Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. Efe
'Caso Negreira'

Laporta se niega a dimitir y acusa al «madridismo sociológico» de atacar al Barça

El presidente del club azulgrana tira de victimismo para defenderse de la imputación por el 'caso Negreira'

Cristian Reino

Barcelona

Jueves, 19 de octubre 2023, 09:48

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, no tiene intención de dimitir tras ser imputado en el 'caso Negreira' por los delitos de cohecho, corrupción deportiva, administración desleal y falsedad documental. El Barça pagó 7,3 millones de euros durante 18 años al vicepresidente de los ... árbitros, José María Enríquez Negreira. Por esta razón, la justicia investiga a Laporta y a sus dos antecesores, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. El club azulgrana siempre ha negado que comprara a los colegiados a través de los pagos a Negreira. El juez que instruye el caso, en cambio, cree que puede haber presunta «corrupción» arbitral para «beneficiar» al Barça en designaciones de los árbitros.

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El día después de ser incluido en la lista de investigados, Laporta tiró de victimismo, se envolvió en la azulgrana y en la estelada y acusó al «madridismo sociológico» de estar detrás del 'caso Negreira' y de orquestar una campaña para intentar desestabilizar a la entidad blaugrana. Mensaje antimadridista de consumo interno para la parroquia culé para cerrar filas, pero que no arroja nada de luz y mantiene todas las sospechas abiertas.

En el inicio de esta causa judicial, cuando el Barça fue imputado, Laporta ya desvió la atención culpando al Real Madrid de ser el equipo del régimen. Laporta, cuando acusa, siempre se cuida mucho de no poner nombres y apellidos. En este caso, habla de un concepto en abstracto, el madridismo sociológico, que está instalado a su juicio en los medios de comunicación, en los poderes políticos, judiciales, económicos y deportivos de la capital de España y que busca atacar al Barça para que salga beneficiado el Real Madrid. Curiosamente, no atacó a Florentino Pérez, con quien dijo que tiene una relación correcta y a quien espera saludar en el palco de Montjuic en el clásico del día 28.

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Sin oposición

«Les da pánico que volvamos a ganarlo todo. Les da miedo que haya una nueva etapa gloriosa del Barça», afirmó este jueves en Catalunya Ràdio. «Nos atacan porque volvemos a ir bien», reiteró. «Podemos estar tranquilos, no han probado nada ni lo podrán probar, porque no es cierto», insistió. El sábado explicará la situación del club a los socios en la asamblea de compromisarios. En principio, la oposición no cree que tenga que presentar su dimisión, a pesar de las graves imputaciones penales y el daño reputacional para la entidad. «Es el presidente electo y tiene toda la legitimidad del mundo para cumplir su mandato», afirmó ayer Víctor Font, candidato en las pasadas elecciones. De hecho, Font, que es el 'líder' de la oposición, le compró el discurso victimista. «Siempre ha habido desde Madrid campañas de desprestigio hacia el Barça», aseguró.

En todo caso, si Laporta está cuestionado entre el barcelonismo no es por el 'caso Negreira', aunque algunos equipos de Primera División lo consideren el escándalo más grave de los últimos años en el fútbol español, sino por la situación de las finanzas. «Estamos peor que hace dos años. El enfermo sigue en la UCI y las analíticas son peores», remató Font, que quizá no eligió el mejor día para hacer esta afirmación, cuando se hizo público que los Rolling Stones patrocinarán la camiseta azulgrana en el clásico.

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En un principio, Laporta no fue imputado, pues se consideraba que en su caso los delitos habían prescrito. El mandatario azulgrana cree que su causa penal no tendrá recorrido y se acabará archivando porque «vivimos en un Estado de derecho». «No tiene ningún fundamento», señaló. Laporta sigue sin explicar por qué el Barça dejó de contratar a Negreira cuando cesó como vicepresidente de los árbitros y sigue sin justificar por qué el club pagó una millonada por informes de ínfima calidad y nula utilidad.

Lo que está claro es que el presidente azulgrana se siente «fuerte», se crece ante la adversidad y está dispuesto a dar la batalla contra el Madrid, hasta el punto que ya postula al Camp Nou como sede de la final del Mundial de España en 2030.

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