Naufragio del Atlético en Da Luz, territorio comanche para los rojiblancos

Definitivamente el Estadio Da Luz de Lisboa es territorio comanche para el Atlético. Volvía el conjunto del Cholo Simeone al lugar donde en 2014 se dejó la Champions que más cerca tuvo de sus vitrinas y de nuevo el hogar del Benfica fue sinónimo de amargura colchonera.

Durísima derrota en Lisboa con los goles de Akturkoglu, en un error en la salida de balón rojiblanca; Di María, de penalti por un agarrón innecesario de Gallagher; Bah, libre de marca tras un saque de esquina, y Kokçu, a través de otra pena máxima, ésta de Reinildo. Severo correctivo que está a años luz de aquel de hace más de una década en cuanto a su trascendencia, aunque alimenta las dudas sobre el ambicioso proyecto atlético pues fue merecido, tras un duelo que dominó con claridad el conjunto portugués.

Y es que el inicio fue profético. Oblak desvió el testarazo a bocajarro de Pavlidis y con su gran acción evitó que la caldera en Da Luz estallase a las primeras de cambio. El Atlético fue malo, como constató el error de bulto en la salida de balón que propició el gol de Akturkoglu. Había pasado un cuarto de hora sin noticias del conjunto colchonero y con el marcador ya en su contra cuando el equipo del Cholo trató de dar un paso al frente para enderezar el rumbo del duelo.

El Atlético padecía en el inicio de la jugada la efectiva presión lusa en un duelo manejado por la sala de máquinas del Benfica. Bajo la intensa lluvia en la capital portuguesa, al Atlético solo le quedaba la carta del explosivo Lino, capaz de amenazar a la contra con un remate al larguero.

El conjunto colchonero le ganó metros al Benfica, que no obstante cerró la primera entrega del partido con una clarísima oportunidad para Pavlidis en la que el delantero griego se topó con la madera tras una gran acción del incombustible Di María.

A Simeone no debió gustarle un pelo lo del primer tiempo, pues introdujo un triple cambio al descanso, con un sorprendente relevo para Griezmann y oportunidad para el canterano Javi Serrano. La apuesta se estrelló contra el penalti por el innecesario agarrón de Gallagher a Pavlidis, que transformó con aplomo el exmadridista Di María.

El revés abrió en canal al Atlético, bombardeado por un cabezazo de Pavlidis y el mano a mano de Di María ante Oblak. Con media hora de juego por delante el Cholo ya había agotado sus cinco sustituciones, sin Julián Álvarez sobre el césped. Se trataba de minimizar daños en un duelo ya imposible de enmendar, pero ni eso logró el equipo de Simeone, golpeado de nuevo por Bah, libre de marca tras un saque de esquina, y en otra pena máxima, de Reinildo, que transformó Kokçu. Como en la final de 2014, Da Luz fue sinónimo de sufrimiento para el Atlético.

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