La revancha del Atlético se queda corta

El conjunto rojiblanco, acostumbrado al partido a partido, buscará en primer lugar una victoria que encarrile –sería matemática si suma los tres puntos y Mónaco y Brujas empatan en el otro encuentro del grupo- la clasificación para los octavos de final. Pensar en recuperar la diferencia de goles encajados en el Signal Iduna Park antes que en lograr la victoria sería un error porque para marcar el segundo gol hay que hacer el primero y en eso, el Atlético está teniendo muchos problemas esta temporada. Desde que Simeone se hiciese cargo del Atlético, en la navidad de 2011, nunca antes había marcado tan pocos goles a estas alturas. Con once jornadas disputadas en Liga, apenas lleva 13 goles y cinco en los tres partidos disputados en Champions. De hecho, Antoine Griezmann sólo lleva cinco goles –tres en Liga y dos en Champions, Diego Costa dos –uno en la Supercopa de Europa y otro en Champions- y jugadores como Kalinic, Vitolo o Saúl todavía no se han estrenado en lo que llevamos de campaña, por lo que una victoria por muchos goles sería un reto contra la lógica por lo visto en lo que va de temporada.

Y ante este panorama lleno de dificultades por el rival y el reto goleador, se unen las lesiones. Simeone tiene entre algodones a tres de sus pilares básicos que conforman la columna vertebral de este Atlético. Koke, que no jugó en Butarque por unas molestias musculares, tampoco entrenó este lunes, lo mismo que Diego Costa en una sesión en la que la buena noticia la aportó el regreso de Godín, después de que el central uruguayo superase unas molestias musculares y una gastroenteritis, aunque no entró en la convocatoria. Además, Thomas Lemar y Stefan Savic tampoco se entrenaron con sus compañeros por una lesión muscular en el muslo derecho y una contusión muscular en la misma zona de la pierna dañada el mes pasado, respectivamente, por lo que están descartados. Pero no todo es negativo en el Atlético y se agarra al Metropolitano, donde no ha perdido esta temporada -cinco victorias y un empate-, donde ha ganado sus últimos seis partidos europeos, cinco de ellos sin goles en contra, y donde junto al Vicente Calderón sólo ha caído en uno de sus últimos 19 duelos continentales –el Chelsea manchó esa racha-.

Pese a las bajas, Simeone saltará con un once de garantías y con varias dudas en diferentes posiciones. En la defensa Lucas Hernández –que alcanzará su partido 100 con la rojiblanca- jugará como central, por lo que José María Giménez y Filipe Luis ocuparán las dos plazas restantes junto a Juanfran. En el centro del campo, si finalmente puede jugar Koke, la única duda parece estar en si Correa se mantiene en el equipo o el propio Vitolo se hace con un hueco, mientras que arriba, el acompañante de Antoine Griezmann puede ser Gelson –tras sus dos buenas actuaciones ante Sant Andreu y Leganés- o el croata Kalinic.

Por su parte, el Dortmund llega a Madrid -acompañado por 3.300 aficionados- con la confianza que le da el liderato del grupo, pero con la precaución de medirse a un rival como los rojiblancos. «El Atlético entrará al partido con muchas ganas, con espíritu de lucha e intentarán tomarse la revancha del 4-0», avisó el director deportivo del cuadro germano, Sebastian Kehl. Lucien Favre, que ha hecho historia como entrenador en el equipo alemán, tendrá la baja del japonés Kagawa, que se quedó en Dortmund, y del central Abdpu Diallo, con problemas de abductores, aunque recupera a Manuel Akanji, tras una lesión de cadera y que podría ocupar la posición de Diallo, así como a Mario Götze y Lukasz Piszczek, que no habían estado disponibles para el último partido de Bundesliga. El centrocampista fue baja por una bronquitis de la que ya se ha recuperado, mientras que el defensa había caído lesionado con molestias en la rodilla en el duelo ante el Hertha de Berlín del 27 de octubre. Ambos estarán a disposición de Favre.

La revancha del Atlético ante el Borussia Dortmund tras el 4-0 de Alemania se quedó corta en el Metropolitano, porque el equipo rojiblanco mereció y debió ganar por un resultado más amplio a un conjunto germano que en nada se pareció al de la tercera jornada en el Signal Iduna Park y que de forma merecida vio rota su racha de 15 partidos sin conocer la derrota. Consciente de lo mucho que se jugaba para asegurarse al menos la segunda plaza del grupo y con ganas de venganza tras el varapalo de Dortmund, jugó un muy buen partido ante su afición el Atlético para dar un paso casi definitivo hacia octavos, pero le faltó, como suele ocurrirle esta temporada, mayor contundencia ante la portería contraria.

Desperdició numerosas ocasiones el Atlético ante un conformista Dortmund, al que vapuleó en la recta final previa al descanso, y sólo pudo batir la portería contraria gracias a Saúl, decisivo de nuevo cuando más dominaba el adversario, y a Griezmann, otra vez goleador, al culminar un fantástico contragolpe a pase de Thomas, que formando pareja con Rodri, un jugador que debería ser indiscutible para Simeone, anuló el centro del campo de los alemanes. En otra demostración de equipo comprometido, solidario y, en esta ocasión ambicioso, sin pensar en aguantar su ventaja, podía haber incluso igualado el 'gol average' particular el Atlético ante el Dortmund si hubiese tenido más pegada. Otra buena noticia para el Atlético fue que, a pesar de las importantes bajas, dejó por primera vez su portería a cero en la Champions.

Salió muy satisfecho el Atlético y su afición de la visita del Dortmund y de su venganza ante los alemanes, aunque le faltó matar de forma definitiva el encuentro tras el gol de Saúl, porque desde ese momento y hasta el descanso sometió a un asedio continuo a los germanos, malogrando en diez minutos hasta cuatro ocasiones, incluida la de un posible penalti de Piszczek al centrocampista ilicitano. El conjunto colchonero, volcado en el área contraria en lugar de defender su gol, fue entonces un vendaval ofensivo e hizo temblar al Dortmund. Al líder del grupo le salvó del gol el larguero tras un zapatazo de Thomas, su portero, casi siempre bien colocado para atajar los disparos de los rojiblancos, la mala puntería de Saúl, que cruzó demasiado libre de marca en un remate que parecía inmejorable, y el árbitro, que ignoró la entrada del lateral de visitante al propio Saúl en la disputa de un balón al que llegó antes el alicantino. Las protestas de Simeone y de sus jugadores no sirvieron de nada en la recta final de ese primer tiempo en el que, pese a que la posesión fue del Borussia Dortmund, el fútbol y las oportunidades fueron del Atlético.

El equipo de Simeone llegó a disponer de 12 remates en la primera mitad, siete de ellas a portería, pero cuando no fue Bürki fue la mala puntería de los rojiblancos la que impidió que el marcador fuese más abultado. Brilló antes del 1-0 Correa, muy activo y presente en todas las jugadas de ataque, pero al argentino le faltó dar la puntilla. Como ocurrió también a la hora de partido cuando, tras recibir de Juanfran, otro que tuvo una actuación muy destacada, Correa perdonó ante Bürki y el Atlético pudo pagarlo casi a continuación si Guerreiro no llega a cabecear a las nubes un centro de Alcácer, aprovechándose de un resbalón del canterano Montero, sustituto de Giménez, que se debió retirar al resentirse de una lesión muscular en el muslo.

Aparte de un disparo del atrevido Achraf al filo del descanso, fue la única ocasión del Dortmund en todo el encuentro, que comenzó a igualarse en la segunda parte, con el Atlético destruyendo los intentos de construcción de un conjunto alemán sin mordiente y esperando dar otro golpe a la contra. Y el letal contraataque llegó en el minuto 80, con una gran jugada llevada por Gelson -sustituto del desaparecido Kalinici, al igual que Alcácer pasó desapercibido en el otro bando- y Thomas, cuya asistencia llevó a la red Griezmann, que necesita partidos como este para dejar su sello, ser líder y referente y recuperar terreno.