Mala jornada para la imagen del fútbol español. Los insultos y brotes racistas no se limitaron a un grupo reducido de aficionados contra Lamine Yamal y Raphinha en el clásico del Bernabéu sino que se dieron también en un partido de Primera RFEF. Ocurrió con ocasión de un choque entre el histórico Hércules y el Atlético B y en este caso las víctimas fueron los jugadores del filial rojiblanco en el estadio José Rico Pérez.
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Los hechos ocurrieron después de que el delantero Omar Janneh, nacido en Lleida pero de origen gambiano, anotase en el minuto 86 el tanto que le dio el triunfo al equipo que dirige Fernando Torres. En la celebración, los jugadores visitantes sufrieron amenazas de hinchas del club alicantino y lanzamientos de objetos, uno de los cuales impactó en la cabeza de Jano Monserrate, quien cayó al suelo pero pudo recuperarse sin problema al no sufrir lesiones.
Algunos hinchas violentos acudieron a las primeras filas para recriminar a los madrileños la celebración del gol a la postre del triunfo e incluso uno de ellos saltó la valla perimetral y entró en el terreno de juego sin llegar a contactar con ningún futbolista. Así lo reflejó incluso el acta del partido, donde no aparecen los insultos racistas a Omar, a quien también hicieron el gesto del mono desde la grada.
A diferencia de lo que ocurrió en el Metropolitano con el lanzamiento de mecheros a Thibaut Courtois hace casi un mes, en esta ocasión el partido no se detuvo y se siguió disputando sin más incidentes reseñables hasta su conclusión.
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