Griezmann reclama el '9'

El internacional francés, desplazado a la banda izquierda del ataque hasta sin el uruguayo, como se vio ante el Granada, partido en el que Messi jugó de 'falso 9', no ha levantado la voz desde que llegó al Barça el pasado verano y ha aceptado con humildad una demarcación en la que le cuesta mostrar todo su potencial. Además, la ha defendido con la mejor actitud posible, tanto con Ernesto Valverde como en el estreno de Quique Setién, ayudando en defensa y dando equilibrio al equipo en el repliegue a costa de estar menos fino en ataque. Supo desde que aterrizó que tenía que ganarse a sus nuevos compañeros, no sólo a Messi, desde su teatralizada decisión de no fichar un año antes cuando todos le esperaban. Y tirando de sacrificio táctico y de esfuerzo físico lo ha conseguido. El siguiente paso es intentar jugar más centrado. No es un '9' de manual, pero es más un delantero centro que un extremo zurdo que ni siquiera puede jugar a pierna cambiada por la derecha para no aparecer en el radio de acción de Messi.

En el inicio de la Liga, con Messi y Suárez lesionados, Griezmann ya logró un doblete ante el Betis en un partido que acabó 5-2 y en el que jugó de '9'. En Ibiza, aunque en un partido menos brillante en lo personal y en lo colectivo, se repitió la historia coincidiendo con las ausencias del uruguayo y del argentino. El francés está dispuesto a asumir la responsabilidad del gol y ya suma once repartidos entre las cuatro competiciones oficiales que ha disputado: siete en la Liga, dos en la Copa, uno en la Liga de Campeones y otro en la Supercopa de España.

En Barcelona se habla de una negociación con Rodrigo Moreno (Valencia) y del OK de Aubameyang, pero no del Arsenal. Sin embago, no son pocos los que prefieren a Griezmann de '9' porque así, además, permitiría a Ansu Fati tener más minutos en la izquierda del ataque a la espera de Dembélé. Parches absurdos como el de Boateng la pasada temporada están descartados. Y los arietes del filial parecen estancados, como Abel Ruiz y Alejandro Marqués, quienes incluso podrán cambiar de aires en breve.

Griezmann, en cualquier caso, tras dos grandes servicios de De Jong y Jordi Alba, evitó una eliminación en Copa que hubiese hecho mucho daño al todavía inmaduro proyecto de Quique Setién, basado en una posesión de balón obsesiva y poco fructífera en número de ocasiones, sin que el sistema de tres centrales se haya transformado en una mayor seguridad defensiva. El partido del sábado en Valencia ayudará a despejar dudas, pues se entiende que, a diferencia de Granada e Ibiza, el equipo levantino pesionará más arriba y obligará al Barça a jugar con un riesgo para el que no parece estar preparado. Eso sí, Piqué, Busquets y Messi, reservados en la Copa, no se lo perderán y siempre son una garantía competitiva por encima de cualquier estilo.