El Atlético cumple con su obligación europea

Además de la derrota 0-2 ante el Bayer Leverkusen con la que enterraron cualquier opción de seguir compitiendo a nivel continental esta temporada, los pupilos del experimentado técnico Yuri Semin llegan al duelo tras dos tropiezos consecutivos, ante el Dinamo de Moscú y el Arsenal Tula, en su campeonato doméstico, que con la llegada de las gélidas temperaturas a Rusia se despide hasta el mes de marzo y en el que llegan al paréntesis quintos, a un punto del segundo pero a once de un destacado Zenit de San Petersburgo. Dotados de la calidad y experiencia de nombres conocidos como Höwedes, Corluka, Krychowiak, Smolov o Éder, tratarán de meter el miedo en el cuerpo a la parroquia rojiblanca y jugar con la ansiedad de un Atlético que necesita ganar para asegurar su pase a octavos de final sin mirar lo que ocurra entre Bayer Leverkusen y Juventus en Alemania, un partido que con los italianos ya primeros de grupo, levanta las suspicacias de la afición colchonera.

Para evitar tener que hacer cuentas, el Atlético tratará de reencontrarse con el gol y así sumar los tres puntos que necesita en un partido donde el principal rival puede ser su propia necesidad. La debilidad del equipo de Simeone en las últimas semanas está sobradamente localizada, pues está siendo víctima de una alarmante ausencia de puntería que le lleva a batir registros realizadores negativos de la historia del club a estas alturas de campaña. En Liga no pasan los colchoneros de la más que escasa cifra de un gol por partido para un equipo que debe luchar por todo, y en la Champions más de lo mismo, pues han convertido sólo seis tantos en cinco encuentros.

Con Diego Costa fuera de juego por sus problemas físicos, a Morata la buena racha parece habérsele agotado hace ya algunas fechas, con lo cual no es de extrañar que el Atlético acumule tres partidos sin ver puerta. Teniendo en cuenta que otros jugadores ofensivos como Joao Félix, Ángel Correa, Vitolo o Lemar tampoco están destacando por sus virtudes goleadoras, no se encuentra solución fácil a un problema que Simeone tratará de resolver o al menos aplazar hasta el mercado de invierno con la apuesta por la solidez defensiva. A ella se agarra un equipo al que regresará Giménez tras su lesión y que se juega nada más y nada menos que los más de doce millones de euros que reporta superar la fase de grupos de la Champions. En la retina está la eliminación tempranera de hace dos años, cuando un equipo de mucha menor talla que el Lokomotiv, como era el Qarabag azerbaiyano, dejó fuera por sorpresa a un Atlético que no fue capaz de superarlo en ninguno de sus dos duelos. Suficiente advertencia para evitar como sea amargar la Navidad colchonera y sellar así la presencia en la fase decisiva del torneo, que llegará a mediados de febrero, con mucho tiempo por delante para recuperar sensaciones de cara al gol.

A

El equipo representativo de los ferrocarriles moscovitas sorprendió con otro presente impropio de este nivel, al cuarto de hora.

Por ambos costados, los colchoneros encontraban autopistas, pero ni Trippier, ni Lodi, ni Joao Félix, muy individualista, decidían bien en los momentos determinantes.

Le adornó al Atlético la virtud de garantizarse pronto la victoria, tras el descanso. Trataban de asomar algo más los timoratos moscovitas, pero