Klopp ante Pochettino, revancha de la Champions en Inglaterra

Para el Tottenham, la visita a Anfield supone una oportunidad de oro para reengancharse a una temporada que no ha empezado de la mejor manera. De hecho, los 'Spurs' navegan por la mitad de la tabla en la Premier, con doce puntos que les sitúan a trece del líder, el Liverpool que sueña con su primer título en la era Premier y que ya siente en la espalda el aliento del City.

Los pupilos de Guardiola cumplieron este sábado con su goleada al Aston Villa en el Etihad y se situaron provisionalmente a tres puntos de los 'Reds'. De esta manera, y tras la 'manita' al Atalanta en la Champions, los 'citizens' parecen ya recuperados de un inicio de temporada marcado por dos sonoros tropiezos frente al Norwich y el Wolverhampton.

Tanto Liverpool como Tottenham llegan al duelo de Anfield después de levantar el vuelo en Champions, con dos victorias contundentes ante el Genk en Bélgica los unos, y frente al Estrella Roja en el norte de Londres los otros.

El gran duelo del fin de semana en Inglaterra es más que eso. Es el cruce de dos proyectos muy personales que comenzaron hace unos años y que ya han reportado a dos clubes lejos del trono de la Premier hace unos años resultados totalmente inesperados entonces.

El campeón y el subcampeón de la Champions partían un escalón por debajo de otros grandes del fútbol inglés como el City, el Manchester United, el Chelsea o el Arsenal. Su músculo financiero, aunque poderoso como no podía ser de otra manera en una competición acostumbrada a las sumas millonarias de las televisiones, no podía hacer sombra al de los gigantes de Mánchester y Londres.

Sin embargo, los desembarcos de Pochettino en White Hart Lane en 2014 y de Klopp en Anfield en 2015 cambiaron el orden establecido. El argentino ya había demostrado su valía en un Southampton especializado en descubrir talentos de la talla de Sadio Mané o Virgil van Dijk y el alemán había discutido el sempiterno dominio de la Bundesliga al Bayern con un Borussia Dortmund bicampeón y al que llevó incluso a la final de la Champions.

Ambos técnicos instauraron en sus nuevos clubes sus particulares sellos y apostaron por dos modelos sensatos y a medio plazo. Los de Liverpool basaron sus pilares en la apuesta por jugadores que no habían explotado pero que acabaron convertidos en estrellas (Salah o Mané) y en un fichaje de relumbrón por temporada, caro pero seguro (Van Dijk o Alisson), además de en la promoción de valores británicos (Alexander-Arnold, Robertson o Henderson). Los de Londres se volcaron en la construcción de un estadio de primer nivel y en mantener al fin un bloque de jugadores de talla mundial (Harry Kane, Dele Alli, Heung-min Son, Eriksen o Hugo Lloris), que a diferencia de los Gareth Bale o Luka Modric sí apostaron por seguir en los 'Spurs'.

En un fútbol de vértigo, donde la paciencia no abunda y los traspasos se suceden batiendo registros históricos mercado tras mercado, Liverpool y Tottenham suponen la prueba del algodón de los beneficios que reporta la apuesta decidida por un técnico y sus ideas. Klopp y Pochettino. Pochettino y Klopp. Dos entrenadores que son más que eso y que se citan en una revancha que tendrá por testigo a la afición de Anfield.