El mejor Messi, y Piqué, que quiere forzar, apuntan al PSG

La transformación ha sido absoluta a todos los niveles. Aquel jugador cabizbajo y deprimido que hacía todo lo posible para que las cámaras captaran su disgusto por seguir en el club en cada gesto y mueca en el césped ha dado paso a un auténtico capitán. Implicado, comunicativo, contento con los brotes verdes que ha ido reconociendo a su alrededor, como Pedri, Trincao, Araujo o De Jong, motivado, conectado con un Ronald Koeman que ha sabido llegarle al corazón. Puede que el 30 de junio sea su último día en el club azulgrana, así está firmado, pendiente todo de que el candidato que gane las elecciones a la presidencia del 7 de marzo pueda convencerle si no se ha comprometido ya con otro club amparándose en el derecho que tiene desde el 1 de enero. Pero este es el Messi genial , se ganen o no títulos, que los barcelonistas quieren recordar si se acaba marchando.

Y precisamente, el club que más está participando en el juego público y mediático del futuro de Messi es el PSG, que el martes llega al Camp Nou. Realmente, solo el capital de Catar de un club-Estado como el francés puede pagar las cifras que el argentino está cobrando en el Barça. El morbo está asegurado aunque será menor por la baja por lesión de Neymar, quien no podrá regresar al que fue su estadio entre 2013 y 2017 antes de protagonizar una fuga por sorpresa. Tampoco el exmadridista Di María tendrá la oportunidad de intimidar a la débil defensa azulgrana porque sigue en la enfermería. Los dos son grandes amigos de Messi, más incluso que muchos compañeros de su plantilla.

En el Barça Koeman se puede encontrar con un dilema importante ante la amenaza de un delantero tan rápido y potente como Mbappé. Las opciones defensivas que está manejando debido a las bajas de Piqué y Araujo no convencen. Mingueza es inmaduro para estas grandes batallas, Lenglet no seduce al holandés y Umtiti está muy lejos de un nivel que quizás nunca vuelva a alcanzar por su grave lesión de rodilla. La solución de readaptar a De Jong al centro de la zaga tampoco es la ideal no solo porque tiene errores de colocación al no ser un especialista en el eje de la zaga, sino porque se estropea un centro del campo que añora su recorrido y llegada. Piqué, que se lesionó la rodilla el 21 de noviembre en el Wanda Metropolitano, se probó este domingo con el grupo por su cuenta y riesgo. Y lo hará este lunes. Está loco por jugar. Y Araujo está presionando para jugar infiltrado nueve días después de su esguince de tobillo en el Villamarín. Si juegan, no lo harán al cien por cien. Koeman tendrá la palabra.