El líder de la Liga tampoco renuncia a la Copa

El doblete de Stuani, un suplente de lujo, y un tanto de Blind hicieron justicia a lo visto sobre el césped en la primera parte y dejaron en nada el intento de reacción rayista a través del gol de Nteka, que no tuvo suficiente continuidad tras la pausa. Se consumó así el cómodo pase del Girona, al que de momento la acumulación de partidos no pasa factura, pues sigue soñando en Liga y tampoco reserva en la Copa.

Míchel dispuso un equipo más o menos reconocible, con retoques puntuales en la portería, el centro del campo y la delantera, pues aparecieron menos habituales como Juan Carlos, Yangel Herrera, Jhon Solís y Stuani. En el Rayo rotaciones masivas, ya que más allá de Isi Palazón y Óscar Valentín, Francisco dio la alternativa a una mayoría de suplentes.

El Girona asumió el peso del partido desde el inicio. Mucho control de balón del equipo de Míchel frente al repliegue defensivo del Rayo. Esperaba el conjunto de la franja la recuperación de balón para desplegar el contraataque, pero las primeras ocasiones fueron locales, con un disparo de Tsygankov atajado por Cárdenas y un remate desviado de Yangel Herrera, que volvía a jugar tras su lesión en el bíceps femoral. Era mucho mejor el equipo revelación del fútbol español cuando Tsygankov inició una acción trenzada a la perfección, en la que el ucraniano encontró el desmarque de Portu y éste la puso atrás para la rúbrica del veterano Stuani, curtido en mil batallas.

El uruguayo, una alternativa de lujo en este Girona que no renuncia a nada, se encontró poco después con un regalo en el penalti de Mumin, al que el eléctrico Portu robó la cartera antes de forzar la pena máxima. No desaprovechó la ocasión el máximo goleador en la historia del club catalán, que a lo Panenka, con derroche de calidad, encarriló el camino a cuartos de su equipo.

No hubo capacidad de reacción en el Rayo, encerrado en sus dominios por un equipo que olió la sangre, dispuesto a darse un festín tras el empate liguero en Almería en un mal partido. Otra vez desde el costado derecho Portu encontró la rendija con un envío al área para que un defensa lejos de su posición habitual, Blind, pudiese sorprender a la sufrida zaga rayista y fabricar el tercer tanto local.

Solo con una sólida ventaja bajó el ritmo la máquina engrasada por Míchel. El Rayo aprovechó el respiro y reaccionó antes del descanso. Le dio tiempo a enviar un cabezazo de Jorge de Frutos al palo y recortar distancias a través de Nteka, que robó el balón y descerrajó la puerta catalana con un disparo seco, cruzado, imposible para Juan Carlos.

Todavía respaldado por una doble ventaja, el Girona afrontó la segunda parte como la primera, a través del control de balón. Era la mejor forma de amarrar un triunfo encarrilado y evitar cualquier complicación inesperada. No se le puede negar al Rayo la voluntad de aferrarse al partido, con cambios ofensivos y ocasiones de Nteka, su mejor recurso en Montilivi, y el incombustible Falcao. Sin embargo, el líder de la Liga, reforzado por la entrada de pesos pesados como Aleix García, Yan Couto o Iván Martín, gestionó bien el tramo decisivo del duelo. Ya no se movió el marcador y el mejor equipo hasta la fecha en el campeonato de la regularidad también sueña con una gesta en la Copa del Rey.