Reacción de orgullo de Ucrania ante Eslovaquia para seguir con vida

Todavía atenazada tras el desastre de su estreno, donde sufrió una contundente goleada (3-0) ante la a priori débil Rumanía, Ucrania estaba virtualmente eliminada de una Eurocopa a la que acudía con un elenco de grandes jugadores dispuestos a dejar huella. Había vuelto a completar otros 45 minutos para el olvido ante una agradable sorpresa como Eslovaquia, verdugo de Bélgica. Se veía en octavos el conjunto de Dubravka, Skriniar y Lobotzka, pero Ucrania sacó el orgullo de un país en guerra como el suyo para, a base de fe, darle la vuelta tras el paso por vestuarios y completar una remontada que le concede una vida extra antes de cerrar la fase de grupos ante la selección belga.

Las dianas de Mykola Shaparenko y el valencianista Roman Yaremchuk, a diez minutos del final, canjearon los tres puntos para el conjunto de Rebrov, que se vio fuera tras el tanto inicial de Ivan Scharanz, que cabeceó un centro de Lukas Haraslin para sorprender a la defensa amarilla y a Anatoly Trubin. Que no Andriy Lunin, víctima tras sus errores ante el conjunto latino. La titularidad del portero que se lució sin Courtois en la decimoquinta Champions del Real Madrid ya estaba en entredicho antes del torneo. El seleccionador no tuvo piedad y lo mandó al banquillo para introducir al guardameta del Benfica, que realizó cuatro paradas, alguna de mérito para que su equipo siguiera con vida antes del descanso.

Ucrania tiró de orgullo y la calidad de muchos de sus jugadores salió a relucir. La jugada del empate fue fantástica, una triangulación de muchos quilates en la que el gunner Zinchenko demostró su profundidad por la izquierda. Cedió atrás para Shaparenko y el del Dinamo de Kiev la mandó al fondo de la red. Con el pichichi Dovbyk de nuevo desaparecido, sus gregarios tuvieron que remar. Y Yaremchuk, que no llevaba ni un cuarto de hora sobre el terreno de juego, se disfrazó de héroe para culminar la remontada. Controló a la perfección un largo envío de Shaparenko, nombrado MVP del partido, para batir a un dubitativo Dubravka. Quizás pudo hacer algo más el portero del Newcastle.

Con el 1-2 definitivo, el grupo E se pone precioso. Este sábado, cuando a las 23:00 horas finalice el Bélgica-Rumanía, puede haber un cuádruple empate a tres puntos si los diablos rojos consiguen vencer a la supuesta cenicienta. Todo abierto, por tanto, para el desenlace de la liguilla. Ucrania quiere dar una alegría a su devastado pueblo y este viernes sacó fuerzas de donde no parecía haberlas para seguir con vida.

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