España en semifinales, éxito seguro

Disputada en España, fue una Eurocopa particular, ya solo se jugó una fase final con cuatro combinados. Dos semifinales. En una, la Unión Soviética trituró a Dinamarca. En la otra, La Roja se las veía con Hungría en el estadio Santiago Bernabéu. Miércoles 17 de junio. Liderada por Luis Suárez, la selección entrenada por José Villalonga se adelantó en el primer tiempo. Anotó Pereda. La victoria parecía quedarse en casa. Sin embargo, Bene, un futbolista que después fue máximo goleador olímpico, igualó en el 84. A la prórroga. Y ahí apareció Amancio para darle el triunfo al equipo que ejercía de local (2-1). Cuatro días más tarde, España tumbó a la Unión Soviética.

A España le tocó Dinamarca en semifinales. Pasó como líder la fase de grupos, aunque no sin cierto punto de angustia ya que tuvo que ganar en el último partido a Alemania Federal, y se cruzó con los nórdicos. Pues bien, de nuevo, el sufrimiento y la agonía. Los primeros 90 minutos terminaron empate a uno, gracias a que Maceda, en el 67, igualó la diana de Lerby, conseguida en el 6. En el tiempo extra no se marcó ningún tanto... A los penaltis. La Roja de Miguel Muñoz metió todos: Santillana, Señor, Urkiaga, Víctor, Sarabia... Y los daneses también. Pero en el quinto Larsen erró, y el genio rojiblanco anotó el suyo. La final se saldó con derrota. Con aquel error de Arconada, las bajas de Maceda y Gordillo por acumulación de amonestaciones...

Habían pasado 24 años sin pisar casi la cima, hasta que España lo consiguió en 2008 con Luis Aragonés. Después de una fase de grupos brillante, en cuartos de final, aquella ronda maldita, La Roja pasó con el agua al cuello. En los penaltis, con esa inolvidable diana de Cesc que rompió el gafe. En Viena, el rival era Rusia. Ya había sufrido la furia de La Roja en la primera ronda, con un 4-1 a favor de la selección. Y en la previa a la final, otro 3-0, fraguado en la segunda mitad. El 'paseo' comenzó con una diana de Xavi en el 50. En el 71, surgió Güiza. Y remató Silva en el minuto 81. La final, también a la mochila con el tanto de Torres.

España se plantó en la Eurocopa de Polonia y Ucrania como poseedora del título continental y mundial. La favorita. En Donetsk se enfrentó a la Portugal de Cristiano. Los lusos tenían ganas a sus vecinos, pues les habían eliminado en octavos de Sudáfrica dos años antes. El partido resultó igualado. 0-0 en 120 minutos, aunque La Roja se mereció pasar en la prórroga. ¿Y quién anotó la pena máxima definitiva? Sí, Cesc Fábregas, el mismo que cambió el destino de la selección cuatro años antes. En Kiev, la final resultó un plácido esprint, con un 4-0, ante Italia.