Guille Vallejo, el portero burgalés que hace sombra a José Antonio Caro

Desde que comenzara la temporada ha conseguido mantener su portería a cero en doce ocasiones y, aunque quedan muy lejos las diez jornadas consecutivas en las que Caro maravilló al fútbol europeo con su imbatibilidad, este burgalés apuntala el paso firme de los eldenses hacia el ascenso.

El cancerbero se formó en la cantera del Real Valladolid, donde coincidió con jugadores que ahora militan en Primera División como Fernando Calero (RCD Espanyol), Anuar (Real Valladolid), Toni Villa (Girona) o Iván Alejo (Cádiz), formando parte de la generación del 95 que dejó numerosos éxitos al club blanquivioleta.

Torres Gómez, su entrenador en esa etapa, le bautizó como «el próximo Asenjo», una de las perlas de la portería nacional. Vallejo pasó directamente de jugar en el Cadete B del club pucelano al Juvenil B de Liga Nacional con un año de adelanto, pues su potencial invitaba a adelantar etapas; no en vano, su primer año juvenil lo disputó en División de Honor, cedido en el Burgos Promesas.

Tras su etapa blanquivioleta, voló hacia Soria, donde defendió la zamarra del Numancia. Después lo haría con la del Guijuelo y Algeciras para recalar, finalmente, en la temporada 2021-2022 en el CD Eldense, una trayectoria que quizás no le haya servido para cumplir los viejos augurios, pero en la que, sin embargo, se ha mostrado como un portero fiable, seguro en cuanto a reflejos, y que alcanzará en su próximo partido los 150 como guardameta del tercer escalón del fútbol español; primero en Segunda B y ahora en la Primera RFEF.

Guille Vallejo ha recibido 17 goles en lo que se ha disputado de esta temporada, convirtiéndose así en el portero menos goleado de la categoría, por delante de equipos como Murcia, con 20 goles, y Castellón con 21 dianas.

Ahora, con 25 jornadas disputadas esta temporada, Vallejo defiende el liderato de su equipo aportando puntos desde los palos. Doce porterías a cero que les ponen más cerca del fútbol profesional, aquel al que parecía estar predestinado cuando compartió vestuario con una de las mejores generaciones del fútbol castellano y leonés.