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El sinsentido del Dortmund, el milagro de jugar una final de Champions sin Haaland ni Bellingham
Dortmund-Real Madrid

El sinsentido del Dortmund, el milagro de jugar una final de Champions sin Haaland ni Bellingham

El equipo del Signal Iduna Park es uno de los escaparates favoritos del fútbol europeo, y pese a las continuas ventas de sus mejores jugadores continúan en la élite del Viejo Continente

Isaac Asenjo

Madrid

Miércoles, 29 de mayo 2024, 09:47

Se han acostumbrado bien en el Westfalenstadion a ser una catapulta hacia el estrellato en el último siglo. Van y vienen las estrellas en el Signal Iduna Park, uno de los escaparates preferidos por el fútbol europeo, y pese a todo continúan en la élite de la aristocracia de la Champions League. El mayor contrasentido del Dortmund que dirige desde el banquillo el alemán Edin Terzić, es que disputan en Wembley la gran final de la Liga de Campeones cuando justamente han dejado marchar en los dos últimos años a sus dos grandes estrellas, el noruego del Manchester City Erling Braut Haaland y el inglés del Real Madrid, su gran rival por el trono europeo, Jude Bellingham.

Y lo hace además con el equipo con menor valor de mercado de los últimos siete años, 463,70 millones, según transfermarkt. Menos de la mitad que la plantilla de Carlo Ancelotti, que se sitúa en 1.040 millones, según la misma web de referencia en el mercado de fichajes. «Nos encantaría tener a Haaland y a Bellingham con nosotros, pero esta es nuestra realidad. Estos jugadores dejaron el Dortmund porque creían que tendrían más oportunidades de ganar la Champions en otra parte. Así es como trabajamos», explica Terzić en una entrevista reciente, en la que ahonda en haber «encontrado la fuente de energía dentro del equipo» y que han evolucionado durante la temporada hasta ser capaces de «ganarle a cualquier equipo del mundo». Los alemanes han firmado una campaña trepidante en Europa, en la que fueron primeros de grupo por encima de Newcastle, Milan y PSG, arrollaron al PSV en octavos, fueron determinantes ante el Atlético de Madrid en cuartos y tumbaron contra pronóstico el proyecto de los príncipes cataríes, en el séptimo y último año de frustración para Mbappé a orillas de la torre Eiffel.

Sin contar como es lógico al propio equipo negriamarillo, todos los clubes presentes en las semifinales de la Copa de Europa, tenían, como mínimo, a un futbolista con pasado en la ciudad de la región alemana de Renania del Norte-Westfalia. Así, Ousmane Dembélé y Achraf Hakimi en el PSG, Jude Bellingham y Antonio Rüdiger en el Real Madrid, y Raphaël Guerreiro en el Bayern de Múnich. No obstante, aún faltan nombres ilustres que fueron dejando por el camino a cambio de una buena suma de millones para las arcas del equipo conocido, entre otras cosas, por el impresionante 'muro amarillo' de su estadio, una grada similar a una pared vertical que da sitio a 25.500 de los más fanáticos aficionados del club.

En 2013 el Dortmund de la eterna resurrección, que intentará este sábado evitar la 'Decimoquinta' de los blancos, disputó su segunda final de la Champions de su historia, la cual perdió con un gol de Robben para el Bayern de Múnich, y desde ese momento las ventas se han ido sucediendo. En la última década la entidad que vio su desaparición de cerca en 2003, ha ingresado más de 1.000 millones por las ventas de jugadores que podrían formar fácilmente un once, que haciendo un ejercicio de fútbol ficción, podría aspirar a todo. En el 2000 fue pionero al ser el primero de su país en cotizar en bolsa.

Dortmund: experto en hacer triunfar y vender

La estrategia económica de los alemanes ha sido su gran baza, pero también ha funcionado como un techo de cristal competitivo. Por mucho que llegasen antes a los grandes talentos del futuro, nunca podían terminar el trabajo. La delantera es la línea reina para los negocios de un club que fue campeón de la Bundesliga por última vez en 2012 y que suma seis subcampeonatos en los últimos diez años. Detecta talento, triunfa y lo vende. El traspaso más caro de su historia llegó en el verano de 2018, cuando Dembélé se fue al Barça por 135 millones de euros. Bellingham dijo adiós a la entidad por 103 kilos, mientras que Haaland puso rumbo al City de Guardiola por 60 kilos. Jadon Sancho, una de las grandes esperanzas del fútbol británico, abandonó el equipo en 2022 por 85 millones dirección Manchester United, equipo en el que no cuajó del todo y que lo cedió de nuevo a los alemanes, donde este año está haciendo un curso brillante.

Unos años antes, Aubameyang se encaminó a la Premier por los 63 millones que puso encima de la mesa el Arsenal, y un año después de caer en aquella recordada final disputada también en el estadio londinense, con Jürgen Klopp en el banquillo, un símbolo de la delantera como Robert Lewandowsk, fichaba por el Bayern tras quedar en libertad.

En el centro del campo, importante fue la baja del ahora jugador del Barça İlkay Gündoğan, que por 27 millones se fue al City. En el centro de la defensa destacan dos casos. El primero Hummels, campeón del mundo con Alemania en 2014, pieza clave de la zaga, pasó en 2016 al Bayern por 35 millones, y en 2019 regresó a la entidad, donde este año está siendo fundamental para el equipo. El segundo, Akanji, quien en 2023 reforzó la zaga de los 'cityzens' tras desembolsar 20 kilos. Otros ejemplos son los traspasos de Christian Pulisic al Chelsea (64 millones), Henrikh Mkhitaryan al Manchester United (42), Yarmolenko al West Ham (20), Abdou Diallo al PSG (32), Paco Alcácer al Villarreal (23), Julian Weigl al Benfica (20), Mikel Merino al Newcastle (7) o Isak a la Real Sociedad (15).

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