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Cole Palmer, jugador del Chelsea. Reuters
Cole Palmer, el increíble talento que dejó escapar Guardiola

Cole Palmer, el increíble talento que dejó escapar Guardiola

Con cuatro goles ante el Everton el canterano del Manchester City empata a Erling Haaland como máximo goleador de la Premier y se consagra como uno de los jugadores más decisivos del mundo

I. Agiriano

Martes, 16 de abril 2024, 11:47

Su celebración ya se ha convertido en un clásico del fútbol inglés. Después de marcar Cole Palmer se acerca a la cámara y se frota los brazos, como si tuviera frío. De ahí su apodo, «Cold Palmer» un juego de palabras entre su nombre, Cole ... y la palabra «cold», frío en inglés. Su fútbol también concuerda con su mote, porque Palmer es un jugador delicado, que en muchas ocasiones parece no estar. Llegó sin hacer ruido, en los últimos días de mercado, pero se ha convertido en el mejor fichaje del Chelsea desde la llegada de Todd Boehly. En una temporada repleta de sinsabores, el superlativo rendimiento de Cole Palmer es la única noticia positiva para los blues. A sus 21 años se ha echado el equipo a las espaldas, y si los de Pochettino todavía sueñan con la clasificación europea es gracias a los goles y asistencias de su joven talento.

Cole Palmer nació en Wythenshawe, un barrio del sur de Manchester. Con ocho años se unió a la cantera del Manchester City y poco a poco fue escalando categorías hasta llegar al primer equipo. Debutó a las órdenes de Pep Guardiola en la temporada 20-21, pero no fue hasta el curso pasado cuando se convirtió en un revulsivo habitual. Tras las salidas de Gündogan y Ryad Mahrez en verano, todo parecía indicar que Palmer se convertiría en un jugador importante en la rotación del técnico catalán. Guardiola le mostró su confianza al comienzo de la campaña; Palmer salió en la Community Shield ante el Arsenal y marcó gol, fue titular frente el Sevilla en la Supercopa de Europa, donde volvió a anotar, y tuvo minutos en el primer partido de la Premier. Sin embargo, Palmer no tenía claro su futuro. En el City debía competir por un puesto con jugadores de gran calidad y mayor experiencia. Tras dos encuentros sin disputar un solo minuto el Chelsea llamó a su puerta y en los últimos días de mercado cambió Londres por Manchester, por una cifra cercana a los cincuenta millones de euros.

Pagar una cantidad semejante por un jugador que apenas sumaba un puñado de partidos en la élite parecía la enésima excentricidad de Todd Boehly. El magnate estadounidense se ha dedicado desde su llegada al Chelsea a fichar futbolistas jóvenes sin parar, como si se tratara de un videojuego, y la llegada de Palmer se veía en esa línea. En un primer momento Pochettino no contó con él como titular, pero tardó poco en rendirse a la evidencia. En una plantilla escasa de gol y de talento en el último tercio, Palmer se destapó como un futbolista de gran finura, muy inteligente para asociarse y una pasmosa facilidad para ver portería.

Su impacto no ha sido el habitual para un futbolista tan joven. Es el jugador con más contribuciones de gol de toda la liga inglesa, 25 goles y 13 asistencias entre la Premier y las dos copas. Ni siquiera Haaland, Watkins o Salah le superan. Unos números que muestra que no se trata de una promesa. Cole Palmer es una auténtica certeza, y ya puede ser considerado uno de los futbolistas más decisivos de la mejor liga del mundo. El Chelsea ha dejado esta temporada un sinfín de partidos en los que la claridad de ideas ha brillado por su ausencia. Entre esa neblina siempre ha emergido Palmer, capaz de agitar la varita y dar luz en los momentos decisivos.

En cada partido su figura se ha ido agrandando, mostrando una madurez impropia de su edad y convirtiéndose en el auténtico líder del equipo. La responsabilidad adquirida con los penaltis (ha transformado sus siete lanzamientos) es una prueba de ello. Después de anotar un hat-trick ante el United hace dos semanas,que le puso en boca de todos los aficionados, este lunes marcó cuatro goles ante el Everton. Fue un póker perfecto, el primero con la zurda, tras una preciosa jugada individual, el segundo con la cabeza, el tercero con la derecha y el último desde el punto fatídico. Mientras sus compañeros se peleaban por lanzar, Palmer, frio como siempre, no se inmutó, cogió el balón y engañó a Pickford para empatar con Haaland a la cabeza del pichichi de la Premier.

En vista de su irregularidad en la Premier, la FA Cup parece la mejor opción del Chelsea para salvar la temporada con un título y una clasificación europea. Eso sí, deberán derrotar primero a todo un Manchester City para alcanzar la final. Un partido que se disputa este sábado y que será muy especial para el chico que pasó una vida en la cantera de los sky blues. Guardiola debe suspirar ante el talento que se le ha escapado de las manos. Un final de curso feliz para el Chelsea depende en gran medida de la inspiración de «Cold» Palmer.

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