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Griezmann (i) y Luis Suárez se lamentan de una ocasión fallada. REuters
El Atlético se atasca ante el rocoso Oporto
Jornada 1

El Atlético se atasca ante el rocoso Oporto

Inquietante estreno del campeón español en el grupo de la muerte y bronca a Griezmann cuando salió desde el banquillo

Ignacio Tylko

Madrid

Miércoles, 15 de septiembre 2021, 00:15

Vuelve la Champions con público al Metropolitano y con ella regresa también una vieja obsesión de los atléticos, con el Cholo Simeone al frente. «Soy muy cabezón», sentenció el técnico argentino tras renovar hasta el 30 de junio de 2024. Se refería de forma implícita ... a ese deseo de no marcharsedel club rojiblanco hasta levantar esa Copa de Europa que se le escapó dos veces ante el Real Madrid, una en la prórroga de Lisboa y otra en los penaltis de Milán. El reto es mayúsculo, pero la plantilla de que dispone es excelente y soñar es gratis.

Tras caer el curso pasado en octavos ante el Chelsea, a la postre campeón, comienza esta temporada su andadura el Atlético ante el Oporto en el considerado grupo de la muerte, con el Milan y el Liverpool también como rivales. Resulta obligado vencer al siempre competitivo equipo de Sergio Conceiçao, con quien Simeone coincidió dos años en la Lazio y conquistó una Serie A. Respeto máximo por el colega y por un campeón de Europa que el año pasado dio la campanada al eliminar a la Juventus de Cristiano Ronaldo en el primer cruce.

«Sabemos las dificultades que va a haber debido al gran equilibrio del grupo, pero el camino se hace andando», apuntó Simeone en la previa. «Nos enfrentamos, a Conceiçao, un entrenador que lo está haciendo muy bien hace años en el Oporto, al que le transmite su su fuerza y energía, y con el que pasamos grandes momentos, No me espero otra cosa que lo que he visto: intensidad, mucha agresividad, mucha presión en campo rival, mucha velocidad en su juego...», repasó el técnico argentino.

Pepe, una amenaza

Más allá del rival, liderado por el exmadridista Pepe en el eje de la zaga, en el Atlético inquietan sus propias prestaciones. En Cornellà ganó tras un descuento de 10 minutos, pero tiró por completo la primera parte, como si la presencia de Antoine Griezmann confundiese a todo el equipo y a su propio técnico. No hay que descartar que el francés inicie la Champions desde el banquillo y no sea titularísimo hasta que se asemeje al que fue en el Atlético, no al jugador apagado del Barça.

«No tengo compromiso absolutamente con nadie», advirtió Simeone. «Contra el Espanyol hubo imprecisión, falta de intensidad, de agresividad y poca velocidad en el juego. De Griezmann queremos lo que siempre fue, un jugador con jerarquía, talento y gol. Y que esté preparado para 30, 90 o 60 minutos. Lo que el equipo lo llame», explicó. Griezmann no será titular, pero hay expectación por saber cómo recibirá la hinchada del Atlético al hijo pródigo que no se fue de muy buena forma al Barça en 2019.

Año y medio largo después de su triunfo ante el Liverpool con un gol de Saúl, la Champions regresó al Metropolitano en una noche decepcionante del Atlético, que no pudo con un Oporto muy hecho y muy bien trabajado por Sergio Conceiçao, amigo de Simeone desde que coincidieron en el Lazio campeón de la Serie A. Lo intentó de todas las formas y el Cholo arriesgó en los cambios, pero tuvo muy poca producción ofensiva para descerrajar el campeón español a un rival rocoso que compite de maravilla y el año pasado dejó en la cuneta a la Juventus de Cristiano y le complicó la existencia al Chelsea.

«No tengo compromiso absolutamente con nadie», enfatizó Simeone horas antes de dejar en el banquillo a Griezmann en el regreso del francés al Wanda. Se pareció más en Cornellà al jugador tristón del Barça que a la estrella que fue en el Atlético y el Cholo castigó al hijo pródigo con la suplencia en la noche de su reestreno. No está la Champions, y menos este grupo de la muerte, para experimentos. Y a día de hoy, Griezmann, abroncado cuando entró en escena a poco más de media hora para el final, todavía no está adaptado a un sistema no empleado en su primera etapa de colchonero.

Ante un equipo duro como el Oporto, Simeone mantuvo de inicio el sistema de tres centrales, con Llorente y Carrasco de carrileros, le dio más músculo al centro del campo con Kondgobia y brindó la titularidad a Joao Félix, que disfrutó de buenos minutos ante el Espanyol tras superar una operación de tobillo. Especial motivación para el luso porque jugó en el Benfica y, ademas, en sus inicios como canterano del Oporto, los 'dragoes' prescindieron de él por bajito y débil. Dejó detalles pero aún le falta chispa al 'menino'.

Atlético

Oblak, Llorente, Giménez, Felipe (Herrera, min. 75), Hermoso (Lodi, min. 56), Carrasco, Koke (Correa, min. 56), Kondogbia, Lemar (De Paul, min. 36), Joao Félix (Griezmann, min. 56) y Luis Suárez.

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Oporto

Diogo Costa, Corona, Mbemba, Pepe (Marcano, min. 54), Zaidu (Wendell, min. 46), Otavio, Uribe (Vitinha, min. 66), Grujic, Luis Díaz (Pepé, min. 84), Taremi y Toni Martínez (Oliveira, min. 66).

  • Árbitro: Ovidiu Hategan (Rumanía): Expulsó con roja directa a Mbemba (min. 90+5). Mostró amarilla a Luis Díaz, Zaidu, Uribe, Kondogbia, Oliveira y Felipe.

  • Incidencias: Primera jornada de la Liga de Campeones en el grupo B. 40.000 espectadores en el Wanda Metropolitano.

Dirigido desde el eje de la zaga por Pepe, que a sus 38 años todavía es una garantía defensiva, el Oporto cortocircuitó al Atlético por completo en el primer acto. Y le ganó en intensidad y agresividad, con tres amarillas en poco más de media hora y todas sin discusión. Dominaba más el Atlético, pero solo inquietó al joven portero Diogo Costa con un disparo precipitado de Luis Suárez, que ya no está para irse de nadie en carrera, tras un gran balón filtrado por Lemar.

No le gustaba a Simeone un partido tan trabado. En cada parón, llamaba a varios de sus soldados a la banda para corregirlos. Sobre todo, insistía en jugar más rápido, en largo y buscando las aperturas a las bandas para que rompieran sus carrileros. Pero no lo consiguió y en cambio el Atlético sufrió algún susto en defensa. Sobre todo tras una pérdida de Lemar se produjo un contragolpe de libro que abortó Kondogbia bordeando el penalti. Minutos después, Lemar era sustituido, parece que por lesión. Entre el mexicano Tecatito Corona y el brasileño Otavio, le complicaron la vida por la derecha a a Carrasco y Hermoso, muy desajustados.

No cambió demasiado el panorama tras el descanso. Se jugaba a lo que querían los lusos, con pérdidas de tiempo permanentes, y peligro visitante en acciones aisladas. De pronto, Otavio se sacó un centro-chut envenenado que se comió Oblak y el balón golpeó en el poste. Se marchó Pepe, lesionado, y se llevó todavía más pitos que Griezmann, lo que ya es mucho decir.

El galo entró junto a Lodi y Correa y el Cholo cambió el dibujo, con cuatro en el fondo y tridente arriba. Aceleró el Atlético y Griezmann, luchador pero nervioso y fallón en los pases, rozó el gol tras disparo de Correa. Arriesgó más al retirar a otro central, meter a Herrera y retrasar a Kondogbia al eje de la zaga. Pero no hubo forma de descerrajar al Oporto y pudo ser aún mucho peor. Error grosero de Lodi en el pase a Oblak, carambola y gol de Taremi anulado por una mano milagrosa al caerse. Aunque no la hubiese tocado, el balón entraba sí o sí.

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