Se da el segundo paso, entre dudas y temores, para el reinicio de la Liga

Aunque Madrid y Barcelona, al igual que parte de Castilla y León, aún se encuentran en fase 0 de desescalada , los equipos de la capital y de la ciudad condal, como también el Valladolid, ya se prepararon en entrenamientos conjuntos, respetando la obligada distancia de seguridad durante los ejercicios físicos. «La confirmación de los entrenamientos en grupo viene bien para equiparar a todos los equipos. Es muy importante que todos tengan las mismas posibilidades de estar igual. No es imprescindible, pero es muy importante, y es de agradecer que se haga así», se congratula el presidente de LaLiga, Javier Tebas, cuyo deseo es el regreso de la competición el 12 de junio, aunque admite que «la fecha ideal será la que determinen las autoridades sanitarias».

Pese al optimismo de Tebas, reforzado por la exitosa, aunque extraña, fría y prudente, inauguración del nuevo fútbol a puerta cerrada en la Bundesliga, aún son varias las voces que se han manifestado en contra de un reinicio que consideran prematuro. Por el miedo a posibles contagios de coronavirus y lesiones después de tanto tiempo de inactividad competitiva.

«En los entrenamientos es prácticamente imposible que se produzca un contagio con todas la medidas sanitarias que tenemos», insiste el presidente de la patronal de clubes. Sin embargo, además del técnico del Rayo, Paco Jémez, cuyos jugadores se negaron este lunes a entrenar como medida de protesta al ERTE impuesto por el club, algunos futbolistas profesionales también han expresado su preocupación y sus quejas por el hecho de que se pueda retomar la Liga cuando la seguridad no está garantizada al cien por cien. «El día 12 vamos a ir muy justos. A mí me gustaría que fuese más tarde, para que cuando se dé un paso haya la seguridad de que no se va a ir para atrás. Las prisas no son buenas, y mucho menos en esta situación», advirtió este lunes Paco Jémez, para quien el ERTE que ha provocado el rechazo de sus jugadores a entrenar fuera de casa «es la gota que ha colmado el vaso». «Estamos todos muy distanciados», lamenta el entrenador del conjunto rayista.

Los jugadores y técnicos del Eibar llegaron a publicar un comunicado en el que expresaron su «miedo» e «inquietud» ante el reinicio del campeonato «al no poder cumplir la primera recomendación de todos los expertos, el distanciamiento físico». En Segunda, el jugador del Cádiz Fali fue más rotundo al insistir en que ni entrenaría ni volvería a jugar mientras exista riesgo de contagio, aunque, tras someterse al test de detección de coronavirus y dar negativo, este lunes, diez días más tarde que sus compañeros, volvió a entrenar con la plantilla del líder de la categoría. Fali, que incluso llegó a plantearse abandonar el fútbol, saltó al campo de entrenamiento con mascarilla y guantes, cuando la gran mayoría los jugadores profesionales se ejercitan en las respectivas instalaciones de sus clubes sin protección. Si acaso, algunos de ellos, casos muy excepcionales, entrenan con guantes.

Solo los primeros entrenadores, Zinedine Zidane y Quique Setién, entre otros, y los ayudantes, llevan en los entrenamientos marcarillas. Son obligadas durante los partidos exclusivamente para los suplentes, con los saludos con la mano, los abrazos y los besos prohibidos, aunque el fin de semana en la Bundesliga se comprobó que es difícil olvidar automatismos y la Liga Alemana de Fútbol (DFL) no sancionará a los jugadores que incumplieron el protocolo en las celebraciones de gol. «Nuestro protocolo será prácticamente el mismo que en Alemania. Estoy muy orgulloso de la Bundesliga, porque han hecho un esfuerzo importante y es un ejemplo a seguir», reconoce Javier Tebas, que hace un llamamiento «a la sensibilidad de la Federación», para que haya fútbol todos los días. «Es lo que espero. No tendríamos que tener ningún problema para que podamos jugar los lunes en las once jornadas que nos quedan. Es muy importante que podamos dar a todos nuestros operadores nacionales e internacionales, a todos los aficionados del mundo, los máximos días de fútbol, para que todos tengan el menor perjuicio posible», reclama Tebas.