El Liverpool se dosifica pero vuelve a semifinales tres años después

Tres días después de su empate en el Etihad frente al City (2-2) en un duelo directo de lucha por la Premier, el Liverpool afronta lo que se podría considerar casi un trámite, aunque debe tener aprendida a lección del cruce anterior contra el Inter, cuando después de ganar por 0-2 en Milán cayó por 0-1 en Anfield. Por ello, Klopp alineará a los mejores, con un ataque en el que no deben faltar Mohamed Salah y Sadio Mané, con la incógnita del puesto de delantero centro titular, al que optan Diogo Jota y Luis Díaz. En el Benfica la principal amenaza es el uruguayo Darwin Ñúnez, autor del único gol de los lusos en la ida, del 0-1 en Ámsterdam que sorprendentemente eliminó en octavos al Ajax y de un triplete el sábado ante el Belenenses en la liga portuguesa.

«El 1-3 a mitad de la eliminatoria es tan complicado como un 0-2. Es una buena base, pero si marcan uno, como ocurrió contra el Inter, el partido cambia. También nos pasó cuando marcaron la semana pasada (Darwin Núñez recortó distancias al inicio de la segunda parte)», recordó este martes el técnico del Liverpool, mientras el entrenador del Benfica, Nélson Verísssimo, se agarra a la opción de provocar nervios en el gran favorito, «uno de los mejores equipos del mundo». «Tenemos una desventaja, pero las cosas pueden cambiar si marcas, y si marcamos primero podemos cambiar el curso del partido», señaló el técnico del conjunto lisboeta.

Tras su empate del domingo en el Etihad ante el City en un duelo directo de lucha por la Premier y, tres días antes de volver a enfrentarse al equipo de Pep Guardiola en la FA Cup, con la ventaja de 1-3 obtenida en Lisboa el Liverpool se dosificó para recibir al Benfica en Anfield, y selló con dudas su pase a las semifinales de la Champions. El equipo 'red' disputará con Jürgen Klopp sus terceras semifinales, a las que regresa tres años después, para jugarse contra el Villarreal la clasificación para el partido por el título.

Con otro gol de Konaté, que al igual que en Da Luz abrió pronto el marcador de cabeza a la salida de un córner, y un doblete de Firmino, el Liverpool cerró la eliminatoria con un 6-4 ante un Benfica con orgullo que ni siquiera se rindió cuando perdía por 3-1 en Anfield. El equipo lisboeta nunca quiso entregarse y soñó con la hazaña hasta el minuto 83, cuando Allison respondió con un paradón a un trallazo de Darwin Núñez inmediatamente después de que el uruguayo hubiese empatado por segunda vez un encuentro salpicado de alternativas y goles anulados al Benfica por fuera de juego. Un duelo muy igualado en el que el Liverpool ofreció demasiadas carencias defensivas contra un Benfica que, aunque inferior, plantó cara al gran favorito y pudo incluso ganar en Anfield.

Hasta siete cambios se permitió Klopp con respecto a la alineación del partido de ida, sin Salah, Mané, Van Dijk y Thiago en el once, entre otros, y con tanta rotación el Benfica al menos evitó volver a ser derrotado por el Liverpool, aunque el equipo luso fracasó en la defensa de las acciones a balón parado y, como era previsible, el conjunto de Klopp sentenció la eliminatoria ante su afición. El objetivo del Benfica era marcar primero en Anfield para reducir distancias y poner nervioso al Liverpool, pero fue de nuevo Konaté quien, tras estrenarse como goleador en Da Luz, repitió con un testarazo para despejar aún más el camino hacia el último cruce a doble partido.

Tuvo más ocasiones el segundo clasificado de la liga inglesa para ampliar el marcador, pero el Benfica se salvó entonces, reaccionó con valentía y Gonçalo Ramos empató pasada la media hora tras un primer gol anulado a Darwin Núñez, que se aprovechó de los espacios que dejó la zaga local en un choque en el que el Liverpool tampoco exhibió su habitual contundencia, porque falló mucho en ataque, incluso con Salah y Mané en el campo.