El VAR despierta de su letargo

Sin embargo, el inicio de la segunda jornada ha dado muestras que la tendencia parece haber cambiado. Anular un gol por fuera de juego siempre será más fácil que tomar una decisión respecto a una pena máxima. Joel Pohjanpalo lo sufrió en sus propias carnes. Al delantero finlandés -uno de los futbolistas más destacados hasta el momento- se le anuló un espectacular testarazo de cabeza en los primeros minutos del encuentro frente a Rusia. Las líneas son las líneas.

Y llegó la primera gran aparición del VAR. Corría el minuto 19 del encuentro Italia-Suiza cuando Chiellini cazó un balón en el área y batió, tras un amago, a Sommer. Los locales lo celebraban, sin embargo, Sergey Karasev, no daba el 'ok' para la reanudación del encuentro. Algo se escapaba. Una posible mano, de la que se quejaba Suiza amargamente, era el motivo. Al final, el trencilla no tuvo que ir al monitor siquiera, y decidió anular el gol tras ser avisado desde la sala que el balón golpeó a Chiellini en el brazo antes de anotar el tanto. Una clásica acción que, independientemente de su voluntariedad, siempre se penaliza. El VAR estaba de vuelta.

Ayer, durante el Ucrania-Macedonia del Norte volvió a entrar en juego. Una mano del conjunto balcánico tras una falta lateral fue castigada con pena máxima por la posición antinatural del futbolista Avramovski. El argentino Rapallini -debutante en la Eurocopa- fue llamado al monitor y no lo dudó. Penalti claro. Parece evidente que tras el inicio de la segunda jornada el VAR ha despertado de su letargo.