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Los jugadores de la selección, con Morata en el centro, preparan la Eurocopa 2024. Javier Soriano (Afp)
Tres jefes para la selección
Amistoso

Tres jefes para la selección

Morata, Rodri y Oyarzabal imponen el paso frente a la llegada de jóvenes al equipo español

Juan Carlos Carabias

Badajoz

Miércoles, 5 de junio 2024, 12:36

En Badajoz la selección española aterriza a media tarde en un antiguo aeropuerto militar habilitado como civil para un tráfico aéreo escaso. Dos vuelos diarios desde Madrid, uno cada dos fechas desde Barcelona y algunos intercalados con Mallorca e Ibiza. También recibe al equipo de todos una previsión de calor mareante para el fin de semana, 39 grados sin inmutarse esta ciudad tranquila que acoge el penúltimo partido de preparación de España antes de la Eurocopa 2024. Lo hace sin Rodri y Dani Olmo, que se quedan en Madrid para trabajo específico.

Es Andorra el rival, juego de fogueo en este tramo en el que ninguna selección candidata a algo en Alemania quiere exponer riesgo o fragilidad. Ni hablar de lesiones, piernas en peligro o golpes para recuperar en cuatro días. Hay 211 países afiliados a la FIFA y Andorra es uno de los últimos, el 164 en la clasificación del pasado mes de abril.

Más allá del Andorra de Piqué que ha descendido a la Primera RFEF, poco se conoce del fútbol en este principado-país que alberga la mayor proporción de ciclistas, pilotos de motos y atletas de diversa índole por metro cuadrado en su censo de población. También acoge un discutible organismo controlador antidopaje, en el que apenas hay personal para llevar a cabo sus cada vez más numerosas funciones.

Un adversario dulce para enfocar las últimas pruebas de Luis de la Fuente. Una selección con tres jefes, veteranía al mando. Morata, Rodri y Oyarzabal ejercen su experiencia frente a la irrupción de los adolescentes que llegan con el pie en acelerador, dos de ellos menores de edad: Cubarsí y Lamine Yamal.

Para una ocasión tan señalada, acontecimiento de gran nivel en una ciudad de 150.000 habitantes, las autoridades locales han anulado el tráfico en vehículo privado hasta el perímetro del estadio y la Federación ha habilitado una zona para aficionados, se entiende españoles, en el Paseo de San Francisco de la capital extremeña.

La selección llega en un chárter, sin Rodri ni Olmo, al pequeño aeropuerto después de haber completado un entrenamiento en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y se adentra en el sol tórrido de Badajoz con el ánimo de exponer en el Nuevo Vivero, un estadio en medio del campo, las directrices del juego de posesión, contundencia en las áreas y profundidad por las bandas que pretende Luis de la Fuente.

No es exagerado afirmar que el fútbol de la selección se sustenta en los pies y la cabeza de Rodrigo Hernández, el centrocampista del Manchester City al que Morata aconseja disponer de más marketing para acceder a la candidatura de conquistas individuales tipo Balón de Oro.

Rodri tiene contenido en el mensaje y lo explica bien. Así entiende la diferencia entre Luis Enrique y De la Fuente respecto al juego: «En su primera conferencia de prensa Luis aportó unas señas de identidad que quería de esta selección. Un equipo más vertical, más contundente en las áreas y creo que es una cosa que se está reflejando. Es algo distinto a cómo jugamos en el City. En la selección intentamos ser un poquito más verticales, sin tanta posesión, pretendemos hacer daño al rival y son cosas en las que hay que cambiar el chip».

Núcleo duro

De la Fuente ha citado en convocatorias previas a futbolistas en forma, casi un casting semanal para descubrir valores en alza. Bryan Zaragoza, Rodrigo Riquelme o Fran García estuvieron en la selección en sus picos de mayor intensidad. Lo que nunca cambia es el núcleo duro, futbolistas como Álvaro Morata, de quien dijo el seleccionador tener «cero dudas».

Morata habló en el día de medios organizado por la Federación de su última experiencia con la selección, aquella bronca del Santiago Bernabéu a un jugador al que tiene en su punto de mira y que no hizo un buen partido ante Brasil. «Fue una noche complicada para mí. No puedo engañar ni decir lo contrario, pero no quiero ni dar pena ahora ni hablar de cosas negativas. Estoy muy motivado con la Eurocopa con muchísimas ganas y eso es pasado, creo que hicimos un gran partido contra Brasil». Morata, capitán del grupo elegido por De la Fuente, pasa palabra.

Rodri asoma titular indiscutible, Morata posee la confianza total del técnico y Oyarzabal, el tercer capitán, lo tiene más difícil en el sistema de juego, ya que de entrada Lamine Yamal y Nico Williams asoman con ventaja en las bandas. El partido ante Brasil afianzó el crédito y el descaro para competir de Nico y Lamine, además de sus actuaciones en los clubes.

«Ya, pero una competición larga muchas veces la gana el equipo, el conjunto de todos -apunta el delantero de la Real Sociedad-. Y creo que todos vamos a ser importantes, todos vamos a tener nuestro momento y que entre todos seguro que hacemos una como una competición muy buena».

Oyarzabal ejerce como tutor y guía de los jóvenes talentos de la selección. «Los veteranos tenemos la mentalidad de que ellos se puedan nutrir de nosotros. Les podamos ayudar. Ellos nos aportan esa juventud que también creo que a veces hace falta y que entre todos vayamos para adelante. Al final cuando eres joven, pues eres un poco más inconsciente de todo y al final haces lo que te parece en el momento y creo que también nos hace falta un poquito de eso».

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