Las claves del éxito de los 'Three Lions'

Para empezar, apelan los ingleses a la magia del templo de Wembley, donde volverían para las semifinales y la hipotética final si vencen el sábado a la sorprendente Ucrania de Shevchenko en Roma y luego al ganador del choque entre daneses y checos. «Los 40.000 espectadores en el estadio estuvieron increíbles. En partidos con el aforo completo no hubo ni la mitad de ruido que ante Alemania. Estuvieron detrás de cada entrada, de cada presión, de cada carrera, la energía era increíble en Wembley», describió el seleccionador, Gareth Southgate, tras la victoria con la que mitigó el trauma del penalti clave errado ante la 'Mannschaft' en 1996. «Verlos de vuelta a sus casas con esas sensaciones de felicidad y saber que tantos millones de personas después de este año y medio tan difícil han disfrutado de esa victoria, es especial», añadió.

En segundo lugar, llama la atención el liderazgo de Raheem Sterling. Se presentó al torneo con la deuda pendiente de no marcar en una fase final y el delantero del City ya lleva tres tantos que sostienen a su selección. «Sabemos, y tras la victoria ante Alemania todavía mucho más, que no muchos equipos pueden enfrentarse a la intensidad con la que podemos jugar», pone de relieve el veloz y desequilibrante atacante.

En tercer término, destaca el regreso a tiempo de Harry Kane para sumarse a la causa. Tras las duras críticas recibidas ejerció al fin de 'killer' en el segundo gol ante los germanos. Si el máximo goleador de la Premier con 23 tantos, ha descorchado el tapón del cava, como diría Luis Enrique, que se preparen los defensores. «Fue un día maravilloso, la tarde perfecta un partido fantástico. Oír a Wembley así es un momento que ninguno de nosotros olvidará», afirmó el delantero del Tottenham después de ese remate de cabeza en el minuto 86 que abrochó la victoria.

«Toca disfrutar, pero no queremos detenernos aquí; sabemos dónde queremos llegar en el grupo y en el cuerpo técnico, y no está logrado aún», enfatizó Kane, ambicioso. Ese gol le ha liberado tras las enormes críticas recibidas por deficiente desempeño hasta octavos. Desaparecido en combate, como si estuviera más pendiente de su futuro, al parecer cada día más próximo al City de Pep Guardiola, que de lo que toca.

La cuarta clave hacia el éxito es la capacidad de Jack Grealish para salir desde el banquillo y ejercer su papel de revulsivo como nadie en el torneo. Es un jugador diferente, de esos que ya no abundan, y se ha convertido en el ídolo no solo de los hinchas del Aston Villa sino también de la selección.

Y por encima de todo se habla sobre la sorprendente seguridad atrás de un combinado que después de cuatro partidos todavía no ha encajado gol alguno. Tocan madera por aquí pensando en que Jordan Pickford, el notable portero del Everton que ya hizo un buen Mundial en Rusia, no siga a partir de ahora los calamitosos precedentes históricos de los porteros ingleses.

Dicho todo lo cual, Southgate observa un optimismo tan desbordante que alerta sobre el peligro de un exceso de euforia. «Es un momento peligroso para nosotros, porque está el calor de la victoria y la impresión en el país de que solo tenemos que saltar al terreno de juego para ganar, mientras que nosotros sabemos que será un reto enorme a partir de ahora. Hemos venido aquí con un objetivo que todavía no se ha alcanzado», alerta el técnico de Watford.