La Roja, por fin reunida antes de debutar mañana

Cumplidos todos los protocolos sanitarios, en vigor desde el pasado domingo debido al positivo de Busquets, que causará baja en La Cartuja per se le espera ante Polonia, España se entrenó ayer al completo por primera vez en toda la semana. Atrás quedaron temores por un rebrote, polémicas por una vacunación llevada a cabo finalmente por el Ejército y el miedo a perderse una Eurocopa por un virus que se había colado en el vestuario. La Roja se blindó, amuralló su ciudad deportiva y se sometió a test diarios para ganar el terreno al nuevo patógeno y mantenerlo a raya. Tras la conmoción inicial, fuerte y grupal, la buena notica fue el regreso de Diego Llorente después de encadenar cuatro análisis negativos y la vuelta a la 'normalidad' con la primera sesión colectiva en siete días. Hoy, en La Cartuja, será la segunda y la última antes de desprecintar el torneo contra el conjunto nórdico.

Luis Enrique desveló en su comparecencia del jueves que el psicólogo Joaquín Valdés presta apoyo diario a los internacionales, necesitados de estímulos positivos en una semana dura. Los jugadores se ejercitaban primero en solitario, luego en pequeños grupos y a partir del miércoles lo hacían en dos bloques de diez, hasta que ayer por la tarde realizaron una sesión colectiva. Fue como volver a juntarse en el patio de colegio para dar rienda suelta a su ilusión. Ni siquiera pudieron medirse el martes a Lituania, último test antes del bautismo continental, amistoso que resolvieron con una goleada los muchachos de la sub'21 (4-0). En previsión de un posible brote, los responsables del combinado nacional montaron una estructura paralela con 17 futbolistas que ya ha sido desmontada gracias a la buena situación epidemiológica. De hecho, los 23 convocados montaron un pasillo a sus compañeros y les despidieron con todos los honores. Esto hace pensar que el seleccionador no modificará la lista original y respetará su composición.

El entrenamiento vespertino dio comienzo a las seis de la tarde bajo un intenso calor, similar al que los internacionales se encontrarán hoy en Sevilla. El mercurio se estiraba por encima de los 30 grados, al igual que en la capital hispalense. La delegación española viajará al mediodía y se ejercitará a las 18.30 horas en La Cartuja. Luis Enrique explicó que las sesiones se llevan a cabo con temperaturas altas con el objetivo de aclimatarse a las condiciones del partido. En Las Rozas se pulieron algunos conceptos, se trabajaron varios detalles del choque orientado al perfil de Suecia y hoy en el estadio andaluz se rematará la preparación. Insuficiente y descompensada, limitada y condicionada por el virus, pero lo mismo ocurre con los escandinavos. Habrá que ver quién de los dos llega mejor al estreno, siempre importante desde el punto de vista psicológico.

Los jugadores aseguran que el ambiente es magnífico y que la unión es total en el seno de la selección. Encantados de juntarse de nuevo, los integrantes de La Roja son unas esponjas cuando dirige Luis Enrique. Thiago Alcántara explicó ayer los dos puntos clave de la filosofía del preparador gijonés. «Intentar jugar a un buen fútbol de posesión, de presión tras pérdida, de generar ocasiones», dijo sobre la vertiente táctica. Y añadió la psicológica: «Tenemos que tomar buenas decisiones. Tanto si ganamos o perdemos, el partido dura 90 minutos. No se quita el pie del acelerador. El míster nos transmite su mentalidad ganadora». Ayer pudieron compartirla en su primera sesión conjunta en una semana. Ya empieza lo serio.