La segunda juventud del mariscal blanco

Un pleno de victorias en los siete encuentros disputados en lo que va de año, saldados con 16 goles a favor y sólo dos en contra, le han permitido al conjunto de Zinedine Zidane amarrar el primer título de la temporada, arrogarse la condición de líder de la Liga y comenzar a soñar incluso con un póker de títulos por el que casi nadie hubiera apostado en el tormentoso inicio de campaña, pese a que el marsellés pone coto a la euforia recordando que «falta mucho de aquí al final de temporada». «Queda mucha Liga, mucha Copa del Rey y mucha Champions League. Veo muchas cosas positivas, pero no hemos ganado nada», incidió tras el triunfo en La Romareda.

El gran estado del Real Madrid tiene muchos nombres propios, comenzando por el de su técnico y acabando por un puñado de actores de reparto que han sabido aguardar el momento preciso para reclamar su cuota de protagonismo como Nacho o Lucas Vázquez. Pero el del alemán sobresale por el crecimiento exponencial de su rendimiento en comparación con la campaña pasada, en la que fue uno de los grandes señalados por el descalabro blanco.

Ninguneado por su compatriota Bernd Schuster, que le calificó de «tractor diésel», y silbado por el Santiago Bernabéu a causa de su flojo desempeño en un curso en el que estuvo muy errático, el '8' se ha erigido meses después de que se especulase incluso con su salida en el faro de un equipo que acumula 20 partidos seguidos sin conocer la derrota, la mitad exacta de la racha que acumuló Zidane entre el 9 de abril de 2016 y el 12 de enero de 2017.

El regreso de Zizou apuntaló a Kroos como parte del cordón umbilical con el que el francés pretende conectar la tercera edad de oro de los blancos con otra etapa de esplendor merengue. El pasado 20 de mayo, un día después de que feneciese una campaña para el olvido, el Real Madrid anunciaba su renovación hasta el 30 de junio de 2023. «Nunca ha estado en mi cabeza salir de aquí», señaló el germano, que remarcó que la prórroga de su contrato era una «señal» de que tanto la directiva como el entrenador le tenían por un factor determinante en la reactivación del equipo. «Si el míster no me quisiese, no estaríamos aquí hoy», dijo. Así ha sido.

En cinco meses y medio de competición, Kroos ha marcado cuatro tantos y repartido ocho asistencias, frente a una diana y seis pases de gol que constituyeron su flojo expediente en los 43 partidos que disputó la campaña anterior. Está a un tanto de su mejor registro en el Real Madrid, los cinco que firmó en la temporada 2017-2018, aunque lejos de los nueve que anotó con el Bayern de Múnich en dos cursos distintos.

Desde que arribó a Chamartín a cambio de 25 millones de euros que le convierten en uno de los fichajes más rentables de la entidad, ha facultado de modo directo 61 dianas de sus compañeros, las dos últimas en Zaragoza, con Varane y Lucas Vázquez como beneficiarios.

La solvencia de Casemiro y Valverde como escuderos le permite asomarse al área con menos cortapisas que nunca, superando ya la cifra de remates que hizo en toda la temporada pasada y confirmando lo acertado de la apuesta de Zidane por el mariscal que tuvo un peso decisivo en el amarraje de tres 'orejonas' sin tregua. «Es un ejemplo y es muy bueno», aplaudió el preparador tras su soberbia actuación frente al Zaragoza, clave con su mira telescópica en las dos primeras dianas del Real Madrid como lo fue en el servicio que permitió resolver tres días antes a Nacho el farragoso duelo ante el Valladolid que valió el liderato en solitario o en ese gol olímpico que abrió el camino hacia la Supercopa en Yeda.