La locura de la Copa invade Aranda de Duero

Un duelo copero elevado por razones obvias a los anales de la historia del balonpié ribereño que ha despertado emición por los cuatro costados.

Nada más conocer el resultado del sorteo de Copa, que emparejó al transatlántico merengue con el humilde cuadro arandino, la locura comenzó a hacerse evidente. Y a medida que se acercaban los días para la celebración del choque, ésta no ha hecho sino ir en aumento a medida que los operarios transformaban el Juan Carlos Higuero con nuevos focos y gradas portátiles.

Unas gradas que han permitido al feudo ribereño disponer de 10.000 localidades, de las que finalmente han dado cuenta los arandinos. Y es que, las entradas puestas a la venta días atrás volaron de la tienda de la Arandina en apenas un abrir y cerrar de ojos.

La locura estaba servida. Ya desde primera hora de la tarde, los alrededores del estadio ribereño eran un auténtico hervidero de gente, que se trasladó al interior del mismo nada más abrir las puertas.

Miles de arandinos, con camisetas, bufandas y pancartas, dispuestos a disfrutar de la visita de uno de los grandes del fútbol mundial, por mucho que alguinas de sus estrellas se quedaran en Valdebebas y que las temperaturas se desplomaran.