Otra prórroga para continuar el sueño copero del Mirandés

Y es que el partido volvió a repetir los acontecimientos que entonces se vivieron en Vigo. Imprecisiones en la primera parte, gol local y sensaciones agridulces para encarar el túnel de vestuarios y pensar en la remontada. Así se desarrollaron esos primeros 45 minutos de poco fútbol, o lo que es lo mismo, de poco Mirandés. Porque los rojillos han demostrado a lo largo de la temporada que con balón todo es posible.

El gol de Javi Moreno obligaba a ello. El descanso despertó a los de Andoni Iraola, que en cinco minutos eran capaces de voltear el marcador con los goles de Alexander González e Iñigo Vicente. Fútbol rápido, eléctrico, efectivo para poner el 1-2 en el 62.

La rápida reacción reforzó la confianza del bloque, que incluso pudo aumentar la renta con ese trallazo de Malsa al travesaño tras una buena internada por la izquierda de Carlos Julio. La segunda parte dibujaba otra cosa bien distinta a la primera mitad.

Pero la Copa del Rey es mágica y todo puede pasar. Como ocurría en el minuto 78 con el golazo de falta de Víctor Díaz cuando nadie imaginaba ese nuevo golpe en La Condomina. Parábola perfecta para volver a poner las tablas y mandarlo todo a la prórroga.

En la segunda mitad de la misma llegaría ese ansiado gol de Álvaro Rey que permite al C.D. Mirandés seguir vivo en la competición. Ahora a esperar nuevo rival y a seguir soñando con esta Copa que, de momento, sonríe a los rojillos. Y que así siga.