Los jefes del Barça frenan la crisis con Valverde

Tuvieron que salir dos líderes del vestuario como Leo Messi y Luis Suárez a poner las cosas en su sitio y a suavizar el conato de crisis. Reconocieron que dejaron escapar el partido ante el Atlético con «errores infantiles», pero dieron valor al buen partido realizado y defendieron a su técnico, quien, por cierto, alimentando los argumentos de los que cuestionan la mano blanda de Valverde, dio fiesta a sus jugadores hasta el martes. «El Atlético tuvo más piernas al final», admitió Griezmann. No las recuperarán así.

«Fue una lástima, hicimos un gran partido, siendo protagonistas, tuvimos el control del partido durante 80 minutos, atacando todo el tiempo, pero se nos fue el partido en errores puntuales e infantiles que generaron contras cuando estaban muertos. Teníamos que haber cerrado el resultado antes», lamentó Messi, crítico con esas pérdidas de balón que costaron la remontada del Atlético, pero esperanzado con la imagen que había dado su equipo: «Dimos una imagen distinta a lo que veníamos dando, como el día del Espanyol, pero esta vez terminamos perdiendo. Hicimos un gran partido. Creo que dimos un paso adelante a pesar de la derrota».

Cuando habló Messi, el futuro de Valverde comenzó a estar más tranquilo y la supuesta reunión de la junta directiva que se iba a celebrar el lunes para analizar la situación de forma extraordinaria, pasó a ser una cita ordinaria y rutinaria. «Seguimos trabajando e intentando mejorar prepararemos el partido que viene y la segunda vuelta. Aunque no estamos haciendo buenos partidos, seguimos primeros en Liga», añadió el capitán al ser preguntado ya directamente por el técnico.

Luis Suárez todavía fue más directo en la defensa de Valverde: «No es algo que esté en nuestras manos, es una situación del club, pero el entrenador no tiene ninguna culpa. Son errores nuestros. En esta clase de partidos, si cometes errores, lo pagas muy claro. Hay que hacer autocrítica. Tenemos que aprender de los errores, los partidos están para corregir».

Y el técnico se tomó los interrogantes sobre su futuro con tranquilidad. «Los entrenadores vivimos de los resultados y cuando no llegan no hay estabilidad. No es algo que podamos controlar, yo me dedico a lo mío», apuntó. En principio, nada indica que Valverde peligre como entrenador del Barça, pero ya se sabe en el mundo del fútbol que cuando se comienza a hablar de destituciones, todo puede pasar. Tiene contrato hasta junio con una opcional, pero hay prevista una cláusula de salida que puede ejecutar una de las dos partes de forma unilateral. De junio, eso sí, salvo doblete Liga-Liga de Campeones, no parece que vaya a pasar.