Kjaer, el capitán que se convirtió en el ángel de la guarda de Eriksen

La acción transcurrió tan rápido que hay que ir paso a paso para entender la importancia de la actuación del jugador del Milán para poner a salvo a la estrella danesa mientras llegaban los médicos. Nada más caer Eriksen al verde de Copenhague, el capitán salió corriendo a por su compañero. En primeros auxilios, el tiempo de reacción es oro. Lo primero era evitar que se tragara la lengua y que pudiera seguir respirando y tras esto, colocar al jugador del Inter en la posición correcta y esperar a que llegara la asistencia sanitaria. La maniobra fue perfecta. Según el doctor Ripoll «es la clave. Si vomita que no se ahogue. Y empieza la maniobra de reanimación, lo que quiere decir que entró en parada. Es una asistencia adecuadísima».

Tras la llegada de los médicos, el ángel de la guarda de Eriksen no dejó de mirar cómo atendían a su compañero. Ningún compañero observaba en el corro que se formó para tapar a su estrella, pero él sí lo hizo mantiendo el mismo temple que unos segundos antes le ayudaron a actuar con determinación.

Pero ahí no quedó la cosa, la mujer de Eriksen saltó al campo asustada y llorando porque no sabía cuál era el estado real de su pareja. El silencio en el campo era demoledor. El exsevillista también estuvo presente para consolar a la mujer e intentar calmarla junto al portero Schmeichel.

Este sábado, Kjaer se convirtió en leyenda para Dinamarca porque nadie olvidará cómo reaccionó tras el desvanecimiento de su compatriota. Un gran capitán con todas las letras.