El gran teatro del fútbol

El catedrático Alberto del Campo Tejedor profundiza en su obra sobre los héroes y villanos del deporte que explica nuestro mundo

colpisa

Martes, 21 de junio 2022, 17:15

Tanto si nos apasiona como si nos repele, el fútbol atesora una enorme popularidad y una innegable trascendencia para millones de personas en todo el mundo. Es un deporte que constituye un hecho social total, y si nos adentramos en él con la curiosidad intacta, ... más allá de la mirada superficial, entendemos mejor el funcionamiento y los valores de nuestra sociedad mundializada, pero también sus contradicciones o su diversidad, las resistencias a la homogeneización, lo mejor y lo peor de la condición humana.

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En un atractivo equilibrio entre anecdotario y análisis antropológico, 'El gran teatro del fútbol' transita por los estadios míticos de los clubes más célebres, por los campos de tercera división o los torneos de los saraguros en Ecuador, por los patios de los colegios o las gradas repletas de ultras y seguidores de todo pelaje, interpretando la relación del fútbol con el poder político, económico y mediático, las nuevas masculinidades, las identidades nacionales o la corrupción.

A través de un largo trabajo de campo, de su experiencia y de entrevistas con exfutbolistas, jugadores, entrenadores y periodistas, Alberto del Campo combina rigor y divulgación para conocer el mundo del balón por dentro, abordando de paso la literatura y la historia, grandes temas como el amor, el humor y la muerte, o los relatos de sufrimiento y esperanza de tantas vidas. Casi sin darnos cuenta, cerramos el libro conociéndonos un poco más.

«El deporte, y el fútbol en particular, es el último bastión del sueño occidental. Una vez que se tambalean las viejas verdades, las ideologías en que cada cual depositaba su fe -el comunismo o el capitalismo, las naciones, el Estado, Europa o el humanismo-, el deporte es uno de los pocos inventos occidentales que permanece incólume», señala el autor sobre la trascendencia social del deporte en general y del fútbol en particular, que va mucho más allá del terreno de juego.

«El fútbol fascina porque tiene tanto de comedia como de tragedia, permite volar con la imaginación cuando subes de categoría y darte de bruces con la más descarnada realidad: gana, normalmente, el que más presupuesto tiene. Si alguna originalidad pretendía este libro era plasmar esta complejidad, esta doble cara con mil matices, no tanto en el contexto de la macropolítica y los flujos económicos de la globalización, sino en las vivencias que experimentan en sus carnes los actores de este drama», añade.

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