Ucrania no desaprovecha la vida extra

A pesar de que nunca ganó un partido de eliminatoria en una fase final de la Eurocopa y de que cedió en 2012 en el único enfrentamiento oficial ante Ucrania, el equipo sueco parte como favorito ante un rival claramente de más a menos en el torneo, que está en octavos cuando ya ni en el propio conjunto de Shevchenko se confiaba en que fuera posible. Se da la circunstancia de que el legendario delantero ucraniano fue precisamente el autor del doblete con el que su selección derrotó a Suecia hace nueve años.

Ahora, y con el Balón de Oro de 2004 en el banquillo, Ucrania está ante una suerte de segunda oportunidad. Tres puntos y un balance goleador de -1 no hubieran valido en la Eurocopa de Francia de 2016, la primera con el formato actual, pero la goleada de España a Eslovaquia y la victoria de Bélgica contra Finlandia en la última jornada le permitieron aferrarse a la competición como el último de los cuatro mejores terceros.

A pesar de la derrota, gustó y mucho el conjunto ucraniano ante Países Bajos en uno de los mejores partidos de la primera fase, convenció pero sin brillo frente a Macedonia del Norte y pinchó contra Austria en un duelo que en ese momento parecía suponer el adiós a la Eurocopa. Ahora, con el estímulo propio del que se ha visto muy próximo al abismo pero ha acabado esquivando un destino infausto, se aferra al desequilibrio de Yarmolenko y Yaremchuk, los dos pilares de su ataque, que tendrán la complicada misión de resquebrajar una fiabilidad defensiva sueca que solo Lewandowski se ha atrevido a poner en duda.

Sin Malinovskyi, con el doble pivote formado por Sydorchuk y Stepanenko y tres centrales, el mítico

Fruto precisamente de esta condición fue un inicio un tanto anodino. Le costaba construir juego a los suecos mientras Ucrania utilizaba sus carriles para ganar metros. Se esperaba con expectación el

La ventaja avalaba aún más el planteamiento conservador ucraniano, que al filo del descanso seguía dando sus frutos. Sin embargo, a

No se puede decir que el empate noquease a Ucrania, que regresó del descanso con un remate al palo de Sydorchuk. La reacción sueca, inmediata. Cabalgada descomunal de Isak y otro poste, este de Forsberg. El partido ya estaba completamente roto,

El paso de los minutos fue reduciendo la velocidad de un duelo igualado al máximo, ya que la cercanía del final iba trayendo consigo el miedo a la derrota. La prórroga era un hecho. Janne Andersson se reservó para el tiempo extra un triple cambio que dotase a su equipo de frescura, pero