La leyenda del Mirandés, el 'matagigantes' copero

Hasta ocho víctimas de Primera ha dejado por el camino el 'matagigantes' Mirandés en los últimos años, en un idilio copero que comenzó en noviembre de 2004, cuando el equipo de Miranda de Ebro dejó en el camino a la Real Sociedad en dieciseisavos de final tras un histórico triunfo en penaltis. Luego llegaría otro enfrentamiento ante un rival de la máxima categoría en octavos, frente al Betis, ante el que logró incluso un meritorio empate en el Benito Villamarín, pero lo cierto es que el curso terminaría para los rojinegros con un descenso a Tercera.

El paso por la cuarta categoría del fútbol español se extendería durante cuatro largos años, pero daría paso a la época dorada de la historia del Mirandés, no sólo en Liga, donde paladeó por primera vez las mieles del fútbol profesional, sino también en Copa, la competición que forjó el mito. La temporada 2011-12 será recordada para siempre por una hazaña que sólo se había conseguido dos veces en la más que centenaria historia del fútbol español. El Mirandés, que la temporada anterior había rozado el ascenso a Segunda, algo inédito en el club, se había ganado un hueco en los dieciseisavos de Copa tras eliminar al Amorebieta, a la Balompédica Linense y al Logroñés. Enfrente el Villarreal, un equipo que esa temporada disputaba la Champions y que curiosamente, volverá a Anduva en cuartos de la presente edición.

La ida en feudo rojinegro deparó un empate a uno con un tanto de Borja Valero en los instantes finales que igualó el de Alain Arroyo y que salvó los muebles para el 'Submarino Amarillo'. Quedaba la vuelta en El Madrigal, hoy Estadio de la Cerámica, y la situación parecía bajo control. Nada más lejos de la realidad, los hombres dirigidos por el visceral Carlos Pouso viajaron a tierras levantinas dispuestos a dar la gran sorpresa y lo consiguieron en una noche para el recuerdo, con un 0-2 fruto de un doblete del que comenzaba a erigirse en gran héroe copero, Pablo Infante.

Después de la primera sorpresa y ya en octavos, en Miranda sólo se hablaba de la posibilidad de recibir a un grande. Cayó un Primera, pero no el que todos esperaban. El Racing de Santander afrontó la eliminatoria ya más que advertido del peligro del Mirandés, que no obstante ganó en Anduva 2-0 y logró la clasificación para cuartos de final con un empate a uno en El Sardinero. Otros dos tantos de Infante, el centrocampista que alternaba entrenamientos y partidos con su puesto de trabajo en una oficina bancaria, y el sorteo deparó al Espanyol en la siguiente ronda. Seguían resistiéndose Real Madrid y Barcelona, que se midieron entre ellos en aquellos cuartos, pero ya nadie se atrevía a conceder un claro favoritismo al Primera. Como no hay dos sin tres, los periquitos también cedieron después del 3-2 a su favor en la ciudad condal, con un 2-1 de Anduva que hizo posible lo imposible e igualó algo que sólo habían conseguido dos equipos hasta entonces, el desaparecido Logroño en 1931 y el Figueres en 2002, que alcanzaron las semifinales de la Copa del Rey militando en la tercera categoría del fútbol español.

Duelo ante el Athletic. El milagro frente al otrora 'Rey de Copas' por un puesto en la final y sí, también por una plaza en competición europea en la siguiente campaña, pues los posibles rivales en el partido por el título, Barcelona o Valencia, iban en camino de lograrlo a través de la Liga. Lo nunca visto. La ida ante los vascos fue de poder a poder, con apurada victoria 1-2 de los 'leones' en un Anduva entregado, pero la vuelta en el histórico San Mamés fue un abrupto fin de fiesta, con 6-2 para el Athletic. Un país entero se había enganchado al pequeño Mirandés, con millones de espectadores al otro lado de la pantalla celebrando con emoción sus goles como si fuesen un socio más de los que durante muchos años conocieron las miserias del fútbol regional. La temporada acabó además con el primer ascenso de la historia del club a Segunda, pero la historia de amor con el torneo del KO no había escrito sus últimas páginas.

En la 2015-16, los hombres entonces dirigidos por el reflexivo Carlos Terrazas estuvieron a punto de repetir la hazaña, esta vez siendo de Segunda. En dieciseisavos y octavos volvieron a hincar la rodilla dos equipos de Primera, el Málaga y el Deportivo, pero el Sevilla, a la postre subcampeón, evitó otra sorpresa en cuartos. Para un equipo que no es de la máxima categoría recorrer semejante camino copero una vez es una gesta, repetirlo roza lo imposible, pero hacerlo por tercera vez ya es de ciencia ficción. Esta campaña, en Miranda lo han vuelto a hacer, ahora a partido único. Tras apear a dos equipos de Segunda B, el Coruxo y el UCAM Murcia, en los penaltis y en la prórroga, los pupilos del exinternacional español Andoni Iraola, que está haciendo un trabajo de matrícula de honor en su debut como técnico en el fútbol español, han derrotado al Celta y al potente Sevilla de Lopetegui al calor de Anduva. Otra vez entre los ocho mejores de España, otra vez el Villarreal, como en aquella eliminatoria que comenzó a forjar la leyenda del 'matagigantes'. ¿Quién se atreve a pronosticar?