no menos soberbio Benzema que reventó otra marca y siguió cargándose de razones para opositar al Balón de Oro, el conjunto de Chamartín obtuvo un triunfo imprescindible para abortar el conato de crisis antes de visitar el domingo al Barça y evitar que el vértigo comenzase a apoderarse de él en su competición predilecta.
Autoritario por fin frente a una escuadra de inferior rango, el Real Madrid selló una goleada que debe aportarle cierto sosiego y dejó la puerta a cero, asunto para nada baladí teniendo en cuenta la debilidad defensiva que viene arrastrando desde que comenzó la temporada.
Shakhtar Donetsk
Trubin, Dodo, Marlon, Kryvtsov, Ismaily (Kornienko, min. 74), Maycon, Fernando (Mudryk, min. 74), Tete (Marlos, min. 46), Alan Patrick (Stepanenko, min. 79), Solomon (Marcos Antonio, min. 46) y Pedrinho.
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Real Madrid
Courtois, Lucas Vázquez, Militao (Vallejo, min. 87), Alaba, Mendy (Marcelo, min. 69), Kroos (Valverde, min. 78), Casemiro, Modric (Camavinga, min. 78), Rodrygo (Asensio, min. 78), Benzema y Vinicius.
Goles: 0-1: min. 37, Kryvtsov, en propia puerta. 0-2: min. 51, Vinicius. 0-3: min. 56, Vinicius. 0-4: min. 64, Rodrygo. 0-5: min. 90+1, Benzema.
Árbitro: Srdjan Jovanovic (Serbia). Amonestó a Marcos Antonio.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el Olímpico de Kiev ante unos 35.000 espectadores.
Ancelotti dispuso por primera vez en lo que va de campaña de la triada de centrocampistas que apuntaló el último ciclo regio del Real Madrid en Europa y recuperó a Mendy para el lateral zurdo. El francés llevaba cinco meses y pico sin competir, pero entró directo al once, signo de la importancia que el técnico concede a su presencia para solidificar una zaga muy vulnerable.
Enfrente estaba un Shakhtar que bien podría haber llegado de la playa de Ipanema, con ocho brasileños y solo dos ucranianos en el destape. El bloque lo completaba el israelí Solomon, que surfeó el pasado curso sobre los blancos tanto en el Alfredo Di Stéfano como en el Olímpico de Kiev, pero que esta vez pasó sin gloria.
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Apercibido por aquel doble ahogo, el Real Madrid mostró actitud y aptitud de principio a fin frente a un Shakhtar al que le duró poco su empeño de tricotar con la pelota. El 'guardiolista' De Zerbi ha inoculado a sus pupilos el gusto por el toque. Maceran sus ataques con pausa y aceleran cuando se asoman al balcón del área, fieles al libreto del profeta que les inspira. Carecen de un mesías y de los apóstoles que tenía el preparador de Santpedor para difundir su evangelio, pero asumen el nuevo testamento con disciplina.
Mas el Real Madrid desactivó su homilía juntando líneas y presionando de forma orquestada. Le convenía ese ritmo bajo y tuvo fortuna para adelantarse. Un toque de Kryvtsov cuando el central intentaba evitar que Lucas Vázquez conectase con Benzema pilló a Trubin a media salida y el balón acudió manso a la red. La misma en la que Loris Karius firmó esa pifia de época que sirvió al lionés para empezar a abrochar otra 'orejona'.
Salvando las distancias con aquella acción, el despropósito facilitó la vida al trece veces señor del continente, que había ido creciendo con el paso de los minutos en torno al mando que imponía su santísima trinidad de mediocentros.
De Zerbi reaccionó con un doble cambio tras el paso por la caseta, pero una pillería de Benzema, el más listo de la clase, le dejó sin argumentos. El '9' robó en un saque de banda y encontró a Modric, que metió en profundidad a Vinicius para que el carioca definiese con suficiencia. El '20' sentenció enseguida. Si el tanto anterior fue una obra coral, el siguiente debió su autoría por exclusiva al brasileño, que caracoleó en el área y soltó un latigazo inapelable. Un golazo de altura. Pletórico de confianza, hasta asistió a Rodrygo para que el paulista firmase su segunda diana de la temporada. Imposible ponerle freno.
La cuenta la cerraría Benzema, que a centro de Asensio elevó a 290 su registro de goles con la casaca del Real Madrid y dio caza a Carlos Alonso Santillana. Otro mito que devora el insaciable delantero de Bron. Había amalgama de brasileños en el once del Shakhtar, pero el Real Madrid fue el encargado de poner la samba.
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