El Barça, semifinalista al borde de la locura

Ahora que Luis Suárez rinde a un gran nivel en el Atlético, todo son reproches a un Barça que le maltrató obligándole a salir del club. Cosas de la memoria selectiva. Esa final la perdió 2-1 el Barça y tampoco fue un drama, como si los títulos llovieran del cielo. Pero la desastrosa temporada 2019-20 y el dubitativo inicio del curso 2020-21 han puesto las cosas en su sitio. La Copa es un gran título por el que hay competir a tope, sin que nadie se borre con argumentos confusos, y que puede incluso salvar una temporada. Por algo el Barça es el histórico rey de Copas por número de trofeos.

El Barça sabe lo que se juega en la recuperación del formato a partido único porque hace un año tampoco tuvo suerte con el factor campo, disputando los cuartos de final en San Mamés y perdiendo 1-0 en el último minuto ante el Athletic con un gol en propia puerta de Sergio Busquets. El Granada, además, ya llegó entonces a semifinales, señal de que con Diego Martínez sabe competir en los torneos del KO. Hace tres semanas, el equipo de Ronald Koeman se impuso allí por 0-4 en Liga con dos goles de Messi y dos de Griezmann, pero el equipo andaluz ha aprendido la lección y prefiere quedarse con el 2-0 de la Liga 2020-21 a un equipo de Ernesto Valverde que todavía no imaginaba la crisis que se avecinaba. Solo hay dos precedentes en la historia de pulsos coperos entre Granada y Barça y uno fue en la final de 1959, cuando el Barça ganó 4-1 en el Santiago Bernabéu. Hace casi 62 años de aquello y 72 del anterior pulso, en cuartos de final de la Copa 1948-49, con 2-2 en Granada y 5-0 en Barcelona.

Piqué, Ansu Fati y Coutinho son baja por lesión en un Barça que recupera a Sergiño Dest tras haber reaparecido ya Sergi Roberto el pasado domingo. Sorprende la baja de Junior Firpo en la convocatoria, aparentemente por decisión técnica, porque podía ser una de las rotaciones por Jordi Alba en el lateral zurdo. Vuelve Busquets tras su sanción liguera. Entre unas cosas y otras, se espera un equipo muy titular, con Messi de inicio. Quizás Neto por Ter Stegen en la portería sea el único cambio notable.

El Granada, que también sigue vivo en una Liga Europa en la que recibirá al Napoles en octavos de final el 18 de febrero, no podrá contar con un centrocampista importante como Yangel Herrera, positivo por coronavirus. Además, Neyder Lozano, Milla, Gonalons y Quini están lesionados. Sus tres peligrosos delanteros, Luis Suárez, Soldado y Jorge Molina, máximo goleador en Copa, sí están preparados para amenazar al Barça. Habrá que ver si Diego Martínez mantiene a algunos titulares de la Copa, como el portero Escandell o el exdelantero zaragocista Soro, o se decanta por su once fuerte de la Liga.

Lo que es el fútbol. Pasar de héroe a villano en cuestión de segundos. Aarón Escandell había mantenido con vida al Granada durante 87 minutos, pero en el 88' se 'tragó' el centro de Griezmann que había golpeado en el poste y que dio alas al Barça para la remontada. En la prórroga, el portero sostenía a su equipo, que soñaba con los penaltis, pero no logró atrapar un disparo de Messi y permitió a De Jong rebañar la pelota para marcar el 3-4, la puntilla para el Granada. El alivio para el Barcelona, semifinalista de Copa por décima vez en las últimas once temporadas.

No hay camino corto para los títulos en este Barça, ni tampoco partido tranquilo. Se queja a menudo Koeman de los errores individuales y no le falta razón; son ya demasiadas veces las que su Barcelona no ha ganado por culpa de fallos impropios de un candidato a los títulos. En Los Cármenes, hasta tres que no le costaron la eliminación de milagro. Y es que, por segunda ocasión en tres eliminatorias, el conjunto azulgrana necesitó de la prórroga para clasificarse.

Con todo, el Barcelona había protagonizado un inicio de partido fulgurante, embotellando al Granada con un fútbol brillante. Aunque, como casi siempre, no fue capaz de certificar su dominio con goles. Luego llegaron los descuidos defensivos y la eliminatoria se puso al borde del abismo.

El nombre de Umtiti acabó el partido señalado en rojo. Salió en la foto del 1-0 y del 2-0. Recién cumplida la media hora, regaló a Soro un balón que debió haber mandado al campo rival con un puntapié y el atacante del Granada, agradecido, le puso el centro raso a Kenedy para que solo tuviera que empujarla. Después, nada más comenzar la segunda parte, perdió la vigilancia sobre Soldado y cuando quiso correr tras él, el '9' ya encaraba y definía ante Ter Stegen.

Antes de los goles locales, y también después, el Barcelona se estrelló con Aarón. El portero del Granada le sacó una falta a Messi, una volea picada a Trincao, un zurdazo con rosca de nuevo al argentino, incluso una chilena a Griezmann previa a su primer error. Los postes, para colmo azulgrana, también se alinearon con Aarón hasta en tres ocasiones.

El 2-1 de Griezmann con la colaboración del meta rojiblanco espoleó al Barcelona, que ya atacaba a tumba abierta. Tanto que después de marcar Jordi Alba el empate en el 92', asistido por el francés, se dejó la puerta trasera abierta al contragolpe de Luis Suárez, que perdonó justo antes de la prórroga en el mano a mano.

En la media hora de tiempo extra, Griezmann sobresalió de nuevo. Su sociedad con Jordi Alba fue especialmente productiva, pues entre los dos fabricaron el 2-3, a centro del lateral y cabezazo del delantero, y ya en la segunda parte de la prórroga el 3-5, a volea del '18' y asistencia mágica con el exterior del '7'. Entre medias, otro error grosero en defensa. Esta vez de Dest, que cometió penalti al empujar por la espalda a Neva. Fede acertó desde los once metros.

El Barça escapó vivo de su propia locura en Granada. Jugó con fuego durante demasiados minutos y no se quemó gracias a Griezmann, 'bombero' de emergencia la misma noche que Di María aseguró que «hay muchas posibilidades» de que Messi acabe jugando en el PSG.