Emocionado, con la voz entrecortada y casi con lágrimas en los ojos, Iker Casillas reconoció este lunes haber tenido «mucha suerte» por haber salvado la vida tras el infarto agudo de miocardio que sufrió el pasado miércoles durante un entrenamiento con el Oporto. «Lo puedo ... contar», se congratuló el portero madrileño a su salida del hospital cinco días después de haber sido víctima «de un acontecimiento que le puede suceder en cualquier momento a cualquier persona» y que le ha hecho sentirse «querido» por parte de «mucha gente que se ha preocupado durante estos días».
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Casillas confirmó sentirse «mucho mejor» después de ser dado de alta y anunció que necesitará «un reposo de un par de semanas o incluso de un par de meses», pero aseguró no estar preocupado por su futuro ante la posibilidad, cada vez más real, de verse obligado a abandonar el fútbol, cuando hace tan sólo un mes y medio renovó su contrato con el Oporto hasta 2021. «No sé lo que será del futuro. La verdad es que me da igual. Lo importante es estar aquí», proclamó a las puertas del hospital CUF de la ciudad portuguesa, durante una comparecencia de tres minutos en la que quiso tranquilizar a sus seguidores y se volcó en agradecimientos.
«Quiero agradecer al doctor Nelson (médico del Oporto), a toda la gente que hubo en Oporto y que me ayudó a venir rápidamente al hospital y ponerse manos a la obra y a toda la gente que contribuyó a que viniese muy rápido para poder bajar el efecto del infarto que tuve, a Joao Carlos, que fue la persona que me hizo el catéter, y las miles y miles de muestras de cariño que me ha dado mucha gente a través de las redes sociales, de vídeos, de mensajes... y también en diferentes ámbitos del fútbol», comentó Casillas a pie de micrófono. «Iré contestando a los miles y miles de mensajes, porque voy a tener tiempo para ello», prometió en tono bromista quien recordó que para recibir el alta médica y comparecer después públicamente «había que dejar que el corazón se asentase, que la cabeza se asentase y que el cuerpo se asentase».
«Hay que sacar siempre una sonrisa de estos momentos y yo creo que la voy a sacar. Estoy bien. Lo puedo contar, lo podéis ver. Doy muchas gracias a la familia también, que me ha apoyado mucho», subrayó el excapitán de la selección española y del Real Madrid. «Muchas gracias a todos y también a mi club, por supuesto, por el gesto que tuvo el sábado (el sentido homenaje en Do Dragao), que es de agradecer», añadió, antes de insistir en su despedida: «Lo más importante era estar aquí, poder hablar tranquilamente y poder transmitir cómo me encuentro, así que muchas gracias, gracias por la espera y nos veremos pronto».
«¡Hasta luego!», dijo Casillas levantando la mano ante los periodistas y los aficionados concentrados en el centro hospitalario, antes de marcharse acompañado de su mujer, Sara Carbonero, que ya anunció el pasado viernes que el guardameta mostoleño seguramente sería dado de alta el lunes, para iniciar una etapa de reposo en su casa en Foz antes de comenzar la rehabilitación cardíaca.
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En cualquier caso, el portero del Oporto, que el día 20 de este mes cumplirá 38 años, no podrá realizar ningún tipo de deporte durante al menos tres meses y con toda probabilidad tendrá que retirarse ya del fútbol de élite después de haber sufrido un infarto «totalmente imprevisible», como lo calificó recientemente el doctor del Oporto, Nelson Puga. «No tenía factores de riesgo cardiovasculares ni historia familiar de enfermedad cardíaca en edades precoces. De no haber tenido asistencia médica rápidamente las consecuencias habrían sido mayores», reconoció el médico del club luso al referirse a «una dolencia silenciosa que evoluciona muy lentamente y fruto de la unión de algunos factores puede causar que una arteria se tapone y se produzca el infarto agudo». «Me tocó a mí, pero aquí estamos...», apuntó este lunes Casillas con satisfacción.
Por la mañana, antes de recibir el alta, Casillas había asegurado tener «el corazón contento». «Buenos días!! Yo con el CorazónContento y vosotros?? Seguimos mejorando!», escribió el portero madrileño en su cuenta oficial de Twitter, junto al vídeo de la canción que hizo famosa Marisol en 1968. También acompañó su mensaje con dos emoticonos, uno de una cara sonriente y otro de un brazo en un gesto de fuerza.
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Casillas suele dar la bienvenida a los lunes a través de las redes sociales con un tema musical, y en esta ocasión, dado su estado de salud y, en referencia a su situación, eligió la canción 'Corazón contento' que fue compuesta por el argentino Palito Ortega.
A Casillas, de 37 años, se le colocó un stent para solucionar su problema cardíaco, aunque el guardameta quiso tranquilizar en todo momento a sus seguidores desde el hospital. «Todo controlado por aquí. Un susto grande, pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño», fue el 1 de mayo el primer mensaje de Casillas en las redes tras su infarto. A última hora de la tarde volvió a subir otro mensaje en sus redes dando las gracias
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