Lenglet evita el sonrojo ante la Cultural Leonesa

A Ernesto Valverde le gustaría reservar a más jugadores, pero la reglamentación sólo permite alinear en el campo a cuatro jugadores con ficha del filial, por lo que quizás arriesgue con algún futbolista como Lenglet, que ahora no tiene recambio en el perfil zurdo del centro de la defensa hasta que no se recuperen Umtiti o Vermaelen. Los elegidos del Barça B para desplazarse a León son el portero Iñaki Peña, el central diestro Chumi, el central zurdo Cuenca, el lateral izquierdo Miranda, el mediocentro Oriol Busquets y el interior Riqui Puig. De todos ellos, titulares seguros serán Chumi y Miranda.

Una vez recuperado el portero holandés Cillessen de una gastroenteritis, el equipo titular podría estar formado por Cillessen, Semedo, Chumi, Lenglet, Miranda, Arturo Vidal, Sergi Samper, Aleñá, Denis Suárez, Munir y Malcom. En el banquillo estarían Iñaki Peña (portero), Sergi Roberto, Rafinha, Dembélé, Arthur, Cuenca, Oriol Busquets y Riqui Puig.

Podría ser la primera oportunidad real para el brasileño Malcom, ex del Burdeos que costó 41 millones en verano tras arrebatárselo el Barça a la Roma en el último momento. «Es una prueba para muchos, pero debemos evitar sorpresas y hacer un buen partido», comentó Valverde, mientras que Víctor Cea, técnico de la Cultural, señaló que «la ilusión mueve montañas». «Nadie va a tener más ambición ni más hambre que nosotros. Trataremos de provocar que el Barça no tenga su mejor día»», comentó el entrenador del conjunto de Segunda B que se enfrentará al vigente campeón de Copa. El lleno en el Reino de León parece asegurado pese al frío y la posible lluvia.

Está el fútbol lleno de momentos amargos para aquellos equipos humildes que sueñan con su particular noche de gloria en la Copa. La victoria del Barcelona en el Reino de León, con un solitario gol de Lenglet en el minuto 91, fue uno de ellos. Exista o no la justicia deportiva, lo cierto es que no fue mejor el conjunto de Valverde, ni hizo más méritos que la Cultural Leonesa para ganar el choque.

Pero venció, 0-1, con un equipo cargado de suplentes y canteranos, en su estreno en la Copa. Y llega al choque de vuelta con cierta ventaja para seguir defendiendo una corona que ha ostentado en los últimos cuatro años de forma consecutiva.

Aunque el postrero gol del central francés de mayor ventaja al Barça, habrá que esperar a diciembre para saber si es capaz de doblegar a la Cultural en estos dieciseisavos de final. Pase lo que pase en el Camp Nou en el choque de vuelta, no habrá quien le reste mérito al equipo de Víctor Cea, valiente y jugón hasta el final.

Habrá quien defienda que es hasta normal que un once inédito no sea capaz de rendir ante la escasez de oportunidades y minutos de rodaje. Por contra, estará quien incida en la obligación que tienen estos jugadores de cumplir cada vez que se coloquen la zamarra azulgrana. Y más, cuando se midan a un rival de Segunda B.

Sea como fuere, lo cierto es que el equipo de Valverde, irreconocible sobre el verde, sufrió en exceso. Que no pasará a la historia el choque del Barça lo refrenda que el primer disparo del equipo llegó en el minuto 71.

Hasta ese justo momento, las mejores ocasiones habían sido para el equipo local, brutalmente atrevido a la hora de jugarle de tú a tú al vigente campeón de Copa. Más incisivos estuvieron los Ortiz, Liberto o Zelu que los aspirantes a titular como Vidal, Denis Suárez o Dembélé, quienes pasaron desapercibidos para malestar de los suyos. Aunque especialmente desaparecido estuvo Malcolm que sigue sin dar un paso adelante que haga a Valverde dudar sobre su titularidad.

No así Cillessen que se erigió en el mejor de los suyos. Evitó un gol claro de Zelu en los primeros minutos y otro de Saúl cuando se afrontaba el tramo final del duelo. Jugadas que hacían sufrir y mucho a Valverde, y eso que el técnico extremeño ya sabía cómo se las gastan en el Reino de León. Allá por el 2004, tuvo que llegar a la prórroga con el Athletic para sacar la eliminatoria, por aquel entonces a partido único. El gol de Lenglet evitaba el sonrojo culé y daba una ventaja aún mayor para el choque de vuelta.