directo 2277246 2 ... El talento le sirvió al Betis para dar el primer paso hacia la final de la Copa del Rey en el casi inexpugnable Estadio de Vallecas. El Rayo, prácticamente intratable al calor de su afición, le aguantó el pulso a uno de los equipos más en forma del fútbol español, probablemente el favorito entre los cuatro supervivientes del torneo del KO, en un partido bonito, digno de una semifinal copera. Soñó con el tempranero tanto de Álvaro García, una bala por el carril izquierdo, e hizo soñar a la parroquia vallecana, más acostumbrada a empresas más modestas. Pese a todo finalmente se topó con la calidad del rival, que acabó apagando el ardor local con dos destellos de Borja Iglesias y William Carvalho. Era una de las noches futbolísticas más especiales en Vallecas, cuarenta años después de aquel 0-1 ante el Sporting en la ida de las únicas semifinales que hasta ahora había alcanzado el Rayo. El primer aviso para el Betis, a priori favorito, llegó pronto en una cesión arriesgada de Bartra hacia su portero, Rui Silva, obligado a un peligroso despeje que el conjunto de la franja no pudo aprovechar. No acostumbra este equipo bético de Pellegrini a renunciar a su idea de fútbol vistoso a pesar de cualquier susto, pero su intento de dominio en el juego lo castigó Balliu, con una incursión por la banda espectacular y un centro no menos bueno, que Álvaro García materializó en el 1-0 para delirio vallecano. Tembló entonces el pulso bético, zarandeado por el ímpetu local. Al equipo sevillano le va mejor cuando el balón pasa por la exquisita zurda de Fekir en zonas cercanas al área rival, más aún sin Canales, y trató de dibujar ese escenario. Sin claridad en el último pase, el control de balón verdiblanco resultaba insuficiente. El Rayo vivía tranquilo, bien replegado pero con la dosis de ambición necesaria para probar fortuna a través de la velocidad tras recuperar la pelota. Sin embargo, en la ecuación entró el talento de Borja Iglesias, que con la calidad se deshizo de Álvaro García y Óscar Valentín y con la contundencia puso su disparo lejano bien pegado al palo derecho de Dimitrievski, imposible para el portero macedonio. 1 Rayo Vallecano Dimitrievski, Balliu, Mario Suárez, Catena, Fran García, Comesaña (Nteka, min. 76), Óscar Valentín, Isi (Bebé, min. 76), Trejo (Ciss, min. 82), Álvaro García y Sergi Guardiola (Falcao, min. 62). 2 Betis Rui Silva, Sabaly, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno, William Carvalho, Guido Rodríguez, Ruibal (Bellerín, min. 85), Fekir, Juanmi (Tello, min. 66) y Borja Iglesias (Edgar, min. 90). Goles: 1-0: min. 5, Álvaro García. 1-1: min. 26, Borja Iglesias. 1-2: William Carvalho, min. 68. Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó al rayista Óscar Valentín y al bético Rui Silva. Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Copa del Rey disputado en el Estadio de Vallecas. Llovía menos para el Betis, que con la dosis de tranquilidad necesaria en el marcador consolidó su control sobre el partido. William Carvalho trató de emular al 'Panda' con otro misil tierra-aire, aunque el intento acabó en la inconfundible lona del fondo sur de Vallecas. Pese a todo, ni mucho menos el Rayo bajó las armas que corean los aficionados en Vallecas, pues la banda izquierda de los García -Fran y Álvaro, Álvaro y Fran- seguía suponiendo un dolor de cabeza para el Ingeniero Pellegrini. Borja Iglesias, puro peligro para el rival, acabó teniendo la última de una primera parte bonita, de ida y vuelta, a la altura de la vistosidad de ambos equipos. La tónica fue la misma tras la pausa. Escasa especulación a pesar de estar ya en la antesala de una final, 'rara avis' digna de agradecer. De nuevo dominio territorial del Betis frente al vértigo del Rayo a la contra por los carriles. Con el duelo más igualado que nunca, Iraola recurrió a su particular comodín: Falcao. El Tigre siempre tiene esa dosis extra de amenaza para el rival pese a su sequía en los últimos tiempos, condicionada también por sus problemas físicos. La decisión parecía en manos del colombiano en el caso del Rayo y en las de Borja Iglesias por el Betis, pero más allá de los goleadores, el que se erigió en ejecutor impecable fue William Carvalho. Del pivote portugués se espera despliegue físico y contundencia, pero esta vez exhibió virtuosismo para convertir a Catena en una estatua y a continuación definir con sangre fría ante Dimitrievski. De fútbol sala lo del luso, que obligó al Rayo a asumir riesgos en el tramo final. Intentó llevarse al menos un empate a Sevilla, pero estará obligado a la heroica en el Villamarín.
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